⩩ ♡̶ ！𝐘𝐨𝐮. ─ 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥

O14;

Mientras Sooyoung me hacía la vida imposible con sus burlas hacia mi físico y forma de ser, mis hermanas y los chicos me ayudaban a despejarme de todos las palabras negativas que me decían y que estaba comenzando a considerar.

Les había contado a Bangtan lo que me pasaba en la escuela, debido que hacía unos días estaba con bajos ánimos y claro que ellos lo notaron.

—Recuerdo que en mi escuela había gente igual. —decía Yoongi—. No los escuches, no deben afectarte sus palabras. Tú te conoces y tú sabes que eso no es verdad.

—Es cierto. Además, ¿por que no hablas con la consejera escolar? Ella podrá ayudarte. —agregó Jungkook.

—No quiero que se divulgue por la escuela que tengo problemas con una chica de mi salón. Además, ella tiene a los directivos a sus pies, no le dirán nada.

Hubo un silencio en el que solo cruzamos miradas. Muchas de ellas llegaban hacia Jungkook haciendo que se sonrojara y luego se fuera a algún lado, lejos nuestro. Namjoon rió y se le unió Hoseok. Los demás intentaron no tentarse, cubriendo sus bocas o mirando para otro lado.

—¿Puedo saber qué es tan gracioso? —dije, en verdad no entendía nada.

—Lo veras luego. —dijo Jin.

Comenzó a sonar su nueva canción llamada "Boy In Luv", se pusieron en sus posiciones y comenzaron a bailar.
Jungkook no dejaba de mirarme mientras cantaba sus líneas, lo que hacía que me pusiera un poco nerviosa.
Al final me acompañó a casa como siempre.

—Yo no sirvo para tener novio. —dije y me observó. Me había preguntado si en mi país natal había tenido alguna relación—. Es decir, soy muy poco cariñosa y... no me gusta mucho dar afecto, en realidad.

—Pero estoy seguro que dentro de ese gran corazón frío hay... algún rincón mas cálido. —sonrió. Llegamos a casa y se colocó frente a mí delante de la puerta. Su sonrisa era muy linda. Hasta podría decir que era la mas hermosa que había visto en todo el año que estuve viviendo en Corea. Espera, ¿qué?—. ¿Te veo mañana?

—Claro. —se despidió con su mano y entré.

Verónica me mandó un mensaje diciendo que llegaría a casa para llevarme a algún lugar. Había comentado que quería salir conmigo para tener un tiempo a solas. Le avise a Katrina que me iría con ella y cuando llegó, partimos a un centro comercial. Nos acercamos a una pequeña cafetería y nos sentamos a esperar que nos dieran las especialidades.

—Sé que la zorra de Sooyoung estuvo molestándote. ¿Cómo estas?

—Bien. —dije indiferente—. ¿De eso querías hablar?

—No, sólo quería que me contaras así mañana la agarro a la salida. Ahre. —comenzamos a reír.

Ambas habíamos ordenado lo mismo, licuado de frutas con un pequeño sándwich. Compartíamos muchos gustos y buenos momentos, y para ser sincera nunca me imaginé tenerla conmigo en este país tan lejano al nuestro, creí que jamas volvería a verla.

—Sabes, Hyunjin dice que quiere verte en la biblioteca. —dijo sorbiendo el líquido anaranjado de su pajita.

—¿Cuándo?

—Mañana. Quiere pasar más tiempo contigo.

—Oh. —dije, sin querer, con un tono desinteresado.

—¿No le dirás nada? —preguntó cansada. Venía insistiendo con que le diera una respuesta, porque según ella, decir "me gusta pasar tiempo contigo" es declararse.

—No tengo nada para decirle. —dije dando un bocado a mi sándwich tostado de jamón y queso.

—¿Y a Jungkook le dijiste algo?

—No. No le diré nada a nadie, ¿está bien? No quiero ponerlos a ninguno en una situación incómoda.

—Oye, Hyunjin es buena persona. —¿Qué intenta?

—Jungkook también, ¿y...?

—Nada, haz lo que quieras. Sólo... no los lastimes.

Terminamos de comer y luego de dar un par de vueltas, regresamos a casa.

Al otro día, al final de clases, le dije a mi padre que iría con un compañero a la biblioteca y que luego regresaba a casa.
Hyunjin se sentó otra vez a mi lado, pero hoy no teníamos libros para leer. Habíamos escogido una mesa en una de las esquinas del lugar, no muy recurrida. Ambos estábamos con nuestros teléfonos dándonos miradas de vez en cuando. Ambos sabíamos por qué el momento era tan incómodo y él tuvo la fantástica idea de carraspear.

—Katherine, debo decirte algo. —se lo veía nervioso.

—Te escucho.

—Probablemente Verónica te haya dicho algo alusivo a mi comportamiento contigo...

—Mm... algo así.

—Quiero que sepas que sólo lo hago porque... Quiero que me veas como un amigo, una persona en la que puedas confiar. Siempre estaré para ti, Kath. Cuando te ocurran cosas en casa, con tus compañeros, con tu prima o contigo misma. Me tienes aquí, a tu lado. —en ese momento tomó mis manos haciendo que me pusiera algo nerviosa—. Te quiero, Kath. —dijo con una sonrisa.

Una muy linda y tierna sonrisa, pero que no me provocaba vuelcos en el corazón.

—Gracias por estar, Hyunjin. —sonreí—. Yo... También te quiero. —lo abracé luego de eso y nos pusimos a leer juntos un libro que encontramos.