Una colaboración hará que Areum caiga en manos del Señor Kim, un narcisista que disfruta corrompiendo personalidades débiles y llevándolas a su mundo sádico.
Areum aprenderá que las rosas más bellas también poseen las espinas más dañinas y difícil d...
-Jimin, ¿podemos parar un momento en la librería más cercana? -busqué la mirada del joven chófer en el espejo, y vi el conflicto en sus ojos-. Puedes entrar conmigo si quieres, no le diré nada a mi madre.
-Estoy en horario laboral, Señorita So -giró el volante con gracia, aparcando en frente del comercio y sosteniéndome la mirada con una leve sonrisa.
-Aún así puedes bajar, ¿vale? -desabroché el cinturón para colarme entre los dos asientos delanteros, mirándole de forma amistosa y directa-. No tardo mucho.
Me apeé del coche, sosteniendo la tela de la falda a mis muslos.
Aunque en el momento me hubiese parecido excitante, se me habían manchado las bragas con mis fluidos y los del Señor Kim, y me daba bastante asco llevarlas puestas.
Me las había quitado, por lo que tenía que llevar cuidado con las ráfagas traicioneras de aire.
Unas campanitas metálicas anunciaron mi entrada a la librería, e instantáneamente me relajé cuando las páginas de papel capturaron mi olfato.
Iba a comprarle el regalo de cumpleaños a Jungkook.
Me acerqué al mostrador que había al final, con un bonsái al lado del chico de cara tapada. Se ocultaba tras el cómic que leía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Hola -esperé a que me prestara atención, y me sorprendí al ver lo guapo que era-, ¿me puedes ayudar a buscar un libro?
-Claro -clavó el marcapáginas en el cómic antes de levantarse, y cuando lo hizo vi lo alto que era. Le tendí la lista manteniéndome firme, y observé el mullet rubio-sucio que enmarcaba su cara.
Vi el pin con su nombre que llevaba en la camiseta, "Mon".
Levantó la vista del papel con el ceño fruncido, y me miró de arriba a abajo antes de reírse para sí mismo.
-Son para un amigo... -sonreí un poco avergonzada, pero aún así le seguí hasta la estantería más oculta de la tienda.
-No juzgo las compras de mis clientes -me hizo una seña a los estantes +18, sonriéndome con un poco de chulería. Yo hice lo mismo.
-Gracias, Mon -detuve mi mirada en su etiqueta adrede, y volvió a desvanecerse entre montañas de libros.
Estaría bien trabajar aquí, muy bien.
Busqué el título de la lista entre los lomos de los libros, y mi curiosidad de vez en cuando sacaba alguno de su alineación solo para ver la portada.
La imagen era peculiar, una colegiala en la sección de hentai y sin bragas.
Di un pequeño saltito al encontrar el título, y sonreí al ver cerezas en la portada. Porque sí, le había buscado a Jungkook hentai con cerezas, parecían gustarle mucho.