||Ellos me odian|| «Radier»

Twenty two

—¿Por qué?

Radier sostenía la muñeca del contrario, de esa forma impedía que la tijera que tenía Andrew se acercará más a su rostro aunque ya se estaba cansando además no ayudaba que este ponía más fuerza.

—Radier, dime ¿Por qué?

—Yo no sé... —Pronto sintió unas lágrimas cayendo en su rostro— ¿De qué estás hablando?

—¿No lo sabes? —Miró al otro con lástima y un profundo odio— Pensé que lo sabrías.

Cauteloso su compañero se acercó a él y le dijo algo.

Sus cuencas se agrandaron al oírlo y de golpe apartó al contrario.

—N-no, eso no... —Como pudo se levantó para encarar al pelinegro— Te estás equivocando, no es...

—¡Qué sí lo es! ¿Acaso eres tan idiota para no darte cuenta?

—Tú... Y-ya para, por favor —No quería seguir escuchando, se abrazó a sí mismo en un intento de calmarse pero el contrario no ayudaba nada con sus comentarios— ¡Cállate!

Deseaba silencio, lo necesitaba en urgencia, solo...

—¡Radier, baja a tu compañero!

Con sus tentáculos que sobresalían de su espalda había agarrado al más alto y lo apretaba provocando que no pudiera hablar.

—Dime que es una mentira...

Su profesora tuvo que tomar de sus hombros para por fin regresar en sí y dejar al otro libre, mas seguía afligido y no podía evitar que los gliches se apoderarán de su cuerpo.

—¡Niños, vayan al salón!

Se agachó y se ocultó entre sus piernas, iba a olvidar que todos estaban observando aquella escena.

Por mientras la única adulta llamaba a la ambulancia.

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Luego de que le curarán los cortes en su brazo y se llevarán a Andrew al hospital, lo dejaron en la dirección hasta que sus padres vinieran luego de que les informarán de lo que había pasado.

El primero en llegar fue Nightmare quien no estaba del todo feliz de que lo hayan llamado pues tenía una reunión dentro de dos horas.

—Señor Joku, debe entender que lo llamamos porque su hijo estuvo en un serio problema con uno de sus compañeros y usted...

—¿Qué me haga cargo de los gastos del hospital? Está bien —No nadaba en dinero pero si eso lograba que dejarán de molestar con este asunto entonces que más daba— ¿Ya me puedo retirar?

—Sí pero podría... —La directora suspiró y trató de no enojarse por la actitud del contrario— ¿Podría calmar a su hijo? Sigue en ese... estado.

Los dos adultos dirigieron su vista a Radier, de nuevo estaba teniendo esos episodios donde su cuerpo no dejaba de aparecer la palabra error y muchos gliches, de su cuenca izquierda salía un líquido negro, el cual se mezclaba con la lágrimas del menor.

Radier tenía miedo.

—¿Puede hacer algo? La profesora intentó hacer algo pero no pudo, usted es su padre, así que...

—No, no puedo —Sin titubear y siendo directo respondió.

La directora iba a reprochar el poco interés que tenía sobre la situación mas la puerta de abrió, dejando ver a Error y Dream.

—¿Qué hace aquí? —Pregunto Nightmare molesto por la presencia de su hermano en la oficina.

—Estaba junto a mí cuando llamaron, y cuando supo lo que había pasado me insistió en venir conmigo.

Mientras ellos dos hablaban, Dream se acercó a su sobrino.

—Radier... —Se puso de rodillas para estar a la altura del mencionado— Radier ¿Qué pasó? ¿Estás bien?

Él solo seguía llorando realmente dolido.

—Radier... —De forma leve puso sus manos sobre las del contrario, pues con estas intentaba parar su llanto el mencionado— Hey, mírame.

—P-pa... uhgm...

—Tienes que calmarte ¿Sí? Porque así no podemos hablar —Tosió de forma leve y envolvió a Radier con sus brazos, este de inmediato correspondió el abrazo— ¿Solo quieres un abrazo?

—U-uhm... —Froto su rostro con el hombro del mayor.

—Y-ya estoy aquí, tranquilo —Al parecer el llanto del contrario le estaba afectando, ahora él también quería llorar.

Dream entendía por qué Radier con urgencia se aferraba a él.

Ellos seguían allí hablando, pidiendo a la directora sí esto era lo que quería decirles y si ya podían irse.

Ninguno era capaz de acercarse a su propio hijo y darle un abrazo, decirle que estaban ahí.

¿Por qué?

¿No podían oír cómo lloraba, que temblaba de miedo, que estaba lleno de heridas?

¿En serio... lo odiaban tanto?

—Díganme por qué... ¿Para qué fue todo esto? —Las palabras salieron por si solas, igual que las lágrimas.

¿Por qué todo el esfuerzo hace tiempo atrás?

¿Por qué tuvieron que alejar a esas personas que simplemente querían que recapacitaran?

Radier nunca pidió nacer.

¿Por qué cambiaron de idea y lo trajeron a este mundo?

¿Por qué lo miran como si fuera lo peor que existe?