zero six [0-6]

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06. a new comrade


ㅡ¿Qué ven mis ojos? ¿ya ha despertado el duquecito? ㅡuna voz desconocida interrumpió el sueño de Wooyoung, quien abrió los ojos lentamente.

Algo mareado, el chico frunció el ceño y se incorporó. Estaba sentado sobre una cama no demasiado cómoda, su cabeza contra las maderas de la pared y un bombeante dolor en la cabeza. 

El constante ruido sordo que oía en su mente no le dejaba pensar con claridad, pero tenía que encontrar alguna manera de salir. Si era sincero, Wooyoung no se consideraba demasiado valiente, pero eso no lo sabían sus captores. Intentó dar la imagen más confiada e  intimidante que podía.

ㅡ¿Quién eres? ¿Dónde me hallo?

El chico hacia el que había sido dirigida la pregunta terminó de pasar el trapo por su arco de madera tallada, que dejó junto a un carcaj, apoyado en la pared.

ㅡSoy Jongho, parte de la tripulación del barco en el que estás. 

Wooyoung alzó una ceja, ignorando el creciente dolor que le martirizaba.

ㅡYa he respondido tus preguntas ㅡsin embargo, el noble no parecía ceder. Jongho suspiróㅡ. Estás en un barco pirata. Yo soy un pirata, y tras esa puerta hay más piratas. Si miras hacia allá, detrás de esa ventana hay mar, y posiblemente aún más piratas. Antes de que preguntes, eres un rehén, y ahora huimos de Aurora hasta que las cosas se calmen y podamos volver para cobrar tu rescate. Eso si tu familia sigue viva, claro.

El mencionado tragó saliva, asustado, y se hundió en el colchón. Cabellos desordenados cayeron sobre sus ojos tras ese movimiento, hebras castaño oscuro. Wooyoung abrió los ojos como platos, llevando su mano a su cabeza: todos sus mechones eran ahora de color marrón.

ㅡ¿Pensabas que no nos daríamos cuenta? Lo extraño aquí es ver gente rubia, no lo contrario... No tenías un tinte muy bueno, la verdad: un par de gotas de lluvia y puf, pelo castaño de nuevo.

Wooyoung suspiró, mirando con desconfianza al chico, dejando caer las manos a sus costados. Viendo que ya no tenía nada que perder, buscó un pequeño estuche entre sus ropajes. Jongho lo miraba entre divertido y expectante, quizá esperando que sacara un arma que él no había encontrado durante el registro, e intentara atacarle. No, no fue eso lo que ocurrió; por el contrario, sacó algo que no hizo más que causar unas sonoras y sinceras carcajadas en el menor.

ㅡDioses, ¿eres un noble o un pobre plebeyo que viven en las bibliotecas? ㅡpreguntó, a punto de llorar por la risa, cuando vio a Wooyoung colocarse unas grandes gafas redondas.

Este, aunque algo ofendido y hasta dolido, frunció el ceño.

ㅡ¿Has visto alguna vez a un pueblerino en una biblioteca? Son personas legales, no deberías usarlo como insulto.

Jongho no respondió, pues Wooyoung había dado justo en el clavo: nunca había podido pasear como es debido por una ciudad ㅡal menos, que él recordaraㅡ, y mucho menos entrar a una biblioteca. ¡Pero no había usado el término como un insulto!

Al ver que el menor no contestaba, el noble se sintió entre aliviado ㅡno parecía que fuera a volver a replicarㅡ y asustado ㅡ¿y si se había ofendido y ahora le golpeaba?ㅡ. Fue Wooyoung quien volvió a hablar.

ㅡPero no hables mal de mis lentes. Son bonitas.

Entonces Jongho negó con la cabeza, volviendo a reír.

ㅡNo, no, no me estaba metiendo contigo. Venga, vamos fuera, voy a presentarte al resto.

Wooyoung asintió, sabiendo que no podía negarse ㅡy que si lo hacía, se llevaría un buen golpeㅡ, y siguió a Jongho fuera del camarote.

pirate king ㅡ ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora