Permitido ||Saphael AU||

× Capítulo ocho. ×

— Magnus Bane es el prometido de Alexander Lightwood, se comprometieron unos días antes de tu llegada, llevan una relación desde que Alexander tenía quince años, ahora tiene veintiuno así que están legal para formalizar— responde— y Jace está casado con una Nephilim, ya tiene un hijo.

Ya he escuchado de tres casamientos, bueno dos porque los dos jefes están comprometidos, dos jefes hombres, en un amorío, mientras más lo repito más pienso que esto suena a estar dentro de una película, y mientras lo hago pienso quien de los dos jefes es el activo de la pareja, quien es el que le da al otro, trato de pensar otra cosa cuando una imagen sexual viene a mi cabeza de la cual me da asco. ¡Diugh!

— Después está Magnus Bane, como jefe y mi pareja Ragnor Fell como su elegido, son mejores amigos desde hace muchos siglos, son seres inmortales como nosotros, así que ellos dos son muy viejos en este mundo también. Ese dúo es especial, mi pareja es tranquila, y muy comprensible, ayuda a que se esclarezca asuntos cuando lo ven con malos ojos, y Magnus, bueno él es especial, tiene su propia personalidad, aunque con los años lo único que he podido descifrar es que tiene un gran cariño por Alexander, los cercanos a este y por Raphael.

— ¿Tú también estás casado?

Fran al instante que escucha la palabra casamiento se detiene de la vuelta que está dando con la silla para mirarme de mala manera como si acabara de decir una estupidez.

— El casamiento no es un juego, lleva su tiempo— responde— sigamos, después están los licántropos, Luke como jefe y Cruz como su elegido, no te confíes de su elegido, es una mierda y basura en este mundo, Luke es una gran persona pero lamentablemente tiene que tener cerca a esta escoria porque es peligroso, Luke lo supervisa las veinticuatro horas del día, porque un solo minuto que te distraigas de ese tipo y puede tener grandes consecuencias. Lamentablemente Luke es tan amable y frágil que no tiene las agallas para deshacerse de esa mierda.

Es la misma persona que me golpeó hasta cansarse la primera vez que estuve en la habitación de Raphael, con solo recordarlo me dan dolores de cabeza, supe desde el primer momento al verlo que no era una buena persona, pero trate de no prestar atención porque no tengo una buena impresión de ninguno de esos jefes, pero en él tenía otra impresión mucho más fuerte, aunque ahora tengo mucha curiosidad de saber porque tanto odio de Fran, porque si este también lo mira con malos ojos significa que no soy el único que tiene tan mala impresión de ese tipo, significa que no es bueno, y que los elegidos no son elegidos por ser buenos.

— ¿Por qué?

— ¿Por qué digo eso de ese tipo? Sus antecedentes mundanos son muy malos, abuso sexualmente de muchas mujeres, robo a muchas personas y mato a otras, lamentable fue convertido por un chico al cual quiso abusar, y ahora siendo licántropo no ha cambiado en nada, acosa a sus compañeras y compañeros licántropos, a vampiros de este hotel, trato de robar aquí, y casi abusa de una de las niñas más pequeñas de acá.

— ¡Mierda! Ese hombre está loco.

— Son las miserias de este mundo, de los cuales deseas deshacerte pero lo hacen mucho más fuertes, que hasta es imposible que se vaya de este mundo.

Comienzo a jugar con una botella de agua que he agarrado del escritorio mientras pienso como puedo preguntarle por el último jefe con el cual tengo grandes problemas, grandes confrontaciones que nos lleva a odiarnos mutuamente y que por desgracia nos toca estar juntos porque me han elegido como su elegido con lo cual tendremos que convivir. Siento curiosidad de saber más de él, por sus cercanos, más de lo que me han contado los demás, no quiero dejarme llevar por sus rumores.

— Falta Raphael— susurro.

— Nadie puede saber de él, si quieres saber sobre su historia él solo te lo contará— responde casi inmediato— hay cosas que tenemos que mantener en secreto, allá adentro puedes que tenga suerte y descubras algo, pero está prohibido hablar de la vida de Raphael y su elegida.