Destinados por la muerte #3 [✔️]

15. El camino a casa

Giselle

Entro a la cocina y me siento en la mesa viendo a mi madre limpiar la superficie de la estufa, cuando nota mi presencia deja el trapo a un lado.

—¿Qué quieres cenar? —pregunta con una pequeña sonrisa —Tenemos pollo y pescado ¿Se te antoja algo, cariño?

Me acomodo mejor en la silla y niego. Ella frunce el ceño.

—Debes comer, Giselle —sentencia preocupada.

Sé que de todos los que me rodean ella es la más preocupada por mi situación. Aunque intente disimularlo.

—Mamá —suspiro —Cuándo tú y mi padre terminaron ¿Te recuperaste rápido de la ruptura?

Mi pregunta parece sacarla de balance, pero se las ingenia para decir: —Oh, cariño, eso fue hace mucho tiempo.

Bajo la mirada. Oigo a mi madre suspirar sonoramente y lo siguiente que hace es sentarse frente a mí en la mesa.

Sus manos se extienden por la superficie de madera y yo subo las mías para tomarlas.

—Un corazón por más que duela no se queda así para siempre —dice —Mi amor bello, sabes que saldrás de esta, no te prometo que sea ahora, dentro de un mes o en un año, pero lo harás.

—Mamá, tengo miedo —admito —Tengo miedo de no poder superarlo. Él es mi primer todo ¡Nos íbamos a casar!

—Lo sé —sostiene mis manos con fuerza —Pero sabes que todo pasa por algo, quizás no era para ti, quizás...

—No —niego —No intentes excusarlo. Somos el uno para el otro, Zaek es el amor de mi vida, yo...

—Cariño, a los diecinueve años creemos que nuestro primer amor es el amor de nuestras vidas, pero no es así —hace una mueca —Créeme, ese amor acaba luego de la primera infidelidad y un segundo hijo.

—Zaek no es mi papá —aparto mis manos de las suyas y me cruzo de brazos.

—¿Por qué le dices Zaek? —cuestiona curiosa.

—Ay... Es su apodo —miento y dejo caer mi cabeza dramáticamente sobre la mesa.

Siento una de las manos de mi madre acariciar mi cabello en comprensión. Por mi mente ha pasado la idea miles de veces en contarle a mi madre todo, pero siempre me contengo.

El sonido de la puerta siendo tocada hace que suba la cabeza y mire a mi madre.

—Quizás sean Chloë y Joshua —digo tranquila.

—Posiblemente —asiente.

La puerta sigue siendo tocada y escucho los pasos apurados de mi hermano bajando las escaleras.

—¡Yo voy! —grita sebas a lo lejos.

Mi madre se pone de pie para comenzar a sacar cosas para la cena y yo vuelvo a bajar la cabeza a la mesa.

—Entonces... ¿Pollo o pescado?

—Pescado —murmuro.

—Perfecto.

Elevo mis manos al aire y subo los pulgares arriba.

"Soy un desastre... "

—Giselle... —me llama Sebas —Te buscan en la puerta.

Mi corazón late rápidamente ante la posibilidad de ver a mi chico de ojos azules y me pongo de pie tan bruscamente que la silla se cae contra el suelo. Esquivo a mi hermano en la entrada de la cocina y corro a la puerta principal.