Capítulo 40

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Hace algunos días, mientras Angelo veía televisión, Scott jugaba en la consola y Poe se hacía una mascarilla facial, llegó el tema de Ethan. Levar, no se menciona, a Scott realmente no le gustaba que hablaran de él, en cambio, Angelo parecía avivarse más cuando se mencionaba a Ethan en una conversación. Poe dijo:

—Alargas algo y no han pasado ni dos meses desde tu llegada. Acepté tu decisión de cambiar las cosas con Ethan, pero ¿No ves lo mucho que te atormentas?

—Igual Angelo terminará pidiéndole perdón, es un final que me es bastante predecible —dice el rubio, tira el control hacia la pared luego de perder la partida—. Diablos —murmura con terror al ver lo que ha hecho y se acerca al aparato roto.

Angelo los observa, apartando la vista del programa televisivo y un par de papas que se encontraban sobre su desnudo abdomen. Sus mejores amigos parecen sumergidos en lo que hacen, pero aún así pueden prestar atención al tema.

—Somos adultos, Angelo. Debes de buscar tu felicidad —Poe dice y finalmente lo encara—. Mira, sé que tu familia no lo tomará bien y no solo ellos, no es como si la comunidad homosexual fuese aceptada totalmente y sé que vivimos alrededor de grandes jefes que no lo aceptan, pero no puedes vivir bajo el ala del mandato toda la vida.

Scott, al escuchar aquello, se volteó hacia ambos, la conversación se ha vuelto seria repentinamente.

—Poe tiene razón. ¿No has pensando en la posibilidad de que Dante haya hecho todo esto para que finalmente te conviertas en un adulto?

La pregunta quedó en el aire, esa noche Angelo no pudo dormir.

Ahora, teniendo a Ethan frente a él, preguntando de una forma completamente seria aquello y advirtiendo a la vez. Ethan está totalmente golpeado, de todas las formas posibles y así es como Angelo tiene que tomar asiento.

—¿Tú... podrías esperarme? —cuestiona el azabache. Ethan no aparta la vista del artista, simplemente parece estar escupiendo cosas incomprensibles, como siempre, está huyendo de las conversaciones.

—Te he esperado tres años y te he soportado las humillaciones, incluso cuando querías esconder lo nuestro en el pasado. Así es como llego a mi respuesta: no —pero verlo así, sin las expresiones amargas en su rostro, con el cabello tirado hacia su rostro y una expresión de alivio enorme, lo hace dudar—... tal vez sí.

Después de todo no importa, el amor era así, mucho más en un estado tan inestable como lo es Angelo. Solo no quiere que sigan jugando con él.

—Escucha, sé que esto es tremendamente cliché, pero-

—Mira, acabo de salir de la pelea más extraordinaria en la vida universitaria y estoy completamente hecho una desagracia, pero si tú me dices que hiciste todo para protegerme y no herirme, juro que me voy a levantar y te voy a dar la tremenda paliza de tu jodida vida —advierte el castaño, su mente siendo un poco iluminada.

Angelo sonríe suavemente y de una forma bastante diferente, rasca la parte posterior de su cuello y ríe un poco, avergonzado con todo lo que está sucediendo. De repente, el ambiente se siente como en el pasado, tan bueno que ambos podrían morir ahí mismo.

Hay personas que simplemente no pueden estar separadas por mucho tiempo, la atracción es tan fuerte que llega a ser insoportable en cierto punto.

—Te amo —suelta Angelo y el cupido siente un golpe repentino en el pecho—. Sin embargo, necesito tiempo.

—¡Todo el tiempo que necesites, te lo voy a dar! —Ethan suelta, emocionado, feliz, con ganas de soltar en llanto, con ansias en danzar, como si aquellas palabras hubiesen sido lo que necesitaba. Angelo suelta el aire retenido en sus pulmones—. Tú, no sabes el daño que me has ocasionado en los últimos días. Pensé que tendría que soportarlo un poco más y cuando realmente llegué a imaginar que no me quería hablé con Blue y Levar, ellos me aconsejaron que diera un último aviso con rostro de seriedad, con tono de enfadado y que caerías fácil.

El arte de tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora