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Razones por las cuales quería otros padres, otros compañeros, profesores y hasta amigos, tenía demasiadas. Quería morir y nacer de nuevo con tal de no repetir los mismos malditos errores que toda mi vida ellos me han marcado. ¿Es que nunca dejarán de decirme que soy un desastre? ¿Es todo lo que se puede apreciar de mí? Estoy segura de que tengo otras aptitudes que se pueden manifestar a través de todos mis actos. O bueno, al menos eso creo. ¿Por qué estoy diciendo esto? Pues mis padres no se cansan de decirme que cometo mil y un errores en todo lo que hago, como si ellos fueran los padres perfectos. Estaba considerando la idea de irme de mi casa, a cualquier otro lado, no importaba, solo quería alejarme de aquellas personas que con solo unas pocas palabras podían lograr que mi corazón se estrujara y mi autoestima cayera, tal y como un paracaidista se tiraba de un avión; pero, lamentablemente, no podía irme. ¿Donde iría? No tenía donde quedarme.

Intenté disipar esos pensamientos y prestar atención a lo que me rodeaba, que no era muy importante, pero era en cierto sentido mejor que lo que pasaba por mi mente. Jungkook estaba muy cariñoso y agradecía tenerlo a mi lado, era una de las personas que mas valor tenía y no importaba qué ocurriera, él siempre estaba de mi lado, protegiéndome y defendiéndome. Sooyoung no me estuvo molestando últimamente, pero siempre que regresaba de la pizarra a su asiento, me enviaba una mirada retadora mezclada con odio.

-Kath, ¿estás bien? -me preguntaba él apenas sonó la campana para salir-. Ya no soporto verte llorar, ¿sabes?

-No pasa nada. -ni cuenta me había dado de que estaba llorando.

-Oye, si no me dices qué te ocurre, comenzaré a preguntarle a Verónica. -estaba muy serio.

Sabía que si le contaba me diría: "no les prestes atención, tú eres perfecta", o cosas así y eso no ayudaba en lo absoluto. Ronie tampoco era que estaba muy enterada de mi situación, estos últimos días no ha estado quedándose en casa mucho tiempo, por lo que ya no está tan informada. De igual manera, no diría nada al respecto, no la dejaría.

-Sé que si te cuento no servirá de nada, no puedes ayudarme.

-Quizás sí. Al menos quiero saber... -no dije nada-. Kath, eres muy importante para mí, lo sabes, ¿verdad? -asentí-. Te... quiero muchísimo. Y no quiero verte sufrir.

-No me mereces, Jungkook. -ahora sí sabía que había comenzando a llorar-. De verdad, mereces estar con alguien que sí valga la pena.

-¿Y por qué tu no la valdrías? Katherine, eres mas valiosa de lo que crees, ¿por qué no puedes verlo? ¿Quién te ha hecho tanto daño como para pensar esas cosas?

-A veces tu familia no es tu mejor compañía. -y con eso di por terminado el tema, observando antes de salir del aula el rostro de Jungkook, que tenía una expresión bastante confusa.

Fui al baño para enjuagarme el rostro y luego iría a ver a Ronie y Hyunjin. No quería preocupar a Jungkook, pero tampoco quería decirle. Aunque, al parecer, él se me adelantó, pues lo encontré en la entrada del salón, hablando con mi prima, ambos con gestos de preocupación. Al verme, sus expresiones se tornaron serias.

-¿Qué es lo que te pasa que no quieres contarle a Jungkook, Kath? -dijo Verónica en español acercándose a mí-. ¿A mí tampoco me dirás?

-Nada, solo... problemas en casa.

-¿Sólo eso? -asentí-. Bien... no debes preocuparte, Kook, ella siempre tiene discusiones con sus padres.

-¿Quieres decir que debo tomármelo como algo normal? -su voz había salido extraña, mas grave.

-Algo por lo que no debes preocuparte. -dije y sonreí.

Al final del día me acerqué a él, estaba algo enfadado. Lo observé e intentó sonreírme, pero lo único que logró fue una mueca.

-No te enojes. -pedí, abrazándolo y tocando constantemente su mejilla con mi dedo índice.

-¿Por qué no confías en mí? -su pregunta fue directa, haciendo que me separara de él y lo observara con el entrecejo levemente fruncido.

-Sí confío en ti.

-¿Y por qué no me dices por qué lloras o estás triste o enfadada? Siempre te guardas para ti las cosas y... no me gusta eso. Quiero que comiences a contarme lo que te sucede, quiero saber qué es lo que pasa por tu cabeza. Y sí, quizás no pueda ayudarte, pero puedes contarme lo que sea. Aunque sea tu novio hoy, no dejaré de ser un amigo, o compañero, jamás. Así como yo te cuento mis problemas, quiero que tú me cuentes los tuyos, ¿sí? -bajé la cabeza, tenía razón-. Es frustrante ver llorar a tu novia y no poder hacer nada para calmarla, solo porque no quiere comentar lo que le sucede.

-Es que sé que si te digo, me dirás lo que siempre me dices; "todo va a estar bien, no los escuches, ellos no saben nada", y eso no me ayuda, Jungkook.

-Al menos quiero saber.

Lo único que rondaba por mi cabeza era la posibilidad de salir corriendo de ahí, pero por alguna razón no podía moverme. Respiré profundo y exhalé, sintiendo cómo la brisa fresca de primavera llevaba consigo algunos de mis mechones de cabello, despeinandome un poco. Pasé una mano sobre ellos para acomodarlos y lo observé.

-Ultimamente, mis padres y yo estuvimos discutiendo. Temas como el colegio, mis amistades, mis actitudes y... mi físico. Lo único que han repetido fue una frase que me marcó; al parecer soy un desastre, un cero a la izquierda, una inútil. A mi madre no le gusta que me junte tanto con ustedes, diciendo que puedo aprovechar ese tiempo para otra cosa mas productiva. Y también...

-¿También...?

-Mi padre me dijo que... -me avergonzaba decirlo-. Estaba "ligeramente mas rellena". -hice comillas con mis dedos.

-¿Tu padre te dijo que estabas gorda? -me lo dijo como si no pudiera creerlo-. Y... ¿tú les crees? -me encogí de hombros.

-Son mis padres, se supone que no deberían mentirme.

-Quizás no lo dijeron con la intención de herirte, sino de que cambies algunas actitudes. Pero la verdad es que disiento totalmente con tu padre. -corrió un mechón de mi rostro con su mano derecha, acomodándolo detrás de mi oreja. Luego me tomó de mis mejillas-. Mira, aunque tú o los demás te vean como un elefante, yo no me cansaré de decirte que así como estás, eres hermosa. -para terminar dejó un pequeño beso sobre mis labios.

-Gracias.

-Te hablo luego. -dijo cuando vio a mi padre estacionarse frente a la entrada.

Me subí en el asiento del acompañante y lo saludé con mi mano. Él era el único que no veía defectos en mí y me trataba como si fuera lo mejor del universo, y eso... no se lo merecía tampoco. No merecía lidiar con mis problemas de autoestima.

⩩ ♡̶ !𝐘𝐨𝐮. ─ 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora