one two [1-2]

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12. sex and torture


ㅡ¿Ya se lo has contado a Hongjoong? 

Seonghwa se sobresaltó y se echó hacia adelante al escuchar la profunda voz de Yeosang detrás de él. Estaba sentado en la popa, apoyado en la barandilla mientras observaba al resto de la tripulación. Se encontraba tan ensimismado en sus pensamientos que no se dio cuenta de que el contracorriente había llegado.

ㅡ¿Contarle qué? ㅡpreguntó, confuso, el escritor.

Yeosang alzó una ceja.

ㅡ¿Cómo que qué? Ya sabes, todo lo que no le has dicho. La verdad.

Seonghwa pasó la lengua por el interior de su labio inferior, pensativo. Después se encogió de hombros.

ㅡNo lo he hecho, pero piénsalo bien. Si Hongjoong se enterara ahora, probablemente me echaría de aquí, y sería una pérdida tanto para el barco como para mí. No merece la pena, además; ¿no te das cuenta de que todos creen en mi historia? Sería peor si supieran la verdad.

Yeosang se mantuvo en silencio. En parte, sentía que su deber era contárselo él mismo al capitán, pero Seonghwa tenía razón. Habían llegado a formar una tripulación normal, con una cantidad considerable de gente, y además el chico se había acostumbrado rápidamente a la vida en el mar. Era útil, en resumen.

ㅡHaz lo que quieras, pero ten en cuenta que cuanto más mantengas la mentira, más duro será para todos aceptar la verdad.

Seonghwa asintió, incapaz de sentirse amenazado. Por el contrario, estaba agradecido porque Yeosang guardara su secreto. Aunque tuviera que aguantar sus quejas y su insistencia de tanto en tanto, se sentía en deuda con él. Por esa misma razón, tras pensarlo un rato, llegó a la conclusión que debía darle algo a cambio. No estaba seguro de qué podría hacer por el contracorriente, hasta que cayó en la cuenta de que a todos en ese barco les gustaban las historias. Con una sonrisa en el rostro y una idea en la mente, se giró para encarar a Yeosang.

ㅡ¿Querrías leer historias que escribí en el pasado? Ven a mi camarote, puedo prestarte los borradores. ㅡpropuso el mayor, sonriente. 

Al contracorriente se le iluminó el rostro, ilusionado... Hasta que cayó en la cuenta de un dato importante, y no pudo más que sonrojarse avergonzado.

ㅡYo... No sé leer ㅡdeclaró. Al ver el rostro de confusión de Seonghwa, sin embargo, se explicóㅡ. Quiero decir, sé hacerlo porque mi abuelo me enseñó, pero me cuesta mucho.

El escritor frunció el ceño.

ㅡ¿Y las cartas? ㅡinquirió, recordando las misivas que Yeosang había afirmado recibir.

ㅡLas leyó Hongjoong por mí.

ㅡAh. ㅡpor alguna razón, Seonghwa se sorprendió al ver que Yeosang tenía tanta confianza en el capitán. O quizás eran celos. Algo turbado, el escritor intentó borrar esas ideas de su mente.

 El contracorriente, por su parte, pareció leer el pensamiento del mayor.

ㅡHongjoong me salvó de los malos tratos que recibía, él me ayudó desde que me conoció. No me trata como un sirviente, a veces incluso se dirige hacia mí con títulos ㅡsonrió con tristezaㅡ. Es una gran persona, y no es complicado confiar en él. No dudé ni un segundo en pedirle ayuda cuando me llegaron las cartas, incluso sabiendo de qué podría tratarse.

Seonghwa asintió y miró al capitán. Este, como siempre, se encontraba al timón, aunque aquel día en concreto no sonreía; más bien tenía una expresión nostálgica. A pesar de decidir tomarse un descanso de tierra firme y tener la despensa llena; de, técnicamente , dejarse llevar por las olas; Hongjoong siempre estaba atento a no desviarse y acabar donde no debían.

pirate king ㅡ ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora