II─ Hale

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II─ Hale

Dejó el casco sobre el asiento de la motocicleta y observó el plantel con emoción. Desde que estuvo en el orfanato no había ido a la escuela, pues recibía clases en el mismo lugar. Estaba demasiado nerviosa, pero la emoción era mayor a su ansiedad.

Quitó sus guantes negros que dejaba al descubierto sus dedos y los guardó al costado de el transporte. Agradeció que la escuela tuviera un lugar especial para las motocicletas con techo para evitar que el clima lluvioso de Forks la arruinara.

Planchó su ropa con sus manos y suspiró. Estuvo casi media hora eligiendo qué ponerse y a final de cuentas eligió un pantalón negro con rotos, una camiseta rosado pálido y letras negras, y unos botines con tacón negro. Se colocó un gorro de lana negro y dejó el resto de su cabello rojo suelto. Un abrigo a la par de sus botines cubría sus brazos y la protegía de el frío.

Ella no se percató de la mirada de nadie en el lugar, estaba más concentrada en no llegar tarde a conseguir sus horarios y llegar a clase. Todos admiraban la belleza de la nueva y su delicadeza en cada movimiento que daba, no pasaba desapercibida en ninguna parte.

─ Tú debes ser Rosabelle Kings, si no me equivoco ─ La saludó la secretaria con una sonrisa amable.

─ La misma ─ Asintió orgullosa.

─ Aquí tienes tus horarios, la contraseña de tu casillero, ahí ya están tus libros, y un pequeño mapa de el colegio. Tu primera clase es biología en el aula quince, ¿necesitas algo más?

─ Por el momento no, muchas gracias.

Vió que su pequeño papel con un mapa circulaba su casillero y todos los aulas a los que tendría que asistir. Suspiró y comenzó a caminar hacia su casillero. Le tomó tiempo encontrarlo, incluso deteniéndose a preguntar a un par de personas.

No solían pasar novedades en el pueblo, es por esto que no dejaba de correr el rumor sobre la chica nueva e hija de el sheriff.

─ Disculpa ─ Llamó a un rubio mientras pasaba por un pasillo.

Todo el lugar se hizo silencio al ver como la nueva llamaba a nadie más y nadie menos que un miembro de la familia Cullen.

─ ¿Me podrías ayudar? He estado preguntando a todo el mundo donde queda el maldito casillero y no lo encuentro ─ Aseguró frustrada buscando entre sus papeles el número de su casillero y luego extendiéndoselo a él ─ Es éste.

Observó los ojos de el chico frente a ella sorprendiendose al verlos con un resplandeciente color parecido al dorado que la observaba de forma misteriosa, como con curiosidad. Él tomó el papel y observó el número unos segundos antes de devolverle el papel.

─ Es aquél.

Ella siguió su mirada hasta encontrar el casillero con el número ciento trece. Suspiró aliviada al encontrarlo finalmente.

─ Gracias ─ Se despidió y comenzó a caminar en dirección a el casillero.

La campana sonó anunciando la hora de entrada. Se arrepintió de no haberle siquiera preguntado su nombre y haber parecido una grosera, pero su mente apartó el pensamiento al notar que iba tarde. Guardó sus libros en su mochila y corrió hasta su primer clase, como lo había dicho la secretaria, era biología.

Tocó la puerta un par de veces y contuvo la respiración hasta que la puerta fue abierta. Un hombre mayor de tez oscura abrió la puerta y le sonrió.

─ Debe ser Kings, pase.

Y así lo hizo. Se adentró con timidez a el salón y observó a todos los estudiantes que la miraban con atención y curiosidad.

─ Muchachos, ella es Rosabelle y estará con ustedes los próximos dos años escolares, espero le den una cálida bienvenida y la hagan sentir cómoda aquí en Forks ─ Se dirigió a todos ─ Tome asiento junto a Hale.

Todos comenzaron a murmurar entre ellos ante la orden de el profesor.

─ Disculpe ─ Se giró a el hombre apenada, notando que habían tres personas sin compañero de asiento y sin poder adivinar quién era el o la mencionada ─ ¿Quién es Hale? ─ Susurró apenada, logró escuchar un par de risas de fondo.

─ Primera fila junto a la ventana, señorita Kings.

Sonrió al escuchar su nuevo apellido y caminó hasta su lugar asignado. No tardó en notar que era el chico que la había ayudado a encontrar su casillero y se sintió más apenada aún. Dejó su mochila a un lado y se sentó a su lado, él miraba a la ventana con desinterés hacia la clase.

Cuando el profesor les dió la espalda y comenzó a escribir en el pizarrón, ella aprovechó para girarse a el rubio sentado junto a ella.

Ey, fuí grosera en el pasillo al apenas preguntar tu nombre y literalmente demandar tu ayuda, lo siento ─ Le susurró.

Los ojos dorados de él la enfocaron al escuchar su voz. La volvió a mirar de la misma forma, con curiosidad, y le dió una débil sonrisa de lábios cerrados.

─ Jasper Hale ─ Se presentó.

─ Bueno, ya el profesor me presentó pero de igual forma lo haré denuevo ─ Extendió su mano ─ Rosabelle Micha... ─ Se calló durante un segundo, luego suspiró e intentó volver a sonreír ─ Rose Kings.

Jasper estrechó su mano y frunció el ceño. Si una de sus habilidades eran las emociones, podía sentir el fuerte dolor que corría por ella tan pronto la tocó e hizo algo que no había hecho hacía tanto, restauró las emociones de aquella simple humana por un sentimiento de calma antes de soltar su mano.

La sonrisa volvió a los lábios de ella al sentirse repentinamente en paz sin imaginarse lo que había hecho el rubio a su lado, o sin imaginarse lo que era.

banshee➨ j. haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora