O26;

31 2 0
                                    

Ya quedaban cada vez menos días de clases. Se acercaba el receso de verano y todos estaban exaltados. Todos, incluyendo a Ronie, el dúo, Jungkook y Sooyoung. Sobre todo ella. Estuvo actuando extraño este último tiempo. Aunque quizás lo hacía para fastidiarme más, estaba manteniendo cortas pero continuas charlas con Jungkook. Él no quiere contarme de qué hablan, argumentando que no es nada importante y que no debo preocuparme. Pero claro que lo hacía.

Ahora que Ronie y Taehyung están saliendo, nos piden que hagamos las típicas "citas dobles", aunque no entiendo bien cuál es el objetivo de ellas. Ellos habían arreglado para ir al parque de diversiones y nos dijeron a nosotros que los acompañemos, y que mientras –esto lo argumentó Ronie–, pasábamos un poco más de tiempo juntos. Yo la miré incrédula, pues estoy todos los días, toda la mañana con él, es mi compañero de banco. Pero también creí que podría ser buena idea, ya que no sólo la pasábamos juntos, sino que también él se despejaba de todo el estrés que llevaba consigo. Así que decidimos aceptar.

Nos vinieron a buscar a mi casa y Jin fue tan amable de dejarnos justo en la entrada del parque.

—Bien, nos veremos dentro de algunas horas. Diviertanse. Pero no de más. —advirtió antes de irse por lo que todos soltamos algunas risas.

—Bien. ¿Por dónde comenzamos? —preguntó Taehyung mientras entrelazaba su mano con la de mi prima.

El parque era en verdad inmenso, más grande que el que había en mi ciudad, mucho más. Las atracciones eran de ensueño. Nada a comparación con las que nosotras teníamos en casa.

Vi a Jungkook sacar su teléfono para ver la hora, aunque a ambos nos sorprendió ver mensajes sin leer de Sooyoung. Al parecer los ignoró y observó hacia el frente, sintiendo una mirada desde su costado.

—¿Qué ocurre? —me preguntó, corriendo un mechón de mi rostro.

—Nada. ¿Qué hora es?

—Las diez treinta.

—Bien, ¿qué les parece si nos subimos a los juegos más grandes ahora, luego comemos algo y al final nos quedan los más pequeños? —ofreció Tae, y al parecer esa fue la mejor opción.

Fuimos a sacar un par de entradas para ambas parejas, un par bastantes, y nos decidimos por subir primero a la montaña rusa.
Era inmensa, pero inmensa de verdad. Mientras esperábamos nuestro turno, veíamos la última vuelta que daban las vagonetas por el carril y estos chillaban por la velocidad que empleaban.
Terminó esa vuelta y nos subimos nosotros, en los dos vagones del medio. Mientras la gente llegaba, aproveché para sujetarme el cabello, mi prima hizo lo mismo.

—Ah... te detesto. —dije para mí misma.

—Es la primera vez que te veo con el cabello sujetado. —dijo él con una sonrisa—. En gimnasia no lo usas así.

—No me gusta. Estoy planeando cortarlo un poco para evitar atarlo.

—Seguro estarás más bonita. —sonrió logrando apenarme.

Los vagones comenzaron a moverse lentamente hasta llegar a la cima, donde al final estaba completamente empinada.

—¿Un reto? —lo observé—. A que no puedes estar todo el viaje sin sonreír.

—Acepto. El que sonríe primero, pierde. —dije.

Tomó mi mano sobre el caño de donde nos sujetábamos y todos gritaron mientras las vagonetas se dejaban caer velozmente por la montaña, pasando así por un montón de curvas y vueltas, a mi vista peligrosas. Ninguno de los dos había emitido sonido, hasta una bajada en los carriles, dónde el juego tomó aún más velocidad, pude verlo sonreír y lo señalé, haciendo que riera finalmente y comience a gritar, había perdido.
Luego de una vuelta más, nos bajamos algo tambaleantes.

—Estuvo genial. —dijo Ronie.

—Concuerdo. —dijo Taehyung pasando un brazo por sus hombros.

Nos pasamos la mañana en varios juegos, algunos sacándonos más que un par de risas y gritos, hasta que llegó la hora de comer.
Ellos se habían comprado hamburguesas, yo sólo quería agua. Estaba haciendo bastante calor.

—Qué, ¿estás a dieta? —me preguntaba Ronie mientras ellos engullían sus sándwiches.

—No, solo no tengo hambre.

—No vayas a tener otro episodio como en-...

—No va a pasar, no te preocupes. —los chicos me miraron y luego entre ellos.

Sin decir más, continuaron comiendo. Jungkook me ofrecía de sus papitas, aceptando dos o tres.
Ellos nos contaban sobre sus próximos proyectos y nosotros le contábamos algunas anécdotas.
Acabando de comer, dimos una vuelta por el parque, haciendo tiempo, y viendo a qué atracción subir luego.

Las horas pasaron y cada vez estábamos más exhaustos. Yendo hacia una de las esquinas del parque, donde había otro tipo de juegos, Jungkook sacó su teléfono, viendo más mensajes de Sooyoung que ponían: "¿no lo crees, Kookie?", esta vez dándose cuenta de que yo también observaba. Me sonrió.

—¿Qué hora es? —pregunté.

—Diecinueve y cincuenta.

—Jin viene a recogernos a las ocho. —dijo Taehyung.

—Hay un juego al que debemos subirnos. —dijo Ronie observando primero a Tae y luego a mí.

Nos fuimos los cuatro hacia dicho juego, que más que juego, a mi parecer era un lugar para dormir. No era ni emocionante ni divertido, puesto que pensaba que sólo estaba hecho para las parejas. Nos subimos en dos de las vagonetas y nos sentamos. Me deshice de mi coleta y comencé a jugar con la liga. Estaba anocheciendo y se podía ver perfectamente desde nuestra posición.

—¿Estás bien? —preguntó de la nada.

—¿Por qué estaría mal? —contesté sin expresión.

—Sé que leíste el mensaje. ¿Estás enfadada?

—No.

—Algo tienes.

—Sólo imagínate, Hyunjin comienza a hablarme, más de lo habitual, me envía mensajes, me pide juntarnos. Yo no te digo absolutamente nada cuando tú me preguntas, ni de lo que hablamos o hacemos. Te enfadarías, ¿no es verdad? Sabes que ella no me cae ni por asomo, ¿y aún así continúas hablándote con ella frente a mí? No tengo problema en realidad con que tengas algún vínculo con ella, no soy nadie para decidir tus amistades, pero creo que tengo derecho a saber, "¿no lo crees, Kookie?"

Él solo rió. Voltee mi vista hacia el paisaje mientras siento que me acaricia la mejilla con sus dedos, logrando que baje la cabeza.

—Sé cómo te sientes. Y sé que no estoy siendo sincero contigo, pero en verdad debes despreocuparte cuando te digo que no es importante. No tengo planeado nada con ella. No voy a dejarte, lo prometo.

Lo observé, corrió un mechón de mi rostro y reposó sus labios sobre los míos, dándome un poco más de alivio.

La vuelta había acabado y cuando Ronie y Tae salieron, nosotros también. Pude ver en el cuello de mi prima una cadenita dorada, muy delicada y femenina, con una figura de un diamante y una "T" dorados también. Sonreí, esa era la que le había gustado y me enterneció el toque de Taehyung.

Jin fue por nosotros y al dejarnos en mi casa, nos despedimos hasta el lunes siguiente como es debido. Luego entramos a mi habitación.

—¿Tú le dijiste a Tae que me comprase el collar?

Ups.

—No.

Va a matarme.

⩩ ♡̶ !𝐘𝐨𝐮. ─ 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora