× Capítulo tres.×

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— Fran, yo...

Este chequea sus dedos y dos hombres de gran contextura corporal aparecen frente a mi vista y me arrastran, amenazándome que si grito cada persona de este lugar morirá culpa mía, entonces no hago nada, me dejo llevar, me meten a un auto y todo se vuelve negro después de que uno de los hombres me da un golpe en la cara.

Cuando despierto mi cuerpo duele, siento el suelo tener contacto con mi cuerpo, con la piel, como si estuviera sin ropa, trato de abrir los ojos aunque me es imposible, siento dolor, debe ser por los golpes que me han dado, muevo mis brazos y hago fuerza para levantarme, definitivamente sé que estoy sin ropa y que hay algo en mi cuello, porque al moverme hago ha hecho presión en mi cuello y se ha escuchado como el ruido de cadenas. Al abrir los ojos afirmo todo, estoy desnudo, en una habitación, con una cadena que llega a mi cuello, porque tengo como un collar apretando mi piel, un collar como la de los perros. Y frente a mí, en la habitación de paredes blancas está Raphael Santiago, con lo que parece un pijama de tela de seda blanca, y a su lado Fran, parece que he arruinado algo en Raphael ya que lleva pijama. Trato de ocultar mi miembro de la vista de ellos.

— ¿Sabes porque estás aquí?

— Si señor.

Aún lleva guantes, una persona normal ya no tendría sus guantes puestos si está descansando o haciendo otra cosa, me parece extraño, ¿Qué tiene en sus manos?, las dos personas me miran como si estuvieran por acusarme de algo, aunque creo que lo que he hecho si ha estado mal, así que solo bajo la mirada, todo es mi culpa desde el principio, creí que sería mi salida más rápida, pero me olvide lo que mi padre me decía, el camino fácil no es lo mejor, yo solo lo hice por desesperación y acá están mis consecuencias. No hay tal bondad en el mundo como para salvar a una persona, todos quieren algo a cambio, y yo aquí, sé que Raphael quiso quitar mi identidad para ser uno más niños que proclaman por él.

— Levanta la mirada.

El tono que sale de su boca me estremece, levanto la mirada y este se coloca en cuclillas frente a mí y me muestra mi celular, lo está revisando frente de mi, y no creo que encuentre nada, solo lo he mirado una sola vez desde que me lo dieron como regalo así que no van a encontrar nada, tampoco espero que sepan dónde he estado. Creo que esto es un poco exagerado ¿Por qué quitarme toda la ropa?

— Tienes un nuevo contacto— dice con su voz suave pero firme.

Las facciones de su rostros muestran molestia al ver eso y entonces me mira de inmediato, y mira a Fran cómo si esto que acaba de enterarse fuera una gran noticia, pero no de las buenas y entonces asiente y Fran me da un golpe con un palo cerca de mi espalda de la cual caigo al piso y me quejo de dolor. Eso me ha tomado por sorpresa.

— ¿De dónde conoces a esa Lilit? ¿Qué hacías con ella anoche?

¿Qué? ¿Por eso insignificante me golpea?

— No lo sé, la conocí hoy, por favor no me golpees— suplico.

Un golpe más en mi muslo y en mi pies derecho, del cual dejó escapar un grito porque me duele mucho, entonces son dos o tres golpes más de forma repetida en los mismos lugares, hasta que Raphael le dice que pare y entonces aprovechando el momento me acurruco lo que más puedo, tratando de protegerme de sus golpes, comienzo a llorar también por el impacto, por mi sentimientos rotos, por esto inhumano que me hacen.

— ¿Realmente la conociste hoy?— pregunta dejando escapar una risa— al parecer a ti también te engañaron.

— No sé de que hablas, no sé qué dices, conocí a esas personas hoy, ella quiso intercambiar número— digo entre lágrimas— no sé qué dices ¡Lo juro!

Permitido ||Saphael AU||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora