Capítulo 34 (FINAL TEMPORADA 1)

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Tahmre es un chico castaño, de un cabellos ruloso desordenado, normalmente confundido con ser el hermano de Blue, supone que se debe a que ambos llevan siempre esa mirada aburrida en sus ojos, pero era parte de haber crecido con su tipo de parpados. La fotografía lo es todo para él, es como si estuviera dentro del avance profesional con su grupo de amigos.

El grupo se conoció en primaria, junto con Rin y Oliver. La secundaria fue lo que los separó, pero Oliver y Rin normalmente toman el metro los fines de semana. Conocieron a Pol en Canadá, en un viaje que ellos mismo planearon. Pol, tan serio y cerrado no tardó en sucumbir ante aquel grupo, desde entonces mantienen una fuerte relación a distancia entre todos, sorprendiendo a la vida. Se conocen todos como si estuvieran juntos siempre.

El chico mantiene ambas manos dentro de sus bolsillo, se detiene justo en medio del parque. Son las doce de la madrugada, hace frío y el ambiente se siente algo nostálgico. La cámara descansa en su pecho, apoyada de la banda alrededor de su cuello. La enciende y toma la fotografía del chico apoyado en el columpio.

—¿Me acabas de tomar una fotografía? —su voz no tarda en hacerse presente, Tahmre alza la vista de la pantalla y asiente sin más.

—Exacto.

—No quiero que me fotografíe un extraño. Deja de ser tan raro, métete un dedo en el culo y sal por donde has venido... por favor —el contrario pide. Su tono hace que Tahmre ladee una perezosa sonrisa.

¿Acaba de decirle que se meta un dedo en el culo? ¿Quién utiliza esa clase de insultos hoy en día?

—No.

—Oye, rarito. Algunas personas sólo queremos tener un momento solos, para pensar y analizar un poco las cosas —toma aire—. Y no queremos que un raro, de expresiones aburridas... ¿Te estoy dando sueño, eso es? Esto es simplemente una falta de respeto para mí, para todos los presentes.

—No hay nadie presente —el rizado ladea la cabeza y lo observa un poco mejor, se ve cruzando sus brazos un poco—. ¿Te metes drogas? Yo también quiero.

—No me meto nada, raro loco. ¿Sabes qué? Me largo, me da miedo que me asaltes —alza sus manos, luego se pone de pie y sacude un poco sus pantalones. Tahmre alza un poco las cejas.

—Eres Ethan Reed.

—Sí.

—Ahh. Conozco a tu hermana, la que es chef. Es la profesora de cocina de nuestro instituto, temporalmente, pero lo es —Tahmre mueve un poco su mano y deja la cámara nuevamente guindando.

Ethan es tal y cual su hermana lo describe. Siempre se imaginó a un chico como él, pero menos sombrío y amenazante... aunque lo de amenazante sí cabe en el mismo saco. De hecho, se le hace completamente divertido, pero no es de andar sonriendo por ahí como un loco. Sorprendemente lo encuentra por primera vez lejos del internado o Instituto Saint Gerald, se pregunta mucho, pero tampoco está lejos de llegar a las respuestas, Rin y Oliver son dos personas que dicen mucho.

El castaño ya no parece tener la idea de marcharse.

—¿Puedo acompañarte?

—No.

—Perfecto —el castaño ruloso se sienta en el columpio próximo.

—¿Estás sordo?

—¿Normalmente eres así de tedioso? —Tahmre ladea un poco la cabeza, de su mochila saca su bebida favorita y la burla de sus amigos: leche de bananas. Ethan observa el recipiente y cierra la boca inmediantamente.

Lo piensa un par de segundos, no es mucho lo que le quita.

—Podemos hacer un trato... me das de tu bebida y yo te dejo acompañarme —hace sonar su garganta, Tahmre no tarda en sacar otra botella y extenderla. ¿Cuántas tiene ahí adentro? ¿Quién mierda va a tener botellas con aquella bebida ahí adentro?

El arte de tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora