Thirty four

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Respiraba agitadamente mientras su cabeza seguía cerca del retrete, esperaba que esta cosa de vomitar terminé pronto o aunque sea disminuye el nivel en el que viene.

Mas pronto cayó en cuenta de lo que estaba haciendo antes de entrar al baño.

Estaba apuntó de firmar el papel de divorcio...

Se precipitó a la puerta y puso el seguro, a un segundo de hacer aquello, alguien tocó la puerta para luego intentar abrirla.

-¿Error?

No, no, quería desaparecer, en verdad.

Se supone que esto iba a terminar hoy, la decisión que había tomado es que nadie sospechara que estaba en este estado, menos Nightmare.

-¿Error, que pasó ahí? -Dijo refiriéndose a lo de antes.

-N-nada, solo... -Se dejó caer en el piso pensando qué decir luego- Comí algo que me cayó mal, suele pasar -Suspiró e intentó retener las lágrimas que amenazaban en salir- En un rato salgo.

Hubo un corto silencio y escuchó pasos alejarse, cuando supo que por ahora se había salvado, suspiró mientras escondía su rostro entre sus piernas.

Se supone que después de esto, una vez separados, cada uno seguiría con su propia vida. Y el bebé que esperaba no iba a cambiar eso, ya sabría cómo se deshace de ese problema antes que alguien se de cuenta de su existencia.

Él nunca quiso tener hijos, Nightmare tampoco así que... ¿Para qué tenerlo?

Se intentaba convencer de ese hecho mientras limpiaba las lágrimas que salían sin control de sus cuencas. Odiaba sentirse así, odiaba todo lo que pasaba afuera, odiaba a Nightmare, y se odiaba a sí mismo.

Maldita sea... ¿Por qué tenía que pasarle esto a él?

-Oye -Al oír de pronto la voz del mayor se asustó y más cuando veía la puerta estaba siendo abierta- ¿Recuerdas que tenemos las llaves de todas las habitaciones de la casa, no? -Dijo una vez adentro del baño, y aprovechó para lanzarle la llave a Error quien la atrapó desconcertado- El abogado puede esperar, después de todo por algo le pagamos, por ahora... ¿Qué demonios pasa contigo? ¿Te estás echando para atrás?

-¿Qué? Claro que no -Refunfuñó mientras hundía su rostro en sus brazos, no quería ver al contrario- Lo voy a hacer, solo...

-El hecho de que esto no haya funcionado, no significa que no sigamos siendo conocidos, podemos salir luego de esto, como... amigos.

-Eso me da igual.

-Pues no parece -Intentó agarrar el brazo del contrario, pero rápidamente fue alejado- Ni siquiera puedes verme a la cara ¿En serio qué tan patético puedes ser, Error?

-Más que tú creo que no puedo serlo.

-Tú siempre a la defensiva, no permites que nadie se te acerqué, ni yo puedo -Comentó irritado- Yo solo quiero que a pesar de toda mierda, uh, no sé, comamos un estúpido pastel de chocolate y...

-¡No! -Dijo en voz alta, haciendo que el más alto se alejará, al ver eso tapó su boca pues no pensaba decirlo gritando- Qué asco -Murmuró desviándo su mirada a cualquier punto.

-¿Qué te pasa? -Preguntó confundido- De repente actúas raro.

-Es tu imaginación -Se levantó del suelo algo nervioso, era mejor terminar esto una vez antes que su comportamiento y sus acciones lo delatarán- Vamos a firmar eso ya.

||Ellos me odian|| «Radier»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora