Luego de que Radier se alejará, ella estuvo mirando por un buen rato por donde se había ido.
Hasta que recordó que se hacía tarde y debía volver a casa.
Mientras caminaba no podía recordar muy bien el camino así que terminó dando vueltas por ahí hasta que su esposo la vio y se acercó.
—¿Evelyn, qué haces afuera? —Agarró el brazo de la mencionada para que le tomará atención.
—¿Dario?—Ladeó su cabeza pues un mareada se encontraba— En verdad... No tengo idea.
—Uhg, solo volvamos a casa ¿Sí?
—Está bien —Respondió y empezaron a caminar.
Una vez llegaron, el mayor fue al jardín con el fin de encontrar a su hijo y a Radier, pero nadie estaba ahí.
—¿Dónde están? —Se aproximó a la castaña en busca de una respuesta.
—¿Quién?
—Ya sabes ¿Radier? ¿Nuestro hijo?
—¿Radier? —Lo pensó un poco antes de contestar— Creo que se fue y el otro ni idea.
—¿Cómo que se fue? —Pregunto alarmado— Evelyn solo te dije que los cuidarás y...
—Sí pero sabes... —Intentó hacer memoria de lo que había dicho el menor— Su apellido creo que es Joku...
—¿Joku?
—Eh, sí ¿Lo recuerdas?
—Pues claro, creo que ahora todo tiene sentido —Se alejó de la menor y subió las escaleras para ir a su habitación.
Antes de entrar, se dio cuenta que la puerta estaba abierta, así que quizás...
Se dirigió al armario y lo abrió, soltó un suspiro al ver ahí estaba su hijo.
—¿Qué te dije de estar ahí?
—Pero mamá...
—Algunas veces no tienes que hacer caso sobre lo que diga tu mamá.
—Ella dijo que alguien podría lastimarme —Se encogió en su lugar.
—Nadie va a hacer eso, yo estoy aquí, ahora ven —Alzó sus brazos para que el menor venga y cuando lo hizo lo cargó.
—¿Qué vas a hacer, papá?
—Llamar a un ex compañero de trabajo —Respondió y fue a buscar en el cajón de la mesa de noche el número.
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Fue en abril.
Le tocaba entregar ciertos informes a la oficina de administración.
Podría pedírselo a cualquier pasante que había por ahí mas decidió hacerlo él mismo.
Odiaba que las cosas salieran mal.
Ya era hora del almuerzo, pero según sus compañeros seguro encontraría a alguien por ahí.
Siempre existía esa persona que no dejaba de trabajar a pesar de que es hora de comer.
Bufó y solo apresuró el paso.
Su hermano estuvo molestándole toda la semana de que no comía bien y más tonterías que no quiso escuchar.
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||Ellos me odian|| «Radier»
FanfictionMiradas, soledad, lágrimas. Radier quiere creer que ellos no lo odian tanto como suelen decir, quiere seguir sonriendo a pesar de todo.