pirate king ㅡ ateez

zero two [0-2]

02. crosscurrent

ㅡ¿Por qué habéis tardado tanto?

Un chico, cerca de la altura de Seonghwa, se acercó a los piratas en el preciso momento que subieron al barco. El recién llegado frunció el ceño, pero no formuló queja alguna. Tampoco se atrevería, por culpa de los nervios que lo carcomían y la posibilidad de que el ㅡaparentemente, muy fuerteㅡ chico que acababa de hablar lo mandara de vuelta a la isla de una patada.

ㅡHabía que escuchar la historia del náufrago. ㅡrespondió Mingi, con sorna, mirando de reojo a Seonghwa.

ㅡOh, ¿náufrago? ㅡel chico hizo un puchero inconscienteㅡ ¿Y por qué yo no he podido escuchar la historia? Podríais haber esperado y subir aquí primero.

ㅡEso sería correr un riesgo, podría haberse tratado de un guardia real o un espía. ㅡexplicó Mingi, cogiendo al vuelo la manzana que el chico le lanzó.

ㅡ¿Un e-espía? ㅡla fruta que iba a darle a Hongjoong casi se cae de su mano. Miró a Seonghwa con puro temor.

ㅡEs un pirata que sobrevivió una batalla... Huyendo ㅡel más alto dirigió su mirada llena de desaprobación hacia élㅡ. Pero lo respeto, cualquier niño habría hecho lo mismo.

El mencionado carraspeó, ofendido.

ㅡEstoy delante, puedo hablar por mi cuenta ㅡreplicó Seonghwa, con el ceño fruncido. Después giró la cabeza y relajó la expresiónㅡ. Y a ti, si quieres, puedo contarte la historia de nuevo. Soy Seonghwa.

El mencionado asintió con ganas.

ㅡ¡Sí! Yo soy Jongho.

Jongho guió a Seonghwa por el barco hasta llegar a la proa, de forma que no molestaran a Hongjoong en el timón. Se sentaron contra la baranda, y comenzaron a hablar.

ㅡ¿Cómo es que no hay nadie en la cubierta?

Jongho sonrió, divertido.

ㅡTampoco hay nadie abajo.

Seonghwa lo miró algo perdido, sin entender a qué se refería.

ㅡ¿Y la tripulación? ㅡpreguntó, confuso.

ㅡNosotros cuatro. Aunque, ya que has llegado, ahora somos cinco. Ampliando la familia, ¿ves? ㅡsoltó una risa sincera.

Si Seonghwa hubiera estado menos nervioso y perdido, quizá habría preguntado por esa cuarta persona, o si Jongho simplemente no sabía contar. Pero aún continuaba procesando que su plan hubiera salido bien, y que pronto podría a empezar a documentar todas sus experiencias. 

Como era costumbre en él, acercó su mano al bolsillo del pantalón para encontrar su pluma ㅡmágicaㅡ. Sólo había cogido las hojas de la barca, dejando allí el pequeño objeto. No tenía miedo de perderlo, pues siempre volvía a él. Ya fuera el bolsillo de sus pantalones, en la palma de su mano o, en las situaciones más vergonzosas, colgando de su cabello.

Una vez notó la forma alargada y fina de la herramienta, pudo soltar el aire que había retenido. Se sentía muy nervioso, pero no podía permitir que el resto lo notara. Por esa razón, metió la pluma aún más al fondo de su bosillo y giró la cabeza para continuar contando cómo había llegado hasta ahí. Al ser la segunda vez, se sentía más confiado, aunque debía ser muy cuidadoso con los detalles: un mínimo fallo, y podrían descubrir su mentira.

ㅡMi barco venía de Aurora ㅡcomenzóㅡ, mi reino. Acabábamos de cerrar un negocio importante con unos mercaderes, y debíamos hacer el intercambio allí. Nunca antes habíamos pactado con esos hombres, por lo que desconfiamos al principio. Sin embargo, no encontramos contratiempos.