two three [2-3]

539 80 30
                                    

23. back in place


ㅡ... ¡Serán castigados por sus actos injustos! ㅡaullaba aquel hombre de tez morena y baja estatura junto a la horcaㅡ Dos de ellos, entre estos un contracorriente, culpados por rebeldía. ¡Los rebeldes serán vencidos! Si bien Mist no es blanco de ataques fuertes, muchos vienen aquí a esconderse como ratas.

Al sonreír, mostró unos dientes negros cual carbón. Después continuó con su discurso.

ㅡ¡Y aquellos tres! ¡Condenados por piratería! ㅡel hombre dejó que la palabra se esparciera por la multitudㅡ Los piratas infestan nuestros mares, robando y asesinando por doquier. Su barco pasará a ser parte de la flota real, de forma que limpiaremos los océanos de estos horribles animales ㅡalzó los brazos, la audiencia gritóㅡ. ¡Pues son sentenciados a muerte!

La multitud celebraba la condena de los piratas, ya que eran muchas las leyendas contadas sobre ellos, si bien pocas fueran ciertas. Tras las miradas ansiosas de la audiencia, los caballeros hicieron caminar a sus prisioneros, dirigiéndoles a las escaleras de la horca a un ritmo tortuosamente lento. El primero de ellos era Mingi, cuyas manos comenzaron a ser desatadas. La familia real deseaba que la audiencia apreciara cada detalle, cada segundo; era un castigo ejemplar.

Pero entonces, alguien gritó entre la gente.

ㅡ¡Mingi!

La confusión duró instantes.

El mencionado se dio la vuelta con rapidez. Aprovechó que sus manos habían sido ya liberadas para empujar al caballero que lo aprisionaba, alejarse de él y agarrar al vuelo el arma ancha y larga que San le lanzó desde lejos. Tras un movimiento rápido, el sable atravesó al guardia real de lado a lado.

Seonghwa, que se había escondido cerca de Yunho, aprovechó la distracción para tenderle la espada de piedra de crepúsculo. Este la cogió al instante y con ella se libró de su captor, siendo ya tres los liberados. Hwan, al mismo tiempo, había sacado su daga de la bota y tras un par de tajos en el hueco de la rodilla del caballero que la agarraba, había clavado esta en su cuello.

La multitud no tardó en dispersarse, entre gritos de terror y de sorpresa. Pocos se quedaron allí, observando con morbo, o intentando ayudar. San, Wooyoung, Seonghwa y Jen estaban entre la gente también, y no tardaron en unirse a la lucha que ya había comenzado.

Fue la contracorriente quien ayudó a Yeosang. Este se había zafado del agarre de su captor, y ella aprovechó el agua de una fuente cercana para ahogar al guardia. Después de quitar todas las ataduras de Yeosang ㅡa excepción de la gargantillaㅡ, pudo ser libre.

El caballero que tenía a Jongho atrapado, por suerte, había reaccionado al ataque soltándole. Este se escabulló corriendo entre la gente, dirección a Palacio tal y como Chan le había ordenado. Él mismo consiguió desaparecer de escena y seguir al pequeño príncipe.

El aprendiz podía por fin respirar tranquilo: su plan había funcionado. Tras comunicarse con el otro grupo un par de veces más ㅡa través de Seonghwaㅡ, consiguieron acordar la manera de salvarlos. Chan escondería las armas de los prisioneros en un lugar que después describiría al resto, de modo que estos pudieran encontrarlas y guardarlas hasta llegado el momento. Corrían mucho riesgo, como que alguien reaccionara antes de lo debido. Por suerte, todo había salido bien.

ㅡ¡Hwan! ¡Yeo! ㅡMingi se alzó cuan largo era, buscando a los mencionados con la mirada. Dio una estocada y esquivó otra, hasta encontrarlosㅡ ¡Acompañad a Jongho y defendedlo!

Seonghwa, sin embargo, era el que más cerca se encontraba de él y el que pudo escuchar lo que dijo. Asintió y comenzó a correr hacia Palacio, haciéndole una seña a Hwan para que lo siguiera. Yeosang estaba algo más adelante, defendiéndose.

pirate king ㅡ ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora