zero five [0-5]

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05. the coronation of the heir


ㅡ¡Buenos días, señorito dormilón! ㅡla anciana, sirvienta de la familia desde joven, descorrió las cortinas de la majestuosa habitación dejando que la luz entrara a raudales. Las luces celestes que decoraban el cielo brillaban ese día más que cualquier otro, siempre representando el fielmente el nombre del reino, Aurora.

ㅡHm... Déjame dormir más... ㅡmurmuró el chico bajo las sábanas de seda, dándose la vuelta.

Los rayos de luz atacaron su pálida piel sin piedad, obligándole a abrir los ojos. Desordenados cabellos rubios cayeron por su rostro. 

ㅡSeñorito, debéis vestiros. Su familia está tomando el desayuno, vuestra madre ya ha sido generosa y os ha permitido dormir un rato más ㅡal ver negación total por parte del chico, se acercó y tiró de una de las almohadas, haciendo que su cabeza cayera contra el colchónㅡ. ¡Vamos!

ㅡPor favor... ㅡpidió, alargando la última sílaba y mirando a la mujer a los ojos. La conocía desde que nació, incluso ayudó en el parto de su madre, y sabía que no se resistiría si utilizaba las palabras y las expresiones adecuadas.

ㅡNo, no voy a caer. Tenéis el baño preparado y la ropa sobre el diván.

El chico hizo un puchero y miró a la anciana; él acababa de despertar, por lo que sus ojos estaban brillantes. Además, un leve pero notable rubor coloreaba sus mejillas. Ella suspiró.

ㅡTodo lo que puedo hacer es traeros el desayuno, pero sólo si os dais prisa.

ㅡ¡Claro!

Y es que a Wooyoung le encantaba ser mimado. Poder vivir esos pequeños lujos que su estatus social le entregaba: desayunar en la cama, disfrutar de largos baños calientes, los ropajes de las telas más caras, las visitas al palacio real y su cercanía con la familia que vivía allí. 

Desde luego, no se quejaba de ser noble.

Tras bañarse, vestirse y comer, salió al gran salón de su no precisamente humilde hogar. Encontró a su madre leyendo, para variar, y a su padre mirando unos papeles con el sello real. Como primo del rey, su puesto de trabajo era ayudarle como consejero. A cambio, este le había dado a su familia el nombre de duques.

El chico sonrió, los ventanales estaban abiertos, el sol entraba sin permiso y creaba destellos en las impolutas baldosas de mármol, los colores verdosos de las auroras del cielo traspasaban las translúcidas cortinas.

ㅡMadre, padre, estoy listo.

Su padre levantó la mirada y le sonrió con cariño.

ㅡMi pequeño príncipe... ¡Hoy será un día espléndido! Podrás lucirte ante todas esas familias que consideran tu belleza un simple rumor.

Wooyoung sonrió algo incómodo. Sabía que para sus padres no era un simple objeto del que podían presumir, ellos lo amaban, pero a veces parecía todo lo contrario.

ㅡ¡Claro que sí! ㅡsu madre se levantó, vestida con un majestuoso y ostentoso traje, y depositó un sonoro beso en su frenteㅡ Yubin estará allí también. Hace días que no la ves, la echarás de menos.

El chico tragó saliva y asintió. Seo Yubin era agradable, y sin duda hermosa... Pero poco más podía decir de ella.

ㅡSí, madre...

ㅡVamos ㅡsu padre intervinoㅡ, el carruaje nos espera, no queremos llegar tarde y dar una mala imagen.

La mujer negó.

pirate king ㅡ ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora