Destinados por la muerte #3 [✔️]

19. Azra

Zaek

Cuando las puertas del ascensor se abren todo lo que escucho son gritos.

—Lo que me faltaba, más mujeres enojadas —susurro mirando de reojo a Chloë y esta repite mis palabras con fastidio.

Joshua rodea uno de sus brazos por los hombros de la pelinegra como si fuera una especie de protección para que su novia no se ponga a golpearme de nuevo.

Giselle sostiene mi mano con fuerza cuando entramos a mi departamento mientras contemplamos la escena frente a nosotros.

Kenneth y Ariadne parados en medio de la sala y Cristina los observa desde lejos dándonos la espalda a nosotros.

—¡¿Cómo puedes ser tan egoísta?! —está llorando y sostiene uno de los cojines del sofá en sus manos —Me vas a arrebatar a mi hermano y no te importa en absoluto como eso me afecta.

—No le grites, esta fue mi decisión —le responde Kenneth rápidamente.

—Cristina... —Ariadne intenta dar unos pasos hasta la rubia, pero esta rápidamente le arroja el cojín al rostro.

Kenneth se inclina molesto a recoger el cojín del suelo y lo lanza al sofá.

—¡No te me acerques, Ariadne! —chilla —¿Cómo te sentirías si alguien que apenas conoce a Zaek por un año viene y te lo aparta de tu lado por siempre? —la señala —¿¡ESTARÍAS FELIZ!?

Ariadne me mira por una fracción de segundos y en seguida la desesperación que la invade a ella se cuela por mi sistema. También puedo sentir tristeza y preocupación.

—Cristina, tienes que calmarte —digo con fuerza llamando su atención.

Ella se gira a verme y odio es todo lo que su mirada irradia. —Tú, tu hermana y toda tu familia no han hecho más que joder mi vida —escupe con enojo.

—Lo siento mucho —respondo serio y honesto.

—No te disculpes por cosas que ya están hechas —susurra con un hilo de voz —¿Quieres saber la verdad? Desde que llevaron a mi abuela a la muerte, no he podido subir mis barreras del mundo espiritual, veo monstruos todos los días, a cada hora y a cada instante desde hace un año, ¡Por las noches hay demonios en mi ventana molestando! ¿Y sabes que es lo único que me mantiene serena y tranquila? —observo a Kenneth y Cristina lo señala —Mi hermano, tenerlo cerca es todo lo que necesito para saber que no estoy sola y puedo sobrevivir otro día sabiendo que él estará allí para mí cuando lo necesite. —hace una pausa y veo como Kenneth se limpia un par de lágrimas rápidamente. Cristina se gira a ver a Ariadne y le dice —Espero que estés feliz. ¿No quieres llevarte a mi mamá o mi papá también? —pregunta con ironía lo último y se gira para pasar por mi lado y salir del departamento estrellando la puerta.

El lugar se queda en silencio y suelto la mano de Giselle para ir hasta mi hermana, cuando la tengo frente a mí la abrazo fuerte contra mi pecho y sus manos van a mi espalda aferrándose.

—Iré con Cristina —avisa Kenneth y entonces Ariadne y yo nos separamos —No puedo irme con ustedes y dejarla así.

—Entiendo —Ariadne asiente y le da un corto beso en los labios —Ve con ella, estaré bien.

Kenneth asiente y sale rápidamente del departamento.

—¿Aún quieres ir? Podemos quedarnos aquí si deseas —le digo a Ariadne.

—Estoy bien —miente —Vamos, Rachell debe estar cansada de esperar.

Asiento y señalo con la cabeza el pasillo que da a las habitaciones para que, Giselle, Chloë y Joshua nos sigan. Cuando entramos a la habitación donde el portal se encuentra envuelvo rápidamente a los tres en burbujas magnéticas para que puedan cruzar con facilidad. Ariadne abre la puerta parada sobre sí misma en medio de la habitación y cruza, seguidamente los demás y por último yo.