Sugar, daddy ; kth, jjk [+18] COMPLETA

31. [castigo interno]

⚠️ Contenido sensible ⚠️

Subo este capítulo también porque os habéis quedado con la intriga...no os decepcionará🫂🌋🌶️

Areum

Se puso unas gafas negras y arrancó el coche con una velocidad ilegal. No dije nada, porque se había subido la regla al coche y tuve miedo.

El Señor Kim hoy no estaba para bromas.

Vi a Kook salir justo a tiempo por el espejo retrovisor, pero solo vi lo confundido que estaba.

Jungkook
Llámame si pasa algo
17:57

Areum
Estaré bien, nos vemos mañana
17:57

-Señor Kim -miré su perfil serio, y me mandó callar con un dedo en sus labios.

-Tienes prohibido hablar, no me hagas repetírtelo.

Y no lo hice.

Nos cruzamos con su padre y mi madre al entrar a Hyundai, y recordé la razón original por la que había conocido a Kim Taehyung: el coche KimSo, del cual ambos tendríamos una presentación a finales de semana.

Una que todavía no habíamos empezado a preparar.

-...¡avísame si necesita el psicólogo, Señorita So! -su padre se despidió entre risas, y se le fruncieron los ojos con la broma. Ya no tenía tan claro si necesitaba ir al psicólogo o no.

-Vamos -una mano grande y metálica me cogió la muñeca, y seguí sus zapatos hasta el ascensor. Olía mucho a tabaco tostado, a cenizas calcinadas, a un pedacito de mi infierno personal.

Me quedé quieta en una esquina, respirando lo más silenciosamente que podía y callada; y agradecí que no me intentó tocar.

Tanto silencio me perturbaba, estaba tan acostumbrada a que me cogiera del cuello y que me gritara, que se me hacía muy extraño el trato que me estaba dando.

Quería acabar ya e irme a casa

Parecía haber pasado una eternidad desde que había entrado a su despacho, cuando en realidad solo habían sido cuatro días.

Subimos el pequeño tramo de escaleras, y frente a la única puerta, había una persona de espaldas a nosotros que habló.

-Taehyung, he tenido un problema con las... -Seokjin cerró la boca cuando se giró y me vio, y miró al Señor Kim apurado y en busca de instrucciones-, oh.

No olvidaba que eran amigos, ni tampoco que Seokjin era el nuevo amigo de Kook de influencia cuestionable.

-¿Qué haces tú aquí? -hablé sin pensar, dedicándole la peor mirada posible.

El dueño de la mano autoritaria se giró hacia mí, y se me hizo un nudo en la garganta al ver su mirada dura, impenetrable; no quería empeorar el castigo. Reclamó mi silencio sin palabras, y me quedé en segundo plano.

-Hablaremos dentro, Seokjin -la cerradura cedió bajo las llaves, y casi me desequilibré debido al tirón del Señor Kim. Se sentó en su butaca y encendió un cigarrillo, y tanto mi compañero de clase como yo miramos la llama iluminar su mirada, en busca de humanidad.

Pero no había nada que pudiese ser resaltado, era tan tóxico como la nicotina entre sus labios.

Nunca había confiado en Jin, pero al ver cómo le temblaban las manos a mi lado, supe que también era una víctima.