||Ellos me odian|| «Radier»

Twenty five

Se despertó de golpe, de esa forma se enfrentó de nuevo con la realidad.

Papá se estaba yendo como siempre.

Y él solo podía ver como se iba sin decir nada.

Sus pensamientos le atormentaban y simplemente no quería escucharlos.

Lo que dijo esa vez Andrew no era verdad, no podía...

¿Cierto?

Desvió su mirada y se topó con su madre, parece que estuvo todo el tiempo ahí, observando.

—¿Qué? —Dijo el azabache pasando por su lado.

No.

No escapes.

—¿Por qué? —Se puso delante de su madre, impidiendo que siguiera avanzando— Mamá...

—Ahora no —Miró con desprecio hacia el más bajo— Y deja de llamarse así.

—¿Por qué no haces nada? —Pregunto, tratando de no perder el control con cada palabra que pronunciaba— Papá se va y tú no haces nada para evitarlo.

—No me importa —Trató de seguir con su camino a la cocina pero el menor se lo impedía— Radier, quítate.

—¡No!

¿Por qué todos solo observan?

—M-mamá, por favor, papá, él... —Bajó su rostro decaído.

—Sí ¿Y qué importa?

—¿Eh? —Dirigió su mirada de nuevo hacia arriba, se sorprendió con esa respuesta.

Mamá... ¿Tú lo sabes?

Radier miraba aún confundido al mayor, así este se acercó a su rostro para que dejar algo muy en claro.

—Papá está con otra mujer, siempre lo ha estado ¿Así por qué te sorprendes?

El menor se glicheo, pero intentó mantenerse tranquilo, lo que decía mamá...

—Ahora déjame en paz.

De pronto sintió como su mamá lo tomaba de su hombro y lo empujaba al suelo.

Error antes de irse, echó una mirada para atrás.

Había hecho desaparecer la linda sonrisa que siempre plasmaba su primogénito en su rostro.

Pero no podía sentir culpa, él simplemente sabía que lo mejor era no sentir nada, que nada le importará.

Aun sabiendo la aventura que tenía su esposo, no le reprochó, actuaba como si todo estuviera normal.

Porque sabía que si estuviera en lugar de Nightmare, él también lo hubiera hecho lo mismo.

No se soportaba a sí mismo.

Él...

Se odiaba, todo era su culpa, no servía para nada.