Capítulo 22

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Poe quiere que le mientan.

Quiere que ella le mienta.

"Me gustas, Poe"

El de cabellos cenizas tensa la mandíbula en su posición, los brazos detrás de su cabeza, tumbado sobre la cama de Angelo. Lleva una bata de franela suya, sin camisa y los lentes de aros circulares, los de siempre. Scott lo observa de reojo, Levar nota que al rubio no le agrada que Poe inicie a tener ese comportamiento, pero no sabe cómo detenerlo. El chico de cabello largo atado en un pequeño moño bajo, suspira, llamando la atención de Scott, quien cambia el semblante de inmediato.

Hay muchas cosas que nadie sabe sobre Levar, cosas que él mismo intenta ocultarse, después de todo es el único que busca la forma de que todo esté equilibrado. Quiere la felicidad de su hermana, la de Scott, la de todos en general. No piensa en él, tampoco lo va a hacer, y sabe que cuando sea su turno lo rechazará, porque no es relevante su propia felicidad. Esa es la extraña forma de pensar de Levar, quien bloquea la pantalla de su móvil.

—Últimamente tengo muchas ganas de ir al baño y estoy preocupado de cagar mis intestinos —el chico más serio del planeta dice y Scott niega de inmediato, en un modo de decepción fingida y real.

Levar algunas veces dice demasiada basura... sería lindo que notaran sus intenciones.

Ethan sonríe a su móvil de una forma triunfante y observa la foto que le acaba de tomar a Angelo, de espaldas, mientras pinta sin sentido, con colores pastel. Sin prestar atención en que la pintura lleva sus rasgos escondidos, porque Angelo siempre pintaría a Ethan, ahí, escondido, de formas dolorosas y grandiosas, escondiendo su rostro, tal y como lo escondían a él ahora... y es que el azabache está perdidamente flechado, de esas formas preocupante pero muy dignas de admirar, pues lo puede controlar en pequeña proporciones. Toda su vida fue simplemente una monotonía, hasta la llegada de Ethan. Los únicos que siempre lo hacían seguir fueron sus amigos, pero Ethan lo ha hecho vivir.

—¿Qué tanto ves? —la voz de Tristan suena y el castaño se sobresalta.

—Que chismoso, Tristan —Ethan abre la boca y suelta en un tono de sorpresa fingida—. No debes de entrometerte en mis asuntos. Estoy viendo algo maravilloso que nadie puede ver.

—Es Angelo —Levar suelta y el nombrado observa a Ethan por encima de su hombro, no sonríe, pero se percibe su felicidad. La brocha en el lienzo se mantiene en presión leve—. Sí, eres tú, Gelo.

—¿Cómo van sus tatuajes? —Ethan ladea la cabeza y Scott observa el de Levar.

—Bien. Todos van bien.

—A mí no me engañan tus trucos baratos —Levar le advierte y Tristan ríe entre dientes—. Tristan, ven ayúdame a-

—No le pidas a la gente que te ayuden a cagar, Levi —Scott le riñe y ambos inician una riña de golpes juguetones.

*

A primera hora de la mañana, el grupo se encuentra en el estudio de Angelo. Anne también está ahí, tiene unas enormes ojeras bajo sus preciosos ojos y el uniforme algo desacomodado. Scott se encarga de poner todo en su lugar, mientras Angelo aparece con un cuadro roto y lo deja en medio salón. Todos lo observan con confusión y el azabache se cruza de brazos. Ellos se quedan a la espera de las palabras del chico. Todos llevan ropa curricular, es fin de semana después de todo y se ha convocado a una reunión en el estudio de Angelo. El grupo ha dormido en la habitación del pintor, Ethan estaba enfadado mientras Poe y Levar invadieron la cama, los demás durmieron en el suelo, en bolsas para acompañar. Fue un infierno mientras Angelo le acariciaba la piel suavemente bajo las sábanas.

El arte de tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora