Sugar, daddy ; kth, jjk [+18] COMPLETA

23. [técnica atleta]

Ya os pensábais que me había olvidado de la actualización del viernes...( ꈍᴗꈍ)

Jungkook

La quería cargar en brazos siempre: para cuando tuviese cólicos menstruales, para hacer el amor, para cuando quisiera llorar como ahora e incluso solo por capricho.

Era mi princesa, joder

-¿Me quieres contar por qué estás llorando? -susurré con suavidad. Rocé su coronilla con la nariz, gesto que se me estaba haciendo costumbre.

Oler lo floral de su pelo y lo natural de su piel era un bonito vicio de hombre enamoradizo.

Me llevé una sorpresa cuando asintió con la cabeza, y desde este ángulo picado se veía más vulnerable que nunca.

Estaba sintiendo una increíble angustia de ver a Areum llorar

-Pues ahora lo hablamos, ¿te llevo al sofá? -mis bíceps ardían debido al esfuerzo físico de levantar a la chica que me gustaba, y era un tonto y bonito sueño.

-Pero solo si estabas ahí con Seokjin, no quiero molestar... -buscó mi mirada con vulnerabilidad, y no me tranquilizó nada ver sus ojos de cervatillo.

Areum había dejado de sollozar y ahora respiraba con normalidad, como si se hubiera relajado entre mis brazos.

Me agradaba mucho la idea de ser su consuelo, su hombro para llorar.

-No digas tonterías, nunca me molestarías -opté por sentarnos en el alargado sofá, y me planteé cómo mierda sentarme para que no me entrasen ganas de besarle-. Estaba viendo una película con Seokjin pero era muy mala, estar contigo es mil veces mejor.

La puedes sentar en tu regazo, como siempre sueñas

Ahora no era el momento para pensar en hentai.

Areum fue absorbida por el sofá como si fuese masa de harina, y me miró cuando no me senté. Estaba en posición fetal y todavía llevaba falda, no quería que se sintiese incómoda con la exposición de sus piernas; y yo tampoco quería pensar demasiado en cosas relacionadas con su piel.

-¿Por qué llevas el uniforme?, ¿has dormido con él?

-Uh...sí. Llegué tarde a casa y caí rendida en la cama -se justificó con gestos de manos débiles.

Si no se había cambiado era porque la idea de venir a hacerme una visita había ocupado su mente nada más levantarse.

Me di unas palmaditas en la espalda mentalmente, del progreso.

Sabía por quién había llegado tarde a su casa, pero antes de intentar profundizar señalé sus piernas.

-¿Quieres que te deje algo de ropa? Es más cómoda y tendrás más movilid...-

-Por favor -asintió muchas veces de una forma que me dieron ganas de cogerle el mentón y acariciarle la mejilla, pero me limité a sonreír. Me di la vuelta para ir a buscar en mi armario, pero su voz me frenó-. Kook, esto me da un poco de vergüenza, pero...¿me puedes traer ropa interior?

Alcé las cejas extrañado con su petición, pero al ver su cara atomatada no hice ninguna broma.

El ambiente tampoco estaba para eso hasta que no nos acurrucásemos en el sofá, porque sabía que la frialdad del ambiente se iría con un abrazo de horas.

-He cogido ropa de cuando era un palillo y no tenía músculos -le entregué las prendas dobladas y perfumadas-, debería servirte.

Algo de mi discurso le arrancó una risita tímida, y me dio justo en el corazón que le hubiese hecho reír.