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Favor leer con la canción: Mr. Kitty - After Dark

Te veo, me ves. Que placentero este sentimiento. El momento en que me tomas

Te extraño. Lo siento.

Yo te di lo que tenía, te mostré que estoy creciendo.

Las cenizas caen lentamente, mientras tú voz me consuela. Mientras que las horas pasan.

Te haré saber, que necesito preguntar, antes de que esté solo, cómo se siente descansar en tus pacientes labios, para ser feliz por siempre. Estoy contento por saber
*

—Ethan lleva dos días sin venir a clases.

Angelo levanta su cabeza, despegando la vista de su cuadro. El club de arte está reunido ese día y Angelo ha estado asistiendo los últimos dos días, en ausencia de Ethan. El artista siente los labios secos y el dolor en su pecho que se ha convertido en una sensación matutina de la que ha tenido que acostumbrarse.

—Escuché que no quiere salir de su habitación y lo tuve que ver por mis propios medios —otra voz—, fui a dejarle medicina por si se trataba de un resfriado, pero no me ha dicho nada. Solo me dio las gracias y sonrió de una manera tan falsa... es como cuando, ya sabes, Angelo Petrelli lo dejó solo —el tono disminuye, pero la persona contraria no disimula la sorpresa.

—¿Qué dices?

—Ellos estaban muy unidos en el último año y de un día para otro Angelo se fue junto con Poe y Scott. Fue el peor año, Ethan se convirtió en alguien irreconocible, todos decían que entre ellos hubo algo romántico, pero Eth se encargó de desaparecer los rumores.

Ethan da vueltas en su cama y limpia las lagrimas acumuladas debajo de sus ojos, ha estado llorando sin parar y la cabeza le palpita dolorosamente, la boca se siente seca, le duele la nariz y la garganta. No entiende, él ya no quiere llorar, no es una persona tan débil, es un hombre, pero incluso los hombres lloran, incluso los hombres sufren.

—Yo no me merezco esto —susurra con un tono tembloroso y siente algo agrio en el estómago.

Ethan se pone de pie inmediatamente y corre a vomitar, sucede que finalmente expulsa la comida que Jown y Blue han ido a dejarle en la mañana y él llora de una forma patética, da gemido de dolor y es escandaloso, mientras llora y expulsa aquello. En medio de su tormento personal resbala y cae al suelo, da un par de golpe con la mano abierta al suelo, en quejas. Le duele mucho el corazón.

Tamhre corre por el pasillo y deja la bolsa sobre la encimera del apartamento.

—Ethan —dice, antes de ponerse de cuclillas y agarrar al castaño, sin embargo es recibido por un golpe.

—¡No me toques! ¡A nadie le importo! Solo están aquí porque piensan en mí como una obligación —se deshace del agarre y se aleja, Tamhre abre los ojos con sorpresa—. Ya no me mientan más, por favor.

—¿Qué es lo que dices, hombre?

—Ustedes... yo no soy nadie. Yo también quiero que alguien me ame, Tamhre —las lagrimas son seguidas, entre una rasposa voz dolorosa—. Quiero que Angelo me ame. ¿Piensas que no es triste acostarme contigo? Apuesto a que piensas en Heers y yo solo pienso en ti en esos momentos, ¿Alguna vez lo hiciste con Ethan y no con la mente en Heers?

Es la primera vez que Tamhre llora y siente que todo se viene abajo de un momento a otro, puede jurar por su vida que le duele como nunca antes nada le había dolido en el mundo. ¿Dónde estaba la sonrisa de Ethan? Otra vez estaba devolviéndose al Ethan que conoció tres años atrás, pero este solo suelta incoherencias.

El arte de tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora