Sugar, daddy ; kth, jjk [+18] COMPLETA

36. [tiritas]

Viernes de actualización porque os echo mucho de menos 💔🥺

Areum

Si era un sádico, ¿acaso no le excitaría mi miedo?

Debía permanecer callada por mi propio bien. Si ahora se me ocurría tener un brote de pánico...cavaría mi tumba.

¿Me iba a castigar por haber entrado?

-Te gusta desobedecerme, ¿verdad, Areum? -se rió con amargura al darle la última calada al cigarrillo, este ya consumido en los minutos que llevaba temblando-. Has entrado sin estar preparada y ahora estás traumada -estranguló el marco de la puerta entre sus dedos, y me mareé al pensar en que eso podría ser mi cuello-. Joder...ven aquí.

Mantén la calma, por favor, p-por favor...

-Siento haber entrado -mantuve la calma mirando su pecho en vez de sus ojos severos, y no pestañeé en el caso de que atentara algún movimiento rápido contra mí-, lo siento m-mucho, Señor Kim.

Necesitaba salir de aquí, irme a casa ya

-Tsssk...no seas maleducada y mírame al hablar -tomó mi mentón y lo alzó, y le humedecí los dedos con lágrimas-. Deberías estar durmiendo conmigo en la cama, no curioseando de madrugada -frotó el pulgar contra mi mejilla, y siseé de dolor cuando rozó algo que escoció-. Oh, qué tenemos aquí... ¿Te has hecho un corte y ni siquiera te has dado cuenta?

¿La navaja también se me había caído en la cara?

-¿Cómo de nerviosa tienes que estar ahora? -prolongó el toque por toda mi cara, y besó el pequeño corte con una sonrisa perturbadora. Tuve un mal presentimiento.

-Se me cayó en la cara accidentalmente -se me había cerrado la tráquea y no podía respirar bien, y si no salía de aquí, comenzaría a hiperventilar. Cogí una de sus manos grandes, entrelazando nuestros dedos de forma patética-. Por favor...volvamos a la cama, ¿sí, Señor Kim?

Bordeé su cuerpo en dirección a la puerta, pero bloqueó lo que quedaba de salida con su brazo; rozó la punta de mi nariz.

¿Por qué no podía estar tan comprensivo como hace unas horas?

-¿Adónde vas? No recuerdo haberte dado permiso para salir -apresó mi brazo hasta acorralarme en la pared, y contuve la respiración inestable cuando habló impasible contra mi sien-. Ni siquiera te lo he dado para entrar, cariño -acarició mis brazos con las yemas de los dedos, y tuve sudores fríos por la incertidumbre. Estaba demasiado sereno y eso me estaba arrebatando la cordura-. Deja de temblar como un cervatillo.

Solo pude llenar bien mis pulmones cuando se apartó, y vi sus pasos avanzar hacia la estantería. Detectó la pieza de coleccionista que estaba colocada con prisa y torpeza, y en un abrir y cerrar de ojos ya la tenía en la mano y frente a mí.

-¿Ha sido esto lo que te ha hecho eso en la cara? -apoyó la mano armada en la pared, cercana a mi mejilla, y escrutó mi expresión horrorizada en busca de su diversión nocturna.

-... -asentí con inseguridad, e intenté acariciar su pecho para que me prestara atención y cariño-. S-Sí, Señor Kim.

-Sabías perfectamente que no puedes entrar aquí, sin embargo lo has hecho -el aire dejó de fluir en mis pulmones por segundos, y unos dedos largos en mi cuello eran los culpables. Me tragué el gemido de dolor cuando apretó de más, pero aún así acaricié sus anillos para que aflojara el agarre-, ¿por qué, Areum? Todo estaba yéndonos muy bien.

-Señ... -comencé a toser tras varios segundos de presión extrema, y solo entonces aflojó los dedos-. ¿Por qué dejaría algo al descubierto si quisiera mantenerlo en secreto?