Sugar, daddy ; kth, jjk [+18] COMPLETA

19. [hentai cute]

⚠️ Contenido sensible ⚠️

Jungkook

-Nos vemos mañana -repeiné mi pelo y acomodé la corbata del uniforme al acabar el partido de fútbol con Seokjin y sus amigos, y el mayor se apoyó en mi hombro.

-Te tiene cogido de los huevos -su voz me puso los pelos de punta, los dos mirando a través de la valla de metal.

Su delgada figura estaba recostada contra el tronco, la tranquilidad idílica en su cara, un libro entre sus delicadas manos. Tenía las piernas abiertas y flexionadas, y sabía que eso estaba llamando la atención de Jin, aunque ella siempre llevase pantalón debajo de la falda.

-Es muy rarita pero está muy buena, así que gran elección. Avísame cuando te la tires.

Demasiado simpático como para ser verdad

-No hables así de ella, ¿vale? No es un objeto. Y me puede coger los huevos y todo lo que ella quiera -soné firme y autoritario y también ridículo, pero me daba igual.

Me estaba cansando de ser el chico dulce que aguantaba toda la mierda de las bocas ajenas.

Me planté frente a ella, y me regaló una acaramelada sonrisa desde abajo que me hizo recordar el beso de la mejilla.

-¿Comemos ya? -asentí sin pensármelo dos veces, y me senté en la hierba junto a ella.

Por muy infantil que sonase, se me había disparado el corazón con el beso, y también las esperanzas.

-Dame un momento -se giró para urgar en la bolsa misteriosa de papel.

Ya me había olvidado de por qué me había enfadado ayer, pero al mirar su cuello me sentí un fracasado. Sí, Areum ya no llevaba el pañuelo ni los moretones, pero sí el collar de Kim.

No quería pensar por qué razón no llevaba el mío.

Tampoco entendía por qué no me había comentado nada sobre el heredero gilipollas de la Hyundai, pero tenía esperanzas de que Kim se lo hubiese inventado todo.

Aunque no se regalaba un collar de diamantes con tus iniciales a cualquiera.

-Oye, ¿qué tal va la colaboración con Kim? -me recosté sobre el tronco del árbol disfrutando de la tranquilidad, los chicos ruidosos jugando a fútbol en la otra punta.

Este era mi rinconcito sagrado con Ari.

-Ya solo quedan cinco meses -todavía dándome la espalda hizo un gesto para quitarle importancia. Comentó el tiempo restante, pero no los detalles-. Es tu regalo de cumpleaños, siento haber tardado tanto...

Extendió los brazos hacia mí, sus ojos rasgados por la preciosa sonrisa, y le robé la bolsa para no robarle un beso.

-No tenías por qué regalarme nada.

-Tú tampoco me tenías que regalar nada en tu cumpleaños.

Contuve las ganas de mirar mi inexistente collar en su cuello, y en su lugar le pedí permiso para abrir el regalo.

Saqué la caja de cerezas que había encima de todo lo demás, y las compartí con Areum como siempre.

Pero los pequeños volúmenes de abajo me secaron la garganta.

-¿Pero esto...? -miré el manga con más detenimiento, la chica de la portada con ropa diminuta y sugerente. No era manga común.

Joder, ¿me había regalado hentai?

-¡Pero sácalos todos!

-Madre mía... -dejé los libros sobre el césped, y casi se me salen los ojos al ver la cereza que la chica de la portada chupaba de forma muy sugerente.