⩩ ♡̶ ！𝐘𝐨𝐮. ─ 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥

O17;

—¡¿QUÉ?! —fue tal el grito que sentí cómo vibraban mis pequeños y sensibles tímpanos, por lo que me llevé automáticamente las manos a mis orejas. Había tomado la mala decisión de comentarle a Verónica lo que había ocurrido en el castigo. Se había puesto como loca por una pequeña cosa—. ¿Y?

—¿Qué?

—¿Qué ocurrió luego?

—¿Qué querías que pasara? Nada, le dije que era tarde y los chicos se preocuparían. —dije indiferente, cruzándome de brazos.

—¿Qué? O sea, ¿no hizo nada mas, no te dijo nada? —se la veía indignada.

—No, no me dijo nada. —suspiró cansada.

—Qué estúpido. —rodé los ojos.

Estaba decepcionada porque Jungkook había dado el primer paso y no Hyunjin. O eso supuse. Por alguna razón, no le caía bien mi amigo. En fin, cuando ella se fue y acabé de contárselo a Katrina, porque escucho mitad de la conversación y quiso saberla entera, fui a mi cuarto para pensar la situación.

Jungkook está a punto de convertirse en alguien reconocido, una figura pública, alguien que estará en todos lados. No puedo estar con él por el bien de su imagen, es decir, ¿por qué yo y no alguien como él? Él se verá mejor junto a alguna de mis compañeras, no conmigo. Alguien con lindo rostro y bonita figura, alguien de su nacionalidad, alguien... mejor. ¿Y qué le dirás? No lo sé. ¿Le dirás que no puedes estar con él? ¿Que no quieres? No lo sé, no lo sé, no lo sé. No sé nada.

Al día siguiente entré en el salón intentando no levantar mucho la vista de mis zapatos. No sabía cómo observarlo luego de la escena del día de ayer. Me daba vergüenza mirarlo a los ojos. Me daba vergüenza tener que saludarlo. ¿Por qué soy así?

—Hola Kath. —dijo cuando me senté.

—Hola.

Lo observe de reojo, se lo veía algo inquieto. No dejaba de morderse el labio, pareciera que se convirtió en un nuevo hábito. La clase comenzó y sentí que tocaban levemente mi brazo. Una nota sobre mi carpeta.

—"¿Podemos hablar luego?"

—"¿Sobre qué?"

—"... Ya sabes..."

Sentí que me sonrojaba. Comenzaba a ponerme nerviosa y algo ansiosa. Cuando me ponia nerviosa tenia un hábito bastante molesto, me pasaba cuando daba lecciones orales sobretodo; sujetaba mis dedos y los apretaba con fuerza, como intentando liberar tensiones, a veces haciéndome daño.

—"Ok."

Apenas sonó la campana para salir del salón, Jungkook tomó mi mano y me guió hasta una parte del colegio que no conocía. Era la azotea del instituto. La vista era genial, se podía ver todo desde allí. Me acerqué cuidadosamente al barandal para observar mejor y sentía cómo el viento fresco golpeaba mi cara y llevaba mechones de mi cabello hacia atrás. Jungkook se posicionó a mi lado y observamos juntos el panorama por unos momentos, luego hablé.

—La vista es hermosa.

—Sí. Es el lugar más lindo que conozco de aquí.

—¿Podemos estar aquí arriba? —lo observé y se encogió de hombros.

—He estado viniendo últimamente, para pensar algunas cosas.

—¿En qué pensabas? —pregunté, aunque ya sabía la respuesta. Él me contestó con una bonita sonrisa. Desvié la mirada—. ¿Cuándo viniste por última vez?

—Ayer.

—¿Y en qué pensaste? —decidí observar el paisaje para que no notara mi nerviosismo.

—Si estaría bien hacer algo que probablemente enfade a una persona que quiero mucho, aunque moría por hacerlo. —corrió un mechón que había caído en mi rostro cuando paró el viento—. Me preocupé en vano, creo que no estás enfadada, ¿verdad?

—No. —bajé la mirada—. Jungkook...

—No. Sé lo que dirás y no quiero que pienses así. ¿Por qué eres tan insegura? —tomándome delicadamente de mi mejilla izquierda, volteó mi rostro logrando que lo observara directamente a los ojos.

—No es inseguridad, sólo me preocupa tu imagen. —tomé su mano y la bajé lentamente.

—¿Mi imagen?

—Sí. Tú... te convertirás pronto en una persona que verá todo el mundo y... no lo sé, creo que es mejor que te vean con alguien como tú.

—¿Cómo alguien como yo?

—Alguien de tu... mismo estatus. —soltó una pequeña risa sarcástica que cambió mi rostro, de uno preocupado a uno sin expresión.

—¿Alguien como quién, Sooyoung? Mira, con la única persona que quiero estar es contigo, las personas que son como ella no me caen bien. —me tomó de mis brazos, acercándose, mirándome de un modo distinto a otras veces—. Sólo quiero escuchar un sí o un no.

—Es que... no lo sé. —sus manos subieron a mis mejillas.

—¿Quieres un tiempo para pensarlo?

—No. Si me das un tiempo, no te responderé nunca... —no podía mirarlo a los ojos, sólo pude tomar sus brazos y suspirar intentando que todos mis miedos se fueran—. Mm... supongo que puedo intentarlo. —subí la mirada para ver su reacción y fue la mas linda de todas, esa sonrisa que formó provocó que mi corazón latiera tan fuerte que sentí que se saldría de su lugar. Me rodeó con sus brazos acariciándome la cabeza. Me sentía como una niña pequeña que le pedía a su mejor amigo consuelo. Me sentía protegida con él a mi lado.

—Gracias.

—¿Por qué?

—Por darme la oportunidad de estar contigo. —sonrió.

—Por nada.

Fuimos a nuestro salón cuando escuchamos el timbre y antes de entrar en nuestro corredor, entrelazó su mano con la mía haciendo que me ruborice. No quería entrar así al salón, pero no quería quitar la mano, de alguna forma se sentía lindo. Obtuvimos miradas de todos, al parecer Jungkook no tenía pensado soltarme, no era incómodo, al contrario, la acariciaba y jugaba con mis dedos sobre su regazo. Era tierno. Parecía que prestábamos atención en ese módulo, pero la verdad es que no estábamos ahí.

En el siguiente receso, intentando ignorar lo que Sooyoung decía, fuimos a almorzar. Esta vez sí le pedí que dejara mi mano para que Hyunjin y Jeongin no dijeran nada al respecto y accedió. Se sentó junto a mí y en frente estaban los tres restantes. Verónica me decía en español que Jungkook no dejaba de mirarme y si había pasado algo que no le había dicho. Si supieras, Ronie.