pirate king ㅡ ateez

one eight [1-8]

18. under the storm

ㅡHola.

San giró la cabeza. Estaba sentado cerca de la baranda, mirando al océano. La luna creciente era semicubierta por las nubes casi opacas, aunque algunos rayos de luna eran capaces de traspasar la niebla y caer directamente en la cubierta.

Aquel era el lugar en el que Wooyoung solía quedarse todas las noches, haciendo la misma actividad que el chico ahora a su lado: observar la lejanía sumergido en sus pensamientos, probablemente encerrado en el pasado o dudando sobre el futuro.

ㅡHola, Woo.

Este emitió una sonrisa agradable que rozaba la incomodidad.

ㅡ¿Puedo sentarme a tu lado?

San se apartó un poco a modo de respuesta, dejándole hueco al noble. Este lo agradeció con un movimiento de cabeza.

ㅡ¿Cómo te encuentras? ㅡpreguntó Wooyoung, sinceramente preocupado.

El mayor no había salido de la habitación de Jen en los dos días anteriores, casi ni para comer. Sin embargo, tras verlo en un estado más que soporífero, Hwan lo había obligado a salir y tomar el aire antes de volver a su camarote y dormir como era debido. Así que ahí estaba San, con expresión adormilada y los ojos brillantes.

ㅡEstoy bien, tranquilo. ㅡfue su respuesta. 

La voz rota le confirmó a Wooyoung lo que sospechaba: no lo estaba.

ㅡ¿Quieres hablar? Si necesitas mi ayuda, puedes contar conmigo.

Una lágrima solitaria se descolgó entonces de las pestañas de San, quien bajó la cabeza. Se quedó unos segundos en silencio, dejando la pregunta del noble al aire, hasta que finalmente contestó. 

Con necesidad, con infinita tristeza pero delicadeza y suavidad, se volvió hacia el cuerpo de Wooyoung y rodeó su cuerpo con sus brazos. El menor, al principio sorprendido por la peculiar forma de respuesta, fue incapaz de actuar, pero no tardó en devolver el gesto. Estaba poco acostumbrado a los abrazos, y podría decir que casi había olvidado darlos ㅡy recibirlosㅡ.

Tras largos minutos que se hicieron instantes para ellos, San se separó. Lo hizo lentamente, intentando retirar sus las lágrimas antes de que Wooyoung las viera. Este se sorprendió aún más si cabía al ver los rastros del llanto del mayor, pero no comentó nada.

ㅡ¿Estás mejor?

San asintió.

ㅡSí, lo siento. No quería... Perdón si ha sido incómodo para ti, yo no... 

Y Wooyoung casi pudo sentir cómo se rompía. San calló de repente, llevándose las manos al rostro. Sus cabellos ㅡahora la mitad de color negroㅡ, caían por su rostro. Se mezclaban con los mechones blancos, dándole un aspecto casi mágico. El noble, notablemente perdido en esa situación completamente desconocida para él, tragó saliva y retiró los dedos de San de sus ojos.

Este hacía lo posible por no llorar. Notaba el nudo en la garganta, desgarrándola por cada instante que intentaba aguantar el llanto. El ardor tras los ojos, que intentaban avisar de que las lágrimas estaban a punto salir. No necesitaban su permiso, ni aunque San no quisiera dárselo.

Se sentía horriblemente mal. Todo lo que había tenido alguna vez estaba ahora vivo, pero muerto, porque Jen respiraba pero se negaba a hablar e incluso a comer. Y lo peor es que él sentía que, aunque quizá no todo, era su culpa. Era todo su culpa por haberla dejado, pero mucho antes que eso, por haber permitido que ella lo amara.