Twenty nine

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¿Cuánto tiempo pasó?

¿Por cuánto tiempo se quedó dormido esta vez?

Se levantó de inmediato al notar que el sol ya estaba por desaparecer.

Espera... ¿Qué había pasado?

Se levantó de la banca y buscó una manera de ubicarse en dónde estaba.

Mientras más caminaba, se convencía que estaba totalmente perdido y no podría volver a casa.

Todo era culpa de la mariposa, bueno, y la suya también.

Esto empezó cuando se dijo a sí mismo que podía faltar al colegio sí quería.

Ahora se sentía muy mal.

—¡Ahhh, no! —De nuevo estaban las ganas de llorar, así que rápido frotó con sus manos sus cuencas.

Ya no llores.

Tan concentrado estaba en ya no derramar ninguna lágrima más que no dio cuenta por donde caminaba y se tropezó con alguien, no fue lo suficiente fuerte para caer al suelo pero sí para detenerse.

Alzó la mirada y se disculpó con la persona, aunque esta parecía algo ida, dudaba que lo haya escuchado.

—¿Lo has visto? —Casi no llegó a escuchar lo que decía esa mujer.

—¿Eh, qué c-cosa? —Podía haberse ido mas siguió estando parado delante de la persona mayor, incluso le estaba hablando.

Oh, si sus sus padres lo vieran, ellos le dijeron que nunca hablará con extraños.

—¿Quieres ayudarme?

Una sonrisa gentil recibió y aquello lo confundió más, aunque al mismo tiempo le dio cierto escalofrío, y no por su sonrisa en verdad, era por sus ojos celestes, estos no reflejaban nada.

—¿Vienes? —La mano de la contraria se dirigió hacia él para que la tomará— ¿O no?

—¿Eh... qué estás buscando exactamente? —Sin saber el porqué, aceptó tomar la mano de la mayor y empezaron a caminar.

—No lo sé, creo que se me perdió algo por aquí —Soltó una risa que él mismo pudo notar que era falsa— ¿Y tú que haces por estos lugares tan solo?

Ahora que lo pensaba, el hecho de que un niño de su edad esté sin ninguno adulto además a estas horas de la tarde, casi noche, no se veía nada bien.

Quizás esta persona le podría ayudar, pero al volver su mirada hacia ella, podía distinguir que esta estaba más perdida que él mismo.

Ella parecía triste, como si algo le faltará.

Tal vez ya era capaz percibir los sentimientos de los demás, principalmente los negativos pues tenía algo de lógica, después de todo ha tenido que aprender a vivir con ellos desde pequeño.

En cierto punto, sintió como la mayor se detuvo, extrañado imitó su acción.

—¿Está bien?

—Creo... que ya recordé —Apretó ligeramente la mano de Radier.

—¿Uuhm?

Esa expresión...

Le recordaba a cierta persona... ¿Pero a quién?

¿Su mamá, quizás?

¿O era a su papá?

Esa expresión de recién haberse dado cuenta que no debió hacer o decir aquello.

Una vez su madre le dio una cachetada, una vez su padre le dijo que debió haber muerto cuando nació.

Siempre después de esas acciones, ellos...

—¡Hasta que por fin te encuentro!

Otro adulto se acercó, y creo que le hablaba a la mujer que estaba a su lado.

—Dario, y-yo... —Tragó saliva y miró nerviosa a todos lados— Creo que lo perdí de nuevo...

El otro mayor dirigió su mirada hacia él y suspiró.

—Sí, ya lo veo —Tomó el brazo de la contraria para que de una vez soltará su mano— Lo siento por todo esto niño, puedes irte a tu casa.

Ya era libre de irse mas no se movió de su lugar.

—Solo me descuide un momento, y él...

—Tranquila —Tomó los brazos de la menor— Solo mira quien está a mi lado, él está bien, no se fue tan lejos ¿Sí?

Ahora que lo mencionaba aquel adulto, miró donde había mencionado y era cierto, había una niño más pequeño que él.

La expresión de esa mujer cambió.

—Oh... —De forma lenta dejó que su cuerpo cayera delante del niño tan parecido a ella— Lo siento, Gab... —No pudo seguir hablando pues las lágrimas desbordaban de sus ojos— L-lo siento...

Una vez su madre le dio una cachetada, una vez su padre le dijo que debió haber muerto cuando nació.

Siempre después de esas acciones, ellos ponían aquella expresión pero...

Ellos luego solo desviaban la mirada y se iban.

Nada pasó aquí.

••••••••••••

¿Por qué Error y Nightmare odian tanto a Radier?

Pero la verdadera pregunta es...

¿Es a Radier a quién realmente odian?

||Ellos me odian|| «Radier»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora