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Lo sujeteba fuertemente de su muñeca, nunca había estado tan enfadada. No podía creer lo que había pasado, no sabía por qué se había comportado de esa manera, es decir, ¿qué bicho le había picado? Llegamos a la enfermería y lo obligué a sentarse en la camilla. Busqué algodón y alcohol para limpiarle la herida que tenía en el labio, mientras sentía que me observaba con serias expresiones. Lo tomé del mentón para acomodar su cabeza y poder ver mejor su labio, tomé el algodón mojado y lo pasé suavemente por su herida. Su semblante no cambió en ningún momento, ni siquiera por el ardor que el líquido producía.

—No me mires así. —dije.

—No te miro de distinta manera. —su voz salió mucho mas dura que de costumbre.

—No estuvo bien lo que hiciste, Jungkook. —tiré el algodón en el cesto y me senté junto a él.

—¿Y estuvo bien lo que tú has hecho?

—¿Yo? Yo no he hecho nada de malo. Además, tú no eres así. Si me dices qué es lo que ocurre, quizás pueda hacer algo.

—¿Sabes qué ocurre? No puedo creer que desde que me fui has estado pegada a Hyunjin, todo el tiempo. Y qué coincidencia, la semana que intenté comunicarme contigo y no pude, estabas muy ocupada con él en el cumpleaños de Verónica. —no podía creer la escena que estaba armando. ¿Y cómo es que sabía lo del cumpleaños de Ronie?—. No sé por qué estas tan sorprendida. Además él siempre estuvo sintiendo cosas por ti, ¿y aún así permaneces a su lado como si nada? Seguramente tú también sientes algo por él y por eso no lo apartas, ¿verdad, amor? —se cruzó de brazos, con una expresion preocupada—. ¿Puedo seguir diciéndote así, cierto?

Me quedé muda. No sabía que él tenía ese nivel de inseguridad, pero no mentiría, me causaba mucha termura, por esa razón reí inconscientemente y lo atraje desde su cuello para envolverlo en un abrazo.

—No debes preocuparte por lo que yo sienta o no por Hyunjin, tampoco por lo que él sienta por mí, porque yo te elegí a ti y no voy a cambiar de opinión. —algo tímida, lo tomé de sus mejillas y le di un pequeño beso.

—En verdad, no quiero perderte. —rodeó sus brazos por mi cintura y hundió su rostro en mi cuello.

—No me perderás, Kookie.

Envueltos en un abrazo que duró mas de diez minutos, nos vimos obligados a separarnos e ir a nuestra siguiente clase al toque de campana. De la nada, entrelazó su mano con la mía en un fuerte agarre cuando pasábamos por el ancho corredor antes de unas escaleras, por donde vi bajar a Hyunjin y observar nustras manos y luego nuestros rostros con seriedad.
Al llegar al salón y acomodarnos en nuestros asientos, no podían faltar los comentarios de Sooyoung.

—Katherine... ¿es verdad que te has aprovechado de la ausencia de tu novio para estar con... tu otro amigo? —la fulminé con la mirada sin responderle—. Jungkook estuvo muy preocupado al verte abrazada con él en la biblioteca y en la casa de Verónica. ¿No es así, Jungkook? —corrió un par de mechones que cubrían su rostro y lo observó con cara de cachorro abandonado, mientras él la miraba de manera seria.

—¿Verme? Él no estuvo presente en ninguna de las dos situaciones. —en ese momento dirigí mi mirada a Jungkook. Ahora entendía lo que ocurría. Sooyoung le estuvo diciendo a Jungkook todo lo que yo hacía, seguro que exagerando las cosas, como siempre. Él me ofreció una mirada cómplice, por lo que negué con la cabeza e intenté ignorar todo lo que se decían entre ellos hasta el final del día. Aunque me sorprendió que el director entrara al salón para llevárselo.

—Kath, espera. ¿Podemos hablar un momento? —tomó mi brazo impidiendo que me fuera apenas regresó de la oficina del director, al final del día—. Lo siento.

—¡No puedo creer que le creyeras! —digamos que... exploté—. ¿Justo a ella, Jungkook, ¡en serio!? Eres increíble.

—Estaba muy nervioso, ¿si? ¡Tenía miedo!

—¿Miedo? ¿A caso me crees capaz de engañarte? No lo entiendo, ¡es mi amigo!

—Temo que encuentres algo en él que yo no lo tenga, o que él te atraiga más y prefieras tener algo con él, en vez de conmigo. Sé que es tu amigo, pero él no quiere verte así, Kath. —no hablé por unos momentos, él tampoco—. En verdad lo siento.

Suspiré. En parte lo entendía, compartíamos las mismas inquietudes, pero yo jamás le creería a alguien que sé que hace daño. Me aproximé a él y lo envolví en otro abrazo, dándole a entender que sí, lo perdonaba.

—Te quiero demasiado como para dejarte ir tan pronto...

—No me iré a ninguna parte... si tú lo impides. —dije y reforzó el abrazo—. ¿Qué te dijo el director? —se separó, me observó y peinó su cabello hacia atrás.

—Debo quedarme a limpiar, como tú, pero por este mes. Y les avisaran a mis padres y a los chicos. -negué con mi cabeza, colocando una mano en mi frente.

—¿Crees que te digan algo? —se encogió de hombros.

—Probablemente. Bien, creo que debes irte. —el auto de mi padre estaba estacionado en frente de la entrada y Verónica me esperaba junto con él.

—Sí, nos vemos mañana. No te metas en más problemas, por favor.

Dejé un pequeño beso en su mejilla y subí al auto. Al llegar a mi cuarto con Ronie, no esperó ni siquiera a que cerrase la puerta para comenzar con la charla.

—Supongo que me dirás por qué Hyunjin llegó al salón herido, ¿verdad? —se cruzó de brazos, suspiré.

⩩ ♡̶ !𝐘𝐨𝐮. ─ 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora