Sugar, daddy ; kth, jjk [+18] COMPLETA

46. [azúcar, papi] I

❣️Mi regalo de Reyes ❣️

⚠️ Contenido sensible ⚠️

Señor Kim

Viernes, 01:36

Su móvil no dejaba de vibrar desde el otro extremo de la habitación, y sabía perfectamente quién le estaba llamando.

-Perdonáme, Areum -susurré en su nívea frente. Con paternalismo, arropé su durmiente figura con el edredón, e incluso cubrí sus orejas para que no se enfriara con las bajas temperaturas.

Aún compartiendo el mismo oxígeno que ella, aprecié sus mejillas teñidas por el frío, lo rosadas y juveniles que parecían en comparación con las blancas sábanas.

Ensimismado, pasé la yema del pulgar por su labio inferior, y por un instante, hubo un silencio de madrugada en la habitación. Uno donde Areum era la rosa protagonista de un precioso y florecido rosal.

-No tienes nada que envidiarle a la Bella Durmiente, tampoco... -besé su mejilla en silencio, y dejé que mi princesa durmiera más.

Todavía conservaba la calma del rocío en su rostro, pero en un rato despertaría y toda esa belleza serena se echaría a perder.

Lamentablemente, el cloroformo no era como lo describían en las películas, ni de lejos era tan duradero. Areum había estado muy poco tiempo expuesta al químico, por lo que despertaría en menos de una hora.

El silencio fue roto por nuevas vibraciones que me hicieron desesperar, y agarré el maldito teléfono con rabia en la sangre. El sistema me pidió la contraseña para desbloquearlo, y lejos de sentirme derrotado, chasqueé la lengua con una pequeña sonrisa.

El teléfono tenía reconocimiento de huella dactilar

-Agh, estos jóvenes tan modernos...nunca aprenden -busqué la pálida mano femenina bajo la colcha, y usé su dedo como contraseña. Los mensajes de Jeon se clavaron en mi vista, haciéndome rodar los ojos-. Qué pesado es, no se cansa nunca... -leí por encima los reclamos desesperados, y le respondí para no alzar sospechas sobre el paradero de Areum. Lo que menos me apetecía ahora era discutir, y mucho menos con críos metomentodos.

Areum

Estoy bien, me ha bajado la regla y me he tenido que ir a casa.
Me duele el estómago mucho.
Siento el susto, nos vemos mañana.
01:42

Apagué el teléfono para no tener más distracciones y lo oculté en algún cajón perdido del aparador. La habitación se quedó tan silente, que incluso se habría escuchado el abrirse de las flores.

Solo estábamos ella y yo en la rosaleda

El delito que había cometido no era ahora mi mayor problema. Mis intenciones habían sido tan inocentes como el querer pasar tiempo con Areum. No tenía malas intenciones, al menos no esta noche.

Solo necesitaba que despertara bien, que no gritara o me desobedeciera... Incluso que me regalese uno de sus besos, entonces sería perfecto

-No pasará nada -me autogaranticé.

Apoyé las manos en el aparador, e hice varias respiraciones profundas para desestresarme de forma natural. No quería fumar como método de relajación, porque debía estar en mis cinco sentidos para aprovechar la compañía de esta noche.