zero nine [0-9]

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09. the prohibited name's goddess


Era un día tranquilo. Todos se habían levantado bastante tarde aquella mañana, y en general había un ambiente vago, a ninguno le apetecía cumplir con sus labores. Por eso, en cuanto despertaron todos, subieron a cubierta y pasaron aquel sábado por la mañana con tranquilidad. Durante aquellas dos semanas que duraba el trayecto desde Twilight hasta Crescent ㅡpues para salir del archipiélago había que pasar por un estrecho complicadoㅡ todos se habían conocido un poco más. No hasta el punto de llamarse cercanos o amigos exactamente, San aún estaba en aquel "periodo de prueba indefinido" impuesto por Hongjoong, pero también se había unido. Había demostrado que, tras esa faceta pícara y traviesa, era un buen chico. Aunque un 75% de todo lo que decía eran frases de coqueteo hacia Wooyoung.

ㅡ¡Jongho! ¡Pásame una manzana!

El chico agarró una fruta y la lanzó sin mirar. Hwan no tardó en cogerla con la mano derecha, pasarla a la izquierda de modo que hiciera un arco en el aire, y darle un mordisco.

ㅡChica, hay veces que pareces más un hombre que una mujer. ㅡcomentó Mingi, aludiendo el gesto que acababa de hacer, y su actitud diaria en general.

Hwan arrugó la nariz y miró fijamente al pirata. Este le devolvió la mirada, alzando una ceja.

Físicamente hablando, era de todo menos masculina ㅡa excepción de la forma de vestirㅡ. La chica era muy guapa, sin duda; tenía los ojos grises claro, y una mirada felina que tan rápido como la veías dulce cambiaba a amenazante. Sus cabellos eran de un color rubio oscuro y la humedad del aire hacía que algunos mechones se ondularan, dándole un aspecto infantil. Su piel era bastante pálida, sus labios finos y sus manos fuertes. No era demasiado baja, aunque tanto Mingi como Yunho la superaban con creces. Bajo las ropas de hombre que siempre vestía, podían distinguirse unas bonitas curvas femeninas, y tras conocerla, una mente brillante y audaz.

ㅡ¿Qué has dicho? Perdona, pero yo no te he insultado. ㅡcontestó con sencillez y aparente desinterés. Después le dio otro mordisco a la fruta.

Otra cosa que Hwan sin duda poseía: un gran sentido del humor. Yunho rió ante su respuesta hasta que procesó toda la información. Ofendido, giró la cabeza con las cejas levantadas.

ㅡEspera, ¿cómo? ¿Qué insinúas?

Y ante la expresión de confusión y el rostro inocente de Yunho, la chica no pudo más que estallar en carcajadas.

ㅡYo nunca he insinuado nada. Bueno, sí, el otro día comenté que Mingi y tú deberíais comeros la boc-

ㅡ¡Hwan! ㅡexclamó el príncipe, alarmado por tal ideaㅡ ¡Los dos somos hombres!

Esta vez ella no rió, pero fijó su mirada interrogante en Yunho. No pudo formular su pregunta, sin embargo, porque el noble, que acababa de llegar, le interrumpió.

ㅡ¿Qué problema hay con que dos hombres se amen? ㅡinquirió, con timidez, Wooyoung, acercándose a la mesa en la que estaban los otros tres.

Hwan, a la izquierda, estaba a punto de terminar la manzana. Yunho estaba en medio, con cara de espanto, y Mingi a la derecha, las piernas estiradas sobre la madera de la mesa.

ㅡAbsolutamente nada malo. ㅡconcluyó Yeosang, que bajaba las escaleras. Sin entretenerse más en la conversación, siguió andando hasta encontrarse con Seonghwa.

ㅡBueno, lo que yo quería decir ㅡintervino Mingiㅡ. Hwan, te comportas mucho como la mayoría de nosotros, y eso nos desconcierta viniendo de una dama.

pirate king ㅡ ateezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora