Twenty seven

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Ese día vio muchas personas que no conocía.     

Y él no sabía qué hacer realmente.

Sus padres no sabía dónde se encontrarían ahora, su tío Cross parecía ocupado saludando a las personas vestidas de negro, y a Dream no lo veía en ningún lado.

El ambiente era deprimente, algunas veces escuchaba susurros lamentándose de algo pero él no lograba oír con claridad pues estaba perdido en su propio mundo.

No entendía qué pasaba.

De pronto alguien se sentó a su lado, no supo el porqué pero no pudo evitar alzar la mirada y ver de quién se trataba.

Hey, kid.

Eh... —No esperaba que esté le hablará, no tenía ni idea de qué decir, miró a otro lado con el fin de escapar de la mirada del más alto.

Are you okey?

Uh...

¿El gato te comió la lengua?

La mente de Radier estaba en blanco, ha pasado mucho desde que ha hablado con alguien que no conoce.

Sonará infantil pero...

Quería a su mamá.

Uhg... ¿Qué haces aquí? —De pronto reconocío la voz de su madre a unos metros de dónde estaba, unas cuantas personas tapaban al azabache y a una persona con la que hablaba.

—Error... —Había otra voz que no conocía.

Espontáneamente reaccionó a la voz que sí conocía y al parecer también el adulto a su lado. Poco le hizo caso a eso y casi corriendo se dirigió hacia el azabache.

—¡Mamá!

No pudo evitar aferrarse al mayor y mirarlo como si fuera lo único que hubiera a su alrededor.

—¿Cuándo nos vamos? Tengo hambre...

Le pareció extraño que su mamá no respondiera, encima que se notaba algo nervioso con mi presencia.

De inmediato Error agarró el brazo de su primogénito y salieron del lugar.

Ese día no supo en verdad sí hizo algo malo.

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Abrió lentamente sus cuencas irritado por dormir desde que Nightmare llevó a Radier al colegio, a pesar de que este último se negaba a ir pero no le podías decir no al estúpido de su esposo.

Aunque quizás ya era más tarde, en serio debería dejar de tomar esas pastillas cuando se le daba la maldita gana.

Pero bueno...

Oh...

¿Qué hora era?

¿No se supone que hoy era el día en qué iba a recoger a Radier del colegio?

¿O le tocaba a Nightmare?

Uhmm, sí, le tocaba al contrario, hoy era martes después de todo.

Salió de la habitación casi mareado por el efecto de sus médicamentos.

Se preguntaba si Nightmare ya habría vuelto, aunque bien sabía que él siempre regresaba muy tarde y...

—Es un milagro que estés despierto.

Dio un pequeño brinco al escuchar la voz del contrario a sus espaldas.

¿Y este qué hacía aquí?

Vio como el mayor dejaba una bolsa en la mesa para luego dirigirse a rondar por la cocina, aprovechó eso y se fijó qué había en ella.

Uh, naranjas.

Sin querer uno de los frutos salió de la bolsa y cayó al suelo, rodó un poco hasta quedarse inmóvil en cierto punto.

—¿Y Radier? —Pregunto sin querer.

—Tú deberías saber, te la pasas todo el día en casa.

—Sí, pero... ¿Cómo estaba luego del colegio?

Los malditos mareos se hacían más fuertes.

—¿Por qué me lo preguntas a mí? —Le echó una mirada rápida a Error, quien seguía mirando la bolsa que había puesta en la mesa— Tú lo recogiste hoy.

¿Hoy?

—¿Qué día es hoy, Nightmare?

—Hoy es lunes.

—¿Ah, sí? —Se llevó su mano a su boca, de nuevo estaba la sensación de querer vomitar.

Espera...

En verdad iba a vomitar.

Fue rápido al baño y arrojó todo lo que había comido.

—¿De nuevo con eso? —Se apoyó en el marco de la puerta del baño— Deja de tomar esas antidepresivos, no te sirven.

—¿N-no te das cuenta?

—¿De qué?

—Hay s-silencio.

Y sí que lo había, un profundo silencio, que solo Error interrumpía al vomitar.

—¿No me digas que te olvidaste de recoger a Radier? —Dejó de apoyarse y se acercó a Error, iba a poner su mano en el hombro del contrario pero el sonido de llamada de su teléfono se lo impidió.

Se alejó del baño y atendió la llamada.

—Buenas noches... ¿Quién habla?

—Disculpe que llame tarde, soy la profesora de su hijo.

—Oh... ¿Y para qué me llama?

—Sé que su hijo ha tenido problemas en su antiguo colegio, y recientemente ha perdido un familiar suyo, ha de ser algo duro para él pero no debería permitir que descuide sus estudios. Las notas de Radier están por los suelos y esperaba que usted...

—Voy a arreglar eso, no se preocupe.

—Esperó que lo haga, señor Joku... Y también debe saber que pronto el año se acaba, y que debería evitar las faltas.

—Sí, eso ya sé...

—¿Entonces hoy qué pasó?

No respondió.

—Señor Joku ¿Por qué Radier faltó a clases hoy? ¿Estaba mal o algo?
















—Señor Joku ¿Sigue ahí?

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Último capítulo por hoy.

A este punto no sé por qué siguen leyendo esto xd

¿En verdad les interesa la historia?

Igualmente gracias por seguir leyendo.

||Ellos me odian|| «Radier»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora