El arte de tu Amor

Capítulo 7

—Soy una mantis religiosa —Ethan informa con un tono de obviedad muy presente a sus amigos, estos suspiran y Frank se burla de una manera altanera y dramática, mirando por encima de su hombro.

—Que tontería —dice el chico y Carrie lo observa completamente incrédula.

—Lo dice quien porta un disfraz de dinosaurio —bufa la chica, mientras se acomoda el par de alas atadas en su espalda—. ¿Cuántos años tienen?

El grupo completo se encuentra en la tienda de disfraces, probándose el disfraz que desean, para que sus otros amigos lo aprueben o lo rechacen. Pero, como siempre, Frank, Ethan y-

—Soy un lobo —Levar habla apacible, y sale del vestuario completamente disfrazado de lobo negro. Carrie casi que deforma su expresión ante la vergüenza y rareza de su hermano, como siempre, siguiéndole los juegos a los idiotas.

—¿Por qué no nos ponemos serios? —Penny, quien va vestida de la reina Victoria, aparece en el lugar. El buen disfraz la hace ver demasiado pesada, incluso visualmente—. ¿Qué tal mi disfraz?

—Mejor mátate —la voz dura de Tanner Jones se hace presente en la tienda, parece que justo a entrado a la tienda en compañía de sus amigos, después de todo es una de las únicas tiendas de calidad relacionadas a los disfraces.

La sonrisa de Penny se desvanece enseguida, sus mejillas se tiñen de carmesí, y juega con sus dedos detrás de su espalda. Los amigos de Jones se burlan levemente, menos Cameron James, el mejor amigo del chico, quien nunca parece contento con las tonterías que salen de la boca de su mejor amigo. Normalmente dejaba chocolates a escondidas en el casillero de Penny, con notas que la animan. Ella lo sabe, pero, aún cuando está agradecida, no piensa dirigirle la palabra al chico, una vez había oído a Tanner decir que si él andaba con una chica, la chica debe de respetar a los amigos suyos y se pondría algo celoso.

—Ya vete, Tanner —Ethan dice, sin alterarse por las palabras mencionadas ante su amiga, sin dejar de observar el cierre del disfraz, lo acaba de romper.

—Si tienen algo de cariño por esa mujer —el chico observa a Penny—. Deberían de aconsejarle mejor no presentarse. De todos modos no tiene arreglo, espantaría más de la cuenta. Es una fiesta de disfraces, no un show de fenómenos.

—¿Estás escuchando la basura que sale de la boca de un cerdo sin modales? —la voz de Angelo, dura y rasposa resuena. La risa de Poe detrás.

La cortina se abre y de ahí sale el trío de amigos, todo a juego, calientes y definitivamente en obra de arte. Los tres van vestidos de la época antigua Romana, Angelo lleva un disfraz precioso, cubriendo su parte inferior también con telas oscuras y rojas, sin una camisa o tela cubriendo su pecho, sucio en maquillaje y una sola manta leve que lo cruza por el hombro, su cabello está desordenado y lleva una espada de metal falso colgando en la cintura, es un peleador esclavo Romano. Scott porta un disfraz de metal falso bien trabajado, casi real a simple vista en pintura, telas por debajo semi transparentes, con un caso en la cabeza del mismo material, es un soldado Romano. Mientras Poe lleva un bata blanca de detalles rojos y una corona de hojas de eucalipto dorada. Los disfraces parecen haber sido hechos para ellos.

—Imaginas que alguien supiera su secreto —Scott frunce el ceño, mientras observa a Angelo, como si nadie estuviera ahí mas que ellos.

—Sería una lástima, ¿Verdad? —Poe pone una mano sobre su boca, a penas es su dedo qué pasa por sus labios—. Tal vez en la fiesta podríamos exponerlo. Después de todo ya le habíamos advertido una vez.

—Lo veo bien. Ese bastardo me aburre demasiado —Angelo observa a Ethan y este aparta la mirada de inmediato, lo había estado observando todo el rato. El azabache ladea una sonrisa pequeña y perceptible—. En fin.