⩩ ♡̶ ！𝐘𝐨𝐮. ─ 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥

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Desperté por unas cosquillas mínimas en mi brazo izquierdo, Jungkook acariciaba con suma delicadeza con la punta de sus dedos mi cicatriz de la muñeca, logrando que voltee a verlo.

—Se siente fatal saber que yo fui parte de esto. En verdad, lo lamento mucho. —me abrazó más fuerte.

—Ya acepté tus disculpas, Jungkook.

—Unas disculpas no son suficientes.

—Tú no fuiste la única razón ni la más importante. —dejé un pequeño beso en sus labios—. Ya está.

La sábana me cubría hasta el pecho, mientras que a él sólo hasta la cintura. Me di la vuelta por completo, quedando enfrentada a él y apoyé mi cabeza en su pecho, rodeándolo también con mi brazo. Dejó un beso sobre mi cabeza y se quedó observando el techo.

—¿Has dormido? —pregunté.

—No mucho.

—¿Qué hora es?

—Las ocho. —dijo de lo más tranquilo.

—¡¿Las ocho?! —me senté de golpe. Él rió.

—No, tranquila. Son las cinco, ven aquí. —golpeé levemente su hombro y volví a acostarme—. Tu cumpleaños es el lunes. —Ah, es verdad—. ¿Qué quieres de obsequio? —me observó.

—No quiero nada en especial. Lo que quieras darme, está bien. —dije deslizando suavemente mi dedo índice sobre su pecho—. Pero no me compres nada. No quiero que gastes dinero en mí.

—Dijiste "lo que quieras darme", voy a regalarte lo que yo quiera. Y no me molesta gastar dinero en ti. —suspiré, no había manera de hacerlo cambiar de opinión en nada—. Kath, te amo.

—Yo también. —lo observé. Me abrazó más fuerte y dejó besos en mi rostro, acomodándose para enterrar el suyo entre mi cuello y el colchón.

—Prometo no volver a dejarte ir. Esta vez te cuidaré como debí haberlo hecho desde un principio. Te protegeré de todos los que intenten hacerte daño, te lo aseguro.

—No podrás protegerme de mis padres. —emití en intento de broma, pero él se lo tomó como algo serio. Me observó directamente.

—Tus padres tienen que ver con esto, ¿no es así? —pasó sus dedos por mi muñeca izquierda.

—Mis padres, mi hermana, mi prima, los chicos del salón, yo misma... es un combo de cosas.

—Si te prometo hacer lo posible para que seas feliz, a tal punto de que no te deban importar las opiniones de los demás ni los estereotipos, ¿no volverás a hacer esto? —elevó un poco mi brazo, colocando por debajo del dorso de mi mano su palma, tratando mi extremidad como si fuera el objeto más frágil y delicado del mundo. Asentí.

Llevó su rostro a él y comenzó a dejar besos en mi muñeca, provocándome demasiada ternura, por lo que acaricié su cabello dejando un pequeño beso en su frente, luego lo rodeé con mis brazos y nos quedamos así unos minutos más.

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Llegando al lunes, digamos que no desperté con el ánimo al cien por cien, pero al ser "un día tan especial", debía poner buena cara. Katrina fue la primera en saludarme a las doce en punto y aprovechamos para contarnos un par de cosas que teníamos pendientes, ella sobre su primera experiencia laboral y yo... pues lo del sábado.

Me coloqué el uniforme con desgano al salir de la ducha, comí algo rápido y ligero y esperé a mi padre en la sala de estar.
Cuando crucé el corredor principal, Verónica estaba hablando con el dúo y Jungkook, lo cual me sorprendió. Llegué, Jungkook dejó un beso en mi cabeza y se fue al salón, haciendo que mire extrañada a Ronie.

—Feliz cumpleaños, linda primita. —me extendió una bolsa con un moño rojo, con una sonrisa.

—Feliz cumpleaños, Kath. —Hyunjin también me extendió una bolsa, pero era más pequeña.

—¡Va de parte mía también! Feliz cumpleaños. —dijo Jeongin sonriendo, señalando la pequeña bolsa que traía su amigo en las manos. Reí.

—Gracias, no se hubieran molestado.

—Espero que sean de tu talla. —dijo ella, por lo que abrí la bolsa. Era ropa; un jean y un buzo.

—Me los probaré luego. —curioseé en la bolsa de los chicos y habían tres novelas, a la vista románticas. Sonreí—. No quiero que sigas comprándome libros.

—Supuse que iban a gustarte, como los últimos que te obsequié.

Toca la campana y voy a mi salón, donde espero ansiosa algo relativo a la fecha de parte de Jungkook, pero no recibo nada, de hecho, todo lo contrario. Estaba muy extraño.

—"¿Estás bien?"—deslicé un papelito por su cuaderno.

—"Claro".

Contestación aún más extraña. No quise seguir indagando en medio de la clase, aunque de cualquier forma había sido interrumpida.

—Lamento la interrupción, no le quitaré mucho tiempo. —le dijo el profesor Lee a la profesora de Física—. Chicos, dejaré en el escritorio sus trabajos corregidos. Estuvieron fantásticos todos. Uh... ¿le molesta que saque a una alumna para hablar con ella, profesora Kim?

—No, adelante.

No hizo falta nombrarme, sólo me observó y apuntó con su cabeza hacia afuera.

—Katherine... me impresionó tu trabajo. —dijo, con un rostro preocupado—. La verdad es que me quedé pasmado ante lo que has escrito. La forma en la que describiste esas situaciones tan dolorosas en la protagonista, me dieron la impresión, y corrígeme si estoy equivocado, que tú eras esa chica, que se miraba en el espejo y lo único que observaba eran lo que los demás querían que ella viera, no lo que ella debía ver. —no respondí, baje la mirada—. He dado en el clavo, ¿verdad? —asentí. ¿Para qué iba a mentirle?—. Desde que has llegado, he notado que no te sientes muy cómoda entre tus compañeros, ¿no es así? —tampoco contesté—. Quiero que sepas que en la escuela no sólo estamos para enseñar, sino también para acompañar. Puedes hablar conmigo de lo que quieras, si te sientes cómoda. Veo que sueles guardarte las cosas, aunque luego las expreses bastante bien en papel.

—Gracias profesor Lee, lo tendré en cuenta.

—Otra cosa más. Quizás no te interese, pero me gusta tu forma de redactar, creo que tal vez te guste intentar en una carrera dedicada especialmente a la escritura. —me entregó un papel amarillo con un nombre y un teléfono—. Hay muchas universidades, pero esta es, en mi opinión, la mejor.

—Muchas gracias. —sonreí.

Regresé al salón y todos me observaban expectantes.

—"¿Que te dijo?" —preguntó Jungkook por el papelito.

—"Sólo me felicitó por el trabajo"

—"Debe haber sido un gran trabajo" —sonreí. Si supieras lo que he escrito...