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En la agencia nos habían dado una charla sobre lo importante que es estar concentrados en nuestros objetivos, nuestros futuros. Lo tomé como una advertencia de que no debíamos tener demasiadas distracciones en estos momentos donde intentamos ascender en nuestra posición.

Volviendo a casa, decidí contarles a mis hyungs lo de Katherine, ya que me dijeron que si ocurría algo les comentara.

—Jungkook, ¿no escuchaste lo que dijo Bang Sihyuk PD-nim? —dijo Namjoon mirándome serio desde su asiento—. No es un buen momento para tener distracciones.

—Ella no es una distracción. —dije—. Solo la veré en la escuela.

—Sí, no creo que sea tan malo. —dijo Hobi hyung mirando por la ventana—. Es bueno que él tenga la adolescencia que merece. Además, está en la escuela, necesita tener otras inclinaciones, no queremos que nuestro Jungkookie se agobie.

—Es cierto. —ahora habló Jimin.

—Pero no debes decaer en tus otras responsabilidades. —dijo Namjoon al final, resignado por ver el poco apoyo de sus miembros.

Cuando llegamos a casa fui directamente a mi habitación para cambiarme de ropa, hasta que sentí que golpeaban mi puerta. Taehyung me observaba algo incómodo y pregunto si podía entrar.

—¿Qué ocurre?

—Oye, ya que... tienes algo con Kath... ¿puedes hacerme un favor?

—Mm... sí. —se lo veía nervioso.

—¿Puedes darme algo de información sobre su prima?

—¿Verónica? ¿Por qué quieres...? Oh. —no pude ocultar un pequeña sonrisa. No sabía que a mi mejor amigo le gustaba Verónica. Juntó sus manos en forma de ruego y formó un pequeño puchero—. Bien, pero no te prometo nada. No creo que ella quiera darme datos sobre su prima.

—Haz el intento. —dijo y se marchó.

Al día siguiente, cuando llegó Katherine y se sentó en su lugar, quise tomar su mano, pero su rostro fue lo que llamó mi atención primero. Otra vez estaba con los ojos hinchados y no tenía muchas ganas de estar en contacto con nadie.

—Kath, ¿estas bien? —me animé a preguntar. Rodee un brazo por sus hombros para atraerla y poder abrazarla. Me molestaba mucho verla en ese estado y saber que no podía ayudarla, me enfadaba más—. ¿Quieres contarme? —negó—. ¿Quieres seguir llorando? —volvió a negar—. Entonces cambia la cara... —le acaricié la mejilla y me observó. Sus ojos estaban rojos e hinchado, y tenían ganas de continuar derramando lágrimas—. ¿Quieres ir con Verónica? —ya no sabía que preguntar.

—No. Solo... no me sueltes. —hundió su rostro en mi cuello y sujetó con fuerza el saco del uniforme.

Sonreí y la abracé mas fuerte. Me daba ternura que tuviera esos pequeños momentos de fragilidad y debilidad conmigo.
Cuando ingresó el profesor tuvimos que separarnos pero cuando sonó la campana, fuimos otra vez a la azotea. Era el único lugar donde teníamos tranquilidad y estábamos solos.

—¿Por qué no quieres contarme? —dije mientras la observaba apoyada en el barandal, mirando hacia abajo. —¿Es algo tan personal que no quieres que sepa?

—Mm... algo así. Pero no te preocupes, ya pasó. —me miró y sonrió.

—Bien. —la abracé—. Sabes que me puedes confiar cualquier cosa, ¿verdad? —asintió. Mis brazos estaban en su cintura y mi cabeza sobre su hombro, me acerqué a su mejilla, corrí su cabello para dejar un pequeño beso y sonrió—. ¿Sabías que tienes la piel suave?

—¿Hay algo de mí que no elogies? —me observó. Nuestras narices rozaban y nuestros labios estaban a milímetros. ¿Se enfadará si...? Me acerqué un poco más y hablé sobre sus labios, sin establecer contacto.

—Para mí eres perfecta. —acabé de unirlos.

—No soy perfecta. —rodeó sus brazos en mi cuello, acercándose más a mí—. No existe la perfección en el ser humano.

—¿Cómo puedo probarte que eres perfecta para mí? —se encogió de hombros.

Sentimos la campana y corrimos al salón.

Al parecer no íbamos a tener matemáticas porque la profesora había faltado y no había suplente que la pudiera cubrir, por lo que el salón era un caos de gritos, papeles voladores y gente corriendo por todos lados.
Sooyoung, que se sentaba dos bancos hacia atrás del nuestro, se levantó y se nos acercó. Katherine desvió la mirada y rodeándola, se sentó en su lugar. La imite.

—Parece que los chicos querían un poquito de privacidad. —todos rieron. Kath dijo algo que no comprendí en un susurro, cubriendo su rostro—. ¿A dónde fueron? —dijo sentándose en mi mesa.

—¿Tanto te interesa? —dije—. ¿Por qué no vas a hablar con tus amigos, Sooyoung?

—¡Pero si esto es una primicia! El chico más lindo del salón con la chica más fea. —volvieron a reír—. Dinos, ¿qué te gusta de ella?

—Deja de molestar, Sooyoung. —estaba intentando no levantar la voz.

—Oh, vamos Jungkook, ella no es para ti. Tú debes salir con otro tipo de chica. No sé... alguien como-...

—¿Como tú? —dijo Katherine, la observé—. ¿Alguien así de entrometida, zorra, densa...? —no pude evitar sonreír y observar la indignada reacción de la susodicha—. Hazme un favor y vete.

—¿O qué? ¿Me golpearás como antes?

—No tengo ningún problema, si es lo que quieres. —enunció con un tono tranquilo, cruzada de piernas y brazos, con aire de despreocupación.

—Basta Kath. —dije. No quería que aumentara su castigo, o peor, que volviese a salir lastimada.

—Míralo, te protege... —se bajó de mi pupitre y se acerco al del lado, apoyándose en él con sus manos—. No olvides lo que te dije, Katherine. —dijo con los ojos clavados en los de mi novia y con una expresión de odio. Luego se marchó.

—¿Qué te dijo? —la observé.

—Nada. Estupideces, como siempre.

Al final del día nos fuimos todos a la puerta para despedirnos hasta el día siguiente y recordé lo que Taehyung me había pedido.
La tomé de la mano y nos quedamos en un rincón.

—Kath... necesito que me hagas un favor, ¿puedes?

—Claro, ¿qué necesitas?

—Mm... quiero que me des algo de información sobre Verónica.

—¿Ah?

—Tu sabes, lo que le gusta, lo que no, cosas de ella.

—¿Por qué quieres saber eso? —su actitud era difícil de explicar, tenía expresión confusa, pero tono de voz inseguro.

—Taehyung quiere saber. —la observé de forma tal que rió.

—No sabía que a Tae le gustaba Ronie. Bueno, luego te paso los datos. —sonrió.

—¿Segura que no quieres que me quede?

—Segura. Vete ya, los chicos se preocuparán.

—Ok. —dejé un casto beso en la comisura de sus labios y me marché luego de ver su sonrisa.

⩩ ♡̶ !𝐘𝐨𝐮. ─ 𝐽𝑢𝑛𝑔𝑘𝑜𝑜𝑘 ✔︎ ©𝐌𝐢𝐤𝐡𝐚𝐢𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora