⩩ ♡̶ ！𝐘𝐨𝐮. ─ 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥

O32;

—¡Katherine! —escuché. Ese era Hyunjin, no dudaba, y su grito fue alarmado.

Me solté del agarre de Sooyoung, que había vuelto a gritarme, sujetándome del cuello de mi camisa; y corrí al pasillo encontrándome con Katherine en el piso y Hyunjin y Verónica a sus costados. Apresuré el paso y me acerqué a ellos.

—¿Qué ocurrió? —pregunté con el mismo semblante atemorizado que ellos.

—No lo sé, sólo se desvaneció. —dijo ella completamente asustada.

Sin pensarlo dos veces la llevé hasta la enfermería como pude, con ellos detrás mío, la recosté en la camilla sin dejar de observar su rostro. Sus labios estaban medio azules y no despertaba a los llamados de la enfermera. Tuvimos que esperar fuera, ella dijo que nos fuéramos a clase, pero ninguno quería irse de allí.

—Seguro que anoche no cenó nada. —decía Verónica cubriendo sus cara con sus manos.

—Viene comiendo mal desde hace días, tampoco quiere comer cuando nos quedamos a limpiar en la biblioteca.

Yo no quería decir nada, pues si hablaba estaba seguro de que me mirarían con desagrado, ya que a ninguno le caigo bien. Pero no sabía que a ella le acomplejaba de esa manera su cuerpo, como para no querer comer.
La enfermera salió haciendo que todos nos pongamos de pie.

—Está bien, ya despertó. —todos suspiramos intentando liberar toda la tensión cargada—. Lo único que voy a pedirles es que la controlen cuando ingiera alimento, no está comiendo bien.

—¿Llamó a sus padres? —preguntó Hyunjin.

—Ella no quiso. ¿Alguno es cercano a-...?

—Yo soy su prima. —dio un paso al frente.

—Bien, avísales a sus padres cuando los veas del episodio que acaba de tener. —asintió.

La enfermera se hizo a un costado y ella salió con un par de caramelos en sus manos, y se nos acercó. Nos observaba algo sorprendida.

—Bien, puedes ir a clases. Si te sientes mal otra vez, ven a verme y veremos qué hacemos. —asintió.

Caminamos los cuatro por el corredor y nos frenamos antes de las ventanas de nuestro salón.

—¿Cómo es posible que no comas nada en todo un día? ¿Eres consciente? Son veinticuatro horas, Katherine, no puedes estar tanto tiempo sin comer.

—Ya entendí, baja la voz.

—Pues parece que no has entendido. Ya has tenido un episodio similar, antes del día del parque de diversiones. ¿Por qué siempre te empeñas en llevarle la contraria a los que intentan cuidarte?

Verónica estaba furiosa, nunca la había visto así.

—¿Podemos hablar luego? Debo entrar a clases.

—No te vas a librar de mí en el receso, eso te lo aseguro.

Y sin más, tomó a Hyunjin de su manga y se lo llevó a rastras a su salón. Nosotros continuamos caminando hasta la puerta y en ningún momento pude quitarle los ojos de encima.

—Ya deja de mirarme, Jungkook. —dijo seriamente.

—Lo siento, es que me has dejado preocupado.

—Pues no lo estés. —quiso entrar al salón pero la frené.

—Puedo ir a por algo de comer, ¿quieres que te traiga algo?

—No puedo comer dentro del salón.

—Lo comes aquí fuera y luego entramos. —suspiró cansada y accedió a que le compre algo.

Corrí a comprarle un sándwich y regresé, estaba sentada a un lado de la puerta. Se lo extendí y comenzó a comerlo lentamente, mientras tomaba asiento a su lado. Por suerte, nadie andaba por el corredor, por lo que no iban a vernos y nos ahorraríamos un castigo.

La profesora de Física nos observaba con una ceja enarcada e intentamos no hacer contacto visual con ella cuando entramos. Cada uno se fue a su lugar y ella siguió con su clase. Al final de ella nos llamó a ambos.

—¿Se puede saber en dónde estuvieron? —preguntaba molesta, escribiendo en un cuaderno.

—En la enfermería. —dijimos ambos—. Ella se sentía mal y la acompañé.

Dudosa, terminó de escribir y nos observó.

—La próxima vez, avisen en dónde están. Se supone que yo estoy a cargo de ustedes en este módulo, si les ocurre algo, yo seré la responsable. —asentimos.

Nos dejó salir al receso junto a todos los demás y mientras ella iba al curso de Verónica, fui a mi banco para cambiar mis cosas de lugar.

—¿Qué quieres?

—De ti, nada. —contesté sin mirarla. Dejé mi mochila a un lado de mi silla y mire a Jihyun, apuntando con la cabeza para que regresara a su sitio. No se movió—. Vamos amigo, no quiero pelear, no estoy de humor.

—¿Pelearías por un asiento?

—Es mío, sí. Vamos, muévete.

Juntó sus cosas y se fue con Sooyoung.
Tomé mi teléfono para ver mis mensajes y tenía uno de Hoseok hyung.

------------------------------------------------------------------

Hobi hyung
───────────────────────────

Jungkook, todo preparado.
13:09

Genial hyung, gracias.
13:11
───────────────────────────

Necesitaba lograr que Katherine me perdonara y no se me había ocurrido otra cosa mejor que esta.
Fui a buscarla al salón de su prima y las vi discutiendo en la entrada, Hyunjin y Jeongin estaban ahí, solo mirando.
Cuando acabaron de hablar, todos repararon en mí.

—¿Estas mejor? —pregunté con las manos en la espalda. Me sentía algo incómodo, más bien tímido.

—Sí, ya estoy bien. —sonrió. Hacía tiempo no la veía sonreírme.

Al final del día veo el auto de mis hyungs y me acerco, corroborando que Katherine aún no haya salido.

—Aquí está, Kook. —me entregó el ramo.

—Gracias hyung, de verdad.

Lo coloqué detrás de mi espalda y esperé a verla salir, estaba con Verónica. Me acerqué a ellas y sintiendo la mirada asesina de su prima, me dirigí a Katherine.

—¿Tienes un segundo? —suspiró, pero asintió.

Me arrodillé frente a ella y saqué el ramo de rosas rojas de mi espalda, viendo cómo su expresión seria cambiaba a una asombrada.

—Jungkook-...

—Lee la nota. —había una notita sobre los pimpollos, que ponía: "Soy un estúpido, lo admito. Te extraño demasiado, por favor perdóname".

Rió. Tomó el ramo y lo acercó a su rostro. Todos los estudiantes que estaban allí nos estaban mirando, incluidos Hyunjin y Jeongin.

—¿Intentas comprarme con un par de flores? —musitó con una pequeña sonrisa

—No, son sólo un obsequio. —amplió un poco más su sonrisa—. Sé que te debo mucho más que un simple "lo siento", y prometo que te lo devolveré... ¿eso es un sí?

Asintió. Pude respirar algo más tranquilo. Me levanté y la abracé, intentando darle con ese abrazo, todos los que no pude en este mes. Al final besé su mejilla y las dejé ir, su padre al parecer también estaba observando.