Thirty one

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—Me... ¿Me hablas a mí?

Al terminar de preguntar aquello, se dio cuenta lo estúpido que había sido preguntar eso.

—¿Pues a quién más? —Soltó una pequeña risa y tomó la mano del contrario para que se levantará— Nunca te había visto por aquí antes.

—Es que yo no vivo por aquí... —Dijo una vez parado.

—¿Ah, sí? —Ella ladeó su cráneo y miró para todos lados, quizás se preguntaba en dónde estaban los padres de él pues ya era tarde para un niño ande solo por las calles.

—Estaba por volver a... —Aclaró.

—¿No quieres jugar conmigo en los columpios? 

 —¿En los columpios? 

—¡Sí! Luego puedes volver casa ¿Qué dices?

Debía encontrar el camino a casa, él sabia eso.

No podía desconcentrarse.

Pero si lo pensaba bien, era la primera vez que alguien lo invitaba a jugar.

—Eh... —Fijó su mirada hacia donde se supone debía seguir caminando para salir del parque— Supongo que puedo.

—¿En verdad? Entonces vamos.

Se dirigieron a donde estaban los columpios, y cada uno se sentó en uno, estuvieron unos minutos meciéndose hasta que él decidió romper el silencio.

—¿Tú vives por aquí cerca? 

—Sí, a unas cuadras, pero vale la pena, en casa no hay muchas que hacer, todos están tan ocupados con sus cosas y eso.

—Opino lo mismo, estar en casa es aburrido cuando no tienes a nadie —Suspiró un poco triste.

—Yo le pedí a mi hermano que me acompañará, mas él dijo que no —Resopló algo enojada todavía por eso.

—¿Tienes un hermano?

—¿Eh? Pues sí, tengo dos hermanos mayores ¿Y tú?

—Yo soy hijo único —Comentó con algo de vergüenza, casi todos tenían hermanos menos él.

—Oh, deberías pedirle a tus padres, quizás te den uno.

—Y... ¿Ellos cómo hacen un bebe? —Quizás ella sabría.

—La verdad no sé —Miró hacia arriba pensando en cuáles serían las maneras. 

—Yo un día le pregunte a mi mamá y él no me dijo nada.

—Entonces yo se lo preguntare a mi madre cuando regrese —Respondió confiada en que se lo contarían, pues igualmente tenía a sus hermanos por si acaso.

—Espero que tengas más suerte que yo... ¿Cuál es tu nombre por cierto?

—Mi nombre es Shinohara, pero es muy largo, así que mejor llámame Shino, todos me dicen de esa manera.

—Bien, Shino.

Por alguna razón se sentía mejor hablando con ella, es como si nada hubiera pasado hoy, incluso el hecho de estar perdido.

Shino siempre sonreía y decía muchas cosas que eran divertidas y lindas.

Dijo que su bufanda se la regaló su mamá y que él también tenía una igual, igual su hermano mayor.

Mencionó que a su hermano Raven le gustaban los mangas, quiso preguntar que cosa era eso mas prefirió no interrumpir.

Resaltó su amor hacia los animales, los colores, los dulces y más.

||Ellos me odian|| «Radier»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora