24. Mil veces tú pt.2

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Zaek

Mi corazón late con fuerza cuando termina y mis ganas de besarla solo aumentan.

—Adelante, Zaek —el pastor me da la palabra y vuelvo a subir mis manos a las mejillas de Giselle para limpiar sus lágrimas.

—Existióun hombre muy sabio... —empiezo y miro brevemente a Ariadne, sus ojos azulesatrapan los míos y veo sus lágrimas a punto de salir, me sonríe y le devuelvola sonrisa antes de fijar mi vista nuevamente en Giselle —Su nombre era WilliamShakespeare, el autor favorito de mi hermana. Ese hombre escribió en uno de susridículos libros que tanto me desesperan una frase que en su momento me parecióquizás muy ridícula o falsa, aunque hoy cobran un nuevo sentido —levanto sumano izquierda y le coloco lentamente el nuevo anillo en su dedo anular.

 Ese hombre escribió en uno de susridículos libros que tanto me desesperan una frase que en su momento me parecióquizás muy ridícula o falsa, aunque hoy cobran un nuevo sentido —levanto sumano izquierda y le coloco lentamente el nuevo anillo en su...

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—"Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo" —cito el verso.

—Te amo tanto —dice con un hilo de voz. Giselle sonríe feliz y mi mente rápidamente me traslada al momento que la vi por primera vez.

«Abro el portal y este me deja frente a dos puertas gigantes.

Empujo con quizás demasiada fuerza ambas puertas y estas provocan un ruido muy escandaloso que solo será oído por la inconclusa.

Camino a paso lento observando lo que parece ser un gimnasio y me paro frente a las gradas donde varias mujeres mayores se encontraban observando a una chica haciendo piruetas en las barras.

Paso la mirada por todas las chicas y entonces la atrapo observándome.

Es bastante guapa, incluso me siento un poco aturdido ya que no esperaba que fuera una chica tan hermosa, lleva al igual que sus compañeras un uniforme de gimnasia, el cabello recogido, su mirada confusa no la abandona al verme de arriba a abajo.

Mientras ella continua con su nada disimulado escrutinio comienzo a caminar hasta ella sin acercarme demasiado y me cruzo de brazos, al parecer eso la intimida y se apresura a hablar con una de sus compañeras cosas que no puedo escuchar.

Decido burlarme de ella cuando me mira nuevamente asustada y ladeo una sonrisa perezosa mientras finjo mirar un reloj imaginario en mi muñeca.

Entonces el momento se aproxima, el entrenador llama a la siguiente y ella da un paso al frente, no quiero mirar su muerte así que cuándo procedió a dar vueltas en las barras observo con disimulo otro punto del gimnasio.

El tercer y último disparo suena a lo lejos.

Los gritos asustados fueron mi señal volver a mirarla, está acostada en el piso con los ojos cerrados, me apresuro para llegar hasta ella y la observo desde mi altura.

"Es aún más hermosa de cerca..."

—Creo que ya deberías ponerte de pie, ¡qué espectáculo acabas de dar! Aunque debo darte créditos he visto peores —le digo y entonces abre los ojos observándome fijamente —¡Ya levántate!

Destinados por la muerte #3 [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora