EADTA 35 (Segunda temporada)

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Aún lo amo.

Ethan corre por el pasillo y sonríe hacia un grupo de alumnos que le observan, el cupido cruza el segundo pasillo y observa el reloj en su muñeca. Está un poco atrasado en su primera lección, no por decisión propia, ha sido por una reunión con el director, quien deseaba felicitar al castaño por su rendimiento. De todos modos, lo que desea es no perder esa difícil clase.

—Sueño que lo veo entrar por la entrada de la universidad y que me abraza, me pide perdón y yo lo acepto nuevamente.

Antes de pensar en adentrarse a su clase, observa por la ventana del salón de arte a Tamhre, quien parece estar en medio de una sesión privada, explica a algunos adultos algo que el cupido no puede escuchar, pero, como si supiera que está ahí, el de cabellos rizados lo observa. Ladea una perezosa sonrisa y el cupido sonríe radiante.

—¿Crees que eso podría suceder, Eth? —Jeannette cuestiona, ladea un poco la cabeza para poder observar mejor a su hermano menor, quien bebe algo de café en frente suyo.

—No sé si él haría eso, pero...

Heers observa a Ethan y el castaño saluda al contrario. Ambos inician una caminata apresurada al curso que comparten, aún cuando sus carreras no están relacionadas en nada. Heers se especializa en el periodismo, su fama está bien puesta, pero se encuentra bajo un anonimato, no le gusta la atención o adulación falsa. No es nada parecido a Jown.

—¿Viste a Tamhre? —Ethan sonríe hacia Heers y el chico de piercings en la oreja, ladea la cabeza, con la vista en otra dirección.

—Sí... ¿Hablarás con Levar luego de su clase?

—Claro.

Tanto Heers como Ethan saben sobre la relación entre el profesor Matthew y Levar, Ethan necesita hablar con él mismo, tal vez intentar aconsejarlo de cierta forma.

¿Pero?

Ethan observa a su hermana y se encoge de hombros, en un gesto desentendido.

—Pero yo sí actuaría así.

—¿Aún lo quieres?

—Claro que sí. Dante me lo dijo, Angelo se fue por miedo. Aún pienso que puede enfrentarse a sus miedos. Yo lo espero.

—¿Qué hay de Tamhre?

Una sonrisa pequeña se asoma por los labios de cupido, quien busca una menta para meterla a su boca.

—Tamhre y yo tenemos una conexión inexplicable... pero solo nos complementamos para-

*
¿Por qué no ahora? —Tamhre cuestiona, su lengua recorre el cuello de Ethan, en donde deja húmedos besos y el inicio de marcas que no serán notorias.

Ethan se mueve un poco, sus ojos cerrados antes lo bien que se sienten los besos de Tamhre, la presión entre ambos bultos y los deseos de hacerlo ahora mismo.  La música retumba afuera, Ethan huele a alcohol, pero no está ebrio, ha sido un trago de ambrosía compartido con Tamhre, en la planta baja, antes de subir y encerrarse en el sanitario.

—Tamhre —Ethan pide, el de cabellos rizados y desordenados se separa un poco, observando al mismo. Tamhre es simplemente caliente—. Estamos en el baño.

—¿Y eso qué?

—Venga, que la gente también tiene derecho de mear y vomitar en este lugar —sus brazos se estiran para que sus dedos se entierren en el cabello del chico, lo tira hacia él de una forma bastante excitante.

El arte de tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora