Capítulo 14 ‒ Pesadillas Reales

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Mismo sábado

--- Thomas ---

Esta vez no perdimos la conciencia. Pero la calma sí.

Aterrizamos fuertemente en un mugroso espacio de tierra entre matorrales. El cielo estaba oscuro y tormentoso; El aire estaba denso, al punto en el que podrías cortarlo con tus propias palabras.

‒ ¿Dónde estamos?

‒ No creo que sigamos en Oniria.

‒ Ahora qué, Lucy... ¿El infierno? ‒ Dijo Lila sarcásticamente.

‒ No lo sé. ¿Qué más podría pasar esta noche?...

‒ No preguntes, no llames la mala suerte ‒ Le respondió Daisy.

Me levanté.

‒ Si antes estaba preocupado por salir, ahora lo estoy más. ‒

Todos estábamos preocupados. ¿Sería Efialtra el lugar en el que nos encontrábamos?

No dio tiempo de pensar nada más. Un agudo chillido nos desconcentró totalmente.

‒ ¿Qué fue eso?

‒ No lo sé, sonó como un ave...

‒ ¿Un ave? ¡Eso fue como un cerdo muriendo!

‒ Sea lo que sea, estén alerta ‒ Lucy asumió de nuevo la compostura.

El chillido se repitió. Aturdía, era doloroso, penetraba en tu cabeza y te desconcentraba.

Lo primero que vimos entre las tormentosas nubes, fueron las enormes alas que se batían y planeaban dando vueltas en torno a nuestra posición. Luego el chillido emanó de nuevo desde lo que parecía ser un pico entre esas alas. Escamas púrpura y escarlata brillaban entre los truenos que rugían en el cielo.

‒ ¡¿Es un cuervo?!

‒ Sea lo que sea, no quiere ser nuestro amigo. ‒

En cuanto Lucy hizo el comentario, la criatura se abalanzó sobre nosotros como atacando a una indefensa presa. Lila reaccionó y repelió el ataque con su espada, cayendo sentada.

‒ ¡Es muy fuerte!

‒ ¿Qué creen que es?

‒ No sé. Deberíamos buscar un lugar dónde ocultarnos antes de que... ‒ Las palabras de Lucy fueron interrumpidas por otro sordo chillido. La bestia daba la vuelta en torno a nosotros y se disponía a cargar nuevamente.

‒ ¡Corran!

‒ ¿Qué acaso lo único que haremos esta noche será correr?

‒ Debemos guardar la fuerza para luchar cuando se nos sea posible. En estas condiciones es muy difícil. ‒

La bestia aterrizó tras nosotros. Medía aproximadamente ocho metros y tenía una envergadura de unos doce metros. Con las alas abiertas se veía aún más grande y aterradora.

‒ ¿Qué es eso que tiene sobre el pico?

‒ ¿Qué? ‒

Sobre el pico no se asomaban dos ojos como los de un cuervo, a pesar de que todo su cuerpo era similar, sino un absurdo rostro oscuro, con rasgos humanos. Poseía solo un ojo, y la boca tenía unos largos y afilados colmillos; Dos cuernos salían de la parte trasera de lo que parecía ser la deforme cabeza y se desplazaban hacia atrás en una curvatura similar a la de un carnero.

‒ ¡Oh! ¡Criaturas de Tierra! ¿Qué hacen aquí?

‒ ¿Habla?

‒ No, es solo su imaginación jugándoles una mala pasada por la descarga de adrenalina y el temor que les he infundado... ¡Por supuesto que hablo, tontos!

D.G.S.A.: La Guardia de los Sueños (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora