Capítulo 12 ‒ "Oniria y Efialtra"

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Mismo sábado en la madrugada

--- Thomas ---

Caso número noventa y uno. Un joven de nombre Arthur estaba perdido en un laberinto y las paredes se comportaban de manera anormal. Algunas se cerraban, otras hacían el camino angosto. De algunas salían manos. Se decidió actuar.

Estrenamos a Daisy, la novata por fin tuvo su primera entrada. Algo modificó el registro de su sueño y el portal hacia el sueño de Arthur fue destruido, dejándola encerrada con Fobos, el despiadado ser que se llevó a Leo. Jhon nos envió de inmediato hacia el portal, creyendo que entraríamos al sueño de Daisy, pero no fue así.

El sonido de las olas nos recibió, con un paisaje de costa, muy al estilo de las del Mediterráneo. Lucy y Lila estaban consternadas. Yo también.

‒ ¿Cuánto más tenemos que esperar?

‒ Paciencia Thomas, órdenes son órdenes.

‒ No podemos continuar sin ella ‒Replicó Lila.

Esperamos y esperamos, sin escuchar respuesta. De vez en cuando el intercomunicador nos enviaba señales de lo que Jhon y los muchachos hacían en la Sección C. Apareció Jack, y se pusieron a trabajar en recuperar el portal para Daisy. No sé si malentendimos la situación, pero nos pareció escuchar que Jack se iba a dormir.

‒ ¿Jack sí se habrá dormido?

‒ No lo creo, debió ser un error de comunicación, o alguna frase encriptada.

‒ ¿Tú crees que Jhon puede manejar esas cosas? ‒ Acotó Lila con una sonrisa burlona.

Se hizo otro silencio.

‒ ¿Qué haremos aquí?

‒ No lo sé, tenemos que sacar del laberinto al muchacho, en primer lugar. Parece un caso de Claustrofobia.

‒ No. En primer lugar debemos esperar a Daisy ‒ Lucy suele ponerse insoportable cuando recibe órdenes pesadas.

Esperamos como media hora más, o eso nos pareció. De pronto, un portal se abrió en el mismo lugar donde se generó el que nos trajo aquí.

Daisy pasó el portal y aterrizó en la arena, pálida.

‒ ¡Daisy! ‒

Corrimos a ayudarla. Se puso en pie difícilmente, y se sacudió el traje.

‒ ¿Dónde estoy?

‒ En el sueño, atravesaste la puerta.

‒ Aún veo borroso. ‒

De la nada, abrió muy ampliamente sus ojos, como sorprendida por algo

‒ ¡JACK! ¡FOBOS! ¿Cómo sigo viva?

‒ ¿Jack? ‒ Preguntó Lila.

‒ ¡Muchachos!

‒ ¿Daisy?

‒ ¡Logré atravesar el portal!

‒ Bienvenida, Daisy. Ahora reacciona por favor, cálmate, y concéntrate.

‒ Lo siento Lucy, aún estoy muy confundida. ¿Me pueden dar un minuto?

‒ Por supuesto. ‒

La sentamos sobre una saliente que daba al mar, y nos alejamos un poco.

Al cabo de un rato, se acercó de nuevo a nosotros, con su rostro un poco más colorido y una mirada enérgica.

‒ ¡Estoy lista!

D.G.S.A.: La Guardia de los Sueños (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora