Destinados por la muerte #3 [✔️]

22. ¿No te arrepentirás?

Ariadne

Tres meses después

—¿Estás nerviosa?

Bajo el brillo labial y observo a Rachell por el espejo.

—No estoy nerviosa —miento y sé que lo hago terriblemente porque Rachell hace una mueca de pesar.

—Verás a tu exnovio y su nueva novia en la boda —comenta —Jehiel y tú tienen mucha historia, sé que debes estar inquieta.

—Eso está en el pasado, además ha transcurrido mucho tiempo.

—Ariadne, fue hace solo un año y par de meses. No quisiste si quiera estar en tu departamento, solo porque él estaría allí con ella.

"Ella..."

Ruedo los ojos ente el solo pensamiento de conocer a esta tal Sofía por primera vez. No estoy celosa y tampoco molesta, pero si me siento algo incómoda y aunque lo quiera negar creo que es la verdad.

Suspiro y me giro para ver a Rachell cara a cara.

—No sé qué quieres oír, pero ahora lo único que puedo decir es que amo a Kenneth más de lo que alguna vez pude amar a Jehiel y aunque verlo de seguro revolverá estas emociones que traigo, estoy segura de que estaré bien.

Rachell sonríe y me abraza.

—Estarás bien —dice en mi oído y al separarnos me mira con una sonrisa burlona —Además, llevas puesto un vestido de color azul... —hago cara de asco al recordar ese detalle y miro la prenda —Si eres fuerte para vestir algo que repudias, como los colores, eres fuerte para verle la cara al idiota de tu ex.

—Aún no puedo creer que accedí a usar esta cosa horrible —bufo señalando el vestido.

—Yo creo que se ve hermoso y somos las hermanas del novio así que debemos amar el vestido que la novia escogió para las damas de honor —Rachell da una vuelta mostrando su punto y yo niego.

—No, los colores son asquerosos, no cambiarás mi ideología, así que vámonos, debemos salir del inframundo, la ceremonia iniciará en menos de una hora.

❁❁❁

Zaek

—Joshua me acaba de decir que: él, su hermano y Kenneth ya salieron para la iglesia —informo mientras guardo el celular. Mi mejor amigo está frente al espejo acomodando su moño azul al cuello, es idéntico al que debo usar.

Se gira a verme —Son una bola de perdedores, no puede ser posible que ahora esa es la clase de gente con la que te juntas —comenta Jehiel de manera burlona.

—Bueno, es lo que hay y tampoco es como si puedas decir mucho porque Gylmerk no es la gran cosa tampoco —lo señalo.

—Hola —dice el rubio levantado su mano al aire —Les informo que estoy justo aquí, imbéciles.

Jehiel y yo le sonreímos con burla.

—¿¡Sofía ya estas lista?! —Jehiel pone sus manos como si fueran un megáfono y grita en dirección a la pared.

—¡En un minuto! —grita ella de regreso.

—¡Apresúrate que ya debemos irnos a la iglesia! —grita y en seguida hace una pausa. Una sonrisa gigante se apodera de sus labios cuando me mira —Esa es una frase que no creí decir nunca —me dice.

—¿Molestaremos al pastor? —inquiere Gylmerk con la misma sonrisa diabólica que tiene Jehiel justo ahora.

—No, no molestaran a nadie en mi boda —sentencio —Principalmente al pastor, así que mantengan a raya su naturaleza demoníaca.