× Capítulo nueve.×

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Una de las cosas que decía el papel era pasar más tiempos juntos, Magnus aseguró que dos horas al día sería lo suficiente para poder conformar su corazón que estaba preocupado por ambos, ya que no podría vigilarnos siempre y temía que en cualquier momento pudiéramos matarnos, lo anotó y especificó en el papel, cual nos dio una copia a cada uno para recordar lo que habíamos firmado, y después nos mandó al hotel para comenzar con el cumplimiento ahora mismo, así que ahora estoy en la sala del hotel donde se reúnen los jefes, sentado en el suelo porque Raphael me ha negado sentarme en los sillones de los jefes por sus reglas ridículas, mientras juego con mi celular a un juego de Mario Bross que he descargado hace solo minutos, ninguno queremos hablar así que solo dejaremos pasar las dos horas. Veo por el rabillo de mi ojo que Raphael también está jugando con su celular, así que es algo que me tranquiliza, a veces temo lo que puede pensar.

— ¡Oh mierda!

Es la quinta vez que pierdo en el nivel avanzado haciéndome frustrar, he tratado de mover mis manos a tiempo, saltar a tiempo, medir cualquier obstáculo, pero de toda forma muero, será que de hace mucho no juego a esto que me he difícil recordar cómo hacerlo, hace poco obtuve un celular, hace poco tuve tiempo para jugar como un adolescente en su celular, esto es nuevo para mí, porque mis días se repartirán en estar en habitaciones con personas que me pagaban por ser su objeto de placer, siempre tenía más clientes hombres que mujeres y eso era lo peor. Lo he repetido muchas veces, pero de los tres años que sufrí es imposible olvidarme todo eso.

Me comienzo a incomodar a recordar aquello, pero lo que se me viene a mente es como mi hermana sufrió también de este trabajo, y sé que lo que yo he pasado no es nada comparado con mi pobre hermana, a pesar de todo yo era un hombre y mi cuerpo podía aguantar más cuando los clientes querían torturar, pude aguantar empujones, golpes, sus fuerzas y sus estimulaciones sin cuidado, pude aguantarlos a pesar de que mi cuerpo se ve débil por lo delgado que soy, pero un cuerpo femenino, a pesar de todo es débil, tan débil que se debe tener cuidado en la forma de tocar, mi hermana sufrió mucho porque personas que trabajamos en esto era muy rara vez tener un hombre o una mujer que pensara por la satisfacción de ambos, nunca sucedía, al contrario nosotros solo éramos personas con las cuales se desquitaban sus fetiches raros.

— Pareces ser una persona traumada ahora mismo.

Me sorprendo a escuchar esa voz y parpadeo reiteradas veces creyendo que no ha hablado, porque Raphael sostiene aún su celular y parece seguir jugando y prestando atención solo a la pantalla, pero cuando repite de nuevo la frase siento algo en mi estómago por lo directo que es.

— Pareces una persona traumada ahora misma.

— Soy un marcado.

Toda persona sabe que un marcado es alguien que ha sufrido abusos en su vida, tanto emocional como físicamente, un marcado no tiene arreglo a pesar de buscar una salida, un marcado será mal visto por todas las personas a su alrededor y quien sepa de ellos sabrán que nunca deben acercarse porque arruinaran su vida. Un marcado será un marcado a pesar de los años y del camino que siga su vida.

— Nadie te obligo a que siguieras ese trabajo sucio.

Lo miro por unos segundos y a pesar de que he abierto mi boca para decir algo nada sale de ella, porque tiene razón, podría haber hecho cualquier trabajo para no hacer aquello, pero sólo pensaba en mi madre, tenía que asegurarme de que ella obtuviera lo que quería para que no se matará, ya era tarde de sacarla del mundo que se metió y en la abstinencia no sabía cómo poder controlarla, así que solo le dábamos lo que quería, juntábamos la plata y después Reb compraba la droga para mamá, trabajamos para ellos y trabajamos con el sueño de mejorar nuestras vidas cuando juntábamos un pequeño ahorro, pero todo empeoró con la enfermedad de Reb y que mamá encontró la plata del escondite gastando en droga duras y caras, quedando en la calle, en la miseria, todos los sueños se desmoronaron y sabía que no había más futuro para ninguno.

Permitido ||Saphael AU||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora