Thirty five

333 35 23
                                    

Los días pasaron y la única persona que llegaba visitarlo era Evelyn, intentaba preguntarle si sabía algo de sus padres o de Cross y simplemente ella no respondía.

Después de dos días dejó de insistir y ahora solo hablaban de cualquier cosa.

Él iniciaba la conversación con el tema de las nuevas pruebas que le hacían los doctores, no entendía de qué eran pero seguro no es nada malo.

Luego la castaña le comentaba que lo visitaba algunas veces de pasó pues su verdadero destino era ir a una terapia grupal que había en el hospital.

Terapia para la depresión, ansiedad y estrés.

Una vez lo llevó con ella, aunque no estaba del todo seguro pero igual se quedó hasta que termine.

El ambiente era triste, tenso, dirigió su vista a la mayor, y parecía no afectarle en lo absoluto.

Cuando salieron del lugar volvieron a su habitación.

Estaba en cierta parte nervioso, mañana sería el día en el que sus padres, según Evelyn, vendrían a verlo.

La terapia lo distrajo un rato, mas el día se acababa y no podía evitar pensar en el día siguiente.

-Radier, ten suerte mañana -Buscó un dulce para regalárselo en su bolso- Seguro que es algo ajetreado pero debes ser fuerte -Cuando lo encontró lo dejó en la mano del contrario, con una una sonrisa se paró de su sitio y fue en dirección a la salida.

-Tú sabes algo ¿No? -Miró por un segundo el caramelo en su mano y luego dirigió su mirada a la mayor.

-Si supiera algo o no en verdad ninguna relevancia tiene ahora -Caminó de vuelta a donde estaba el más bajo- Eres un buen niño, Radier, igual que mi hijo -Sin saber mucho qué hacer solo estrechó el cuerpo del más pequeño con sus brazos- Pero tienes que salir lastimado porque así es la vida, te golpea cuando menos te lo esperas.

-Eso ya sé... -Dijo en voz baja- Aunque no tengo ni idea de lo que voy a hacer luego de salir de aquí ¿Acaso todo será igual?

-Lo dudo en verdad -Susurró mientras se alejaba del contrario.

-¿Nos volveremos a ver? -Pregunto y no pudo evitar recordar a Shino.

-Lo más probable es que no -Aclaró mientras sujetaba un mechón de su cabello- Radier, antes de irme...

-¿Qué cosa? -Bostezó un poco al preguntar.

-Por una vez en tu vida... -Tragó saliva antes de seguir hablando- Solo por mañana no te controles en lo que puedas decir o hacer... Solo eso te quería decir, adiós.

Evelyn agitó su mano en forma de despedida, abrió la puerta y salió por ella.

Empezó a caminar, y cuando estuvo lo suficiente lejos, se apoyó en la pared mientras soltaba un suspiro.

-¿Por qué sigues viniendo?

A unos cuanto pasos de ella estaba Nightmare el cual no parecía para nada contento con su presencia.

-¿Qué tiene de malo? Él se siente solo -El contrario no podía decirle nada, él a pesar de venir todos los días al hospital, lo único que hacía era verificar la mejora de Radier mas no estar con el menor.

-Sí, ya lo sé, pero no quiero que esté junto a una mujer como tú, será mejor que te alejes y te metas en tus propios asuntos -Se puso a un lado para que la contraria se vaya.

-Ya me estaba yendo -Caminó a un lado del mayor mas se detuvo un rato- Escuché que no salió bien el juicio, es una pena...

-Deberías irte de una vez -Agarró el brazo de la contraria y se dirigió junto a ella a una salida cercana- Por ahí vi a ese bastardo que tienes como hijo, fíjate en él en vez de molestar a Radier.

||Ellos me odian|| «Radier»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora