pirate king ㅡ ateez

one zero [1-0]

10. promise

ㅡ¿Qué ocurre? ㅡpreguntó Wooyoung, viendo la reacción del capitán.

Hongjoong no se paró a responder, no tenían tiempo. Se levantó y comenzó a gritar órdenes.

ㅡ¡Jongho, los cañones! San y Wooyoung, ayudadle con la pólvora ㅡno continuó a hablar hasta que vio que se ponían en marchaㅡ. Yeosang, ya sabes qué hacer. Que Seonghwa vaya contigo a darte indicaciones. El resto ayudad donde podáis, yo voy al timón.

En cuanto todos procedieron a hacer lo que su capitán les ordenaba, este subió a la proa y agarró el mando del barco con fuerza.

ㅡMingi, Yunho, desenfundad vuestras armas. Se acerca una batalla.

Estos asintieron y se colocaron en posición mientras veían como aquel barco con bandera enemiga se acercaba a ellos. La tela que ondeaba era de color celeste, una banda en diagonal cruzándola amarilla, y la palabra 'Crescent' encima. Era parecida a la de Aurora, sólo que esta otra tenía la línea en el otro sentido.

El primer cañón se disparó cuando el navío de la Guardia Real estaba a menos de cien metros de ellos. Cayó exactamente en la base del palo mayor, haciéndolo caer.

La respuesta de parte de sus enemigos no se hizo esperar.

Después de varios intentos fallidos ㅡy varios caballeros ahogadosㅡ, sus rivales fueron capaces de colocar una rampa entre los dos barcos. La primera ronda de hombres que intentó entrar en el navío pirata fue arrojada al mar por una enorme ola dirigida por Yeosang, quien se encontraba en la popa, junto con Seonghwa. Los caballeros que sí encontraron la manera de entrar se batían en duelo contra Yunho y Mingi, mientras las chicas ayudaban en lo que podían.

Sin embargo, los guardias de Crescent los superaban en número, y por bastante, por lo que el barco pirata no tardó en llenarse de hombres vestidos con armaduras doradas. Algunos de ellos caían cuando flechas se clavaban en sus frentes ㅡJongho había subido ahora al palo mayor, desde donde disparaba, dejando a San y a Wooyoung al mando del cañónㅡ, otros caían al mar tras ser vencidos por Yunho y Mingi. Pero, aún con todo el esfuerzo que ponían, algún caballero consiguió colarse hasta el fondo de la cubierta.

Uno de ellos agarró a Jen y la cargó por la cintura, intentando encontrar la puerta para bajarla a los camarotes. Ella, viendo que todo el mundo estaba ocupado y no podían ayudarla, comenzó a patalear y a intentar defenderse sola. Sin embargo, el hombre era mucho más fuerte que ella. Por lo menos consiguió que no abriera la puerta, quedándose en cubierta.

ㅡBueno, ¿qué tenemos aquí? ㅡel hombre, sin duda mayor, rió al ver a la chicaㅡ ¿Una muñequita que no quiere bajar a su habitación?

La respuesta de Jen fue una bofetada en el rostro del caballero, quien, a pesar del ardor, no la soltó.

ㅡVaya, una luchadora. Tienes razón, a mí también me excita más estar rodeado de sangre y del ruido de la batalla.

Los ojos de la chica se colmaron de lágrimas mientras daba patadas y puñetazos al aire, intentando acertar en alguna parte del cuerpo del otro. Pero no podía hacer nada, el hombre era como mínimo el doble que ella, y la tenía agarrada de tal manera que le era imposible zafarse de él. De un tirón, el hombre rompió su vestido por abajo, dejando la mitad de su pierna al descubierto. Con maña, como si estuviera acostumbrado a hacer eso, consiguió quitarse parte de la armadura mientras apretaba el cuerpo de la chica entre sus piernas, de modo que no pudiera moverse. 

La batalla seguía detrás de ellos, todos tan ocupados en sus propios duelos que ni siquiera repararon en el caballero que intentaba arrancarle la ropa a Jen. Yunho y Mingi, espalda contra espalda, conseguían vencer a todos los hombres que osaban acercarse. Wooyoung y San habían conseguido derribar el puente y hacer tantos agujeros en el barco contrario que este comenzara a hundirse, aunque ahora luchaban entre los dos contra un único caballero. A su vez, Jongho seguía en el punto más alto, en el palo mayor, disparando con sus flechas a todo guardia que veía. Yeosang intentaba que el navío enemigo se hundiera más rápido, ayudando al proceso mientras manejaba las olas a su favor. Seonghwa se había hecho con un palo ㅡuna madera rotaㅡ y atizaba a todo el que intentaba acercarse al contracorriente. Hongjoong soportaba la batalla al timón, echando a todo el que subía a la proa y manteniendo el barco a flote. Por su parte, Hwan se las arreglaba sola en contra de dos guardias, quienes no conseguían terminar con ella.