Llevaba la gabardina de Castiel rodeándola. Iban camino a Forks en auto, así lo prefirió la ahora banshee pera tener un momento de reflexión antes de volver a ver las personas que amaba.
─ ¿De qué me he perdido? ─ Preguntó la inmortal a el ángel que conducía el auto que habían robado ─ ¿Cómo está Jasper? ¿Y los Cullen? ¿Bella?
─ Ha sido... complicado ─ Lo último lo murmuró ─ Sucedió algo con Bella y Jasper y... ellos tuvieron que irse.
La pelirroja abrió los ojos de goloe ante la sorpresa.
─ ¿¡Qué!? ─ Exclamó con horror.
─ James fue tras de Bella para vengarse de los Cullen pero lograron matarlo antes de que lo hicieran aunque ella salió muy herida ─ Suspiró con sus ojos en la carretera ─ Luego todo fue normal y cuando le iban a celebrar el cumpleaños a Bella, Jasper perdió el control y casi la asesina.
Apretó sus lábios con impotencia.
─ ¿Cómo está Bella?
─ En una depresión horrible, estos días ha salido solo a ver a Jacob, creo que nuestro regreso la ayudará, tampoco ha sido bonito perderte.
─ Pero ahora estoy devuelta.
─ Eres diferente ahora, Lydia, mucho más diferente ─ La observó durante un segundo ─ Eres poderosa, y muchas cosas irán tras de ti.
─ Está bien, ahora solo me ocuparé de cuidar de mi y de Bella ─ Recostó su cabeza de la ventana ─ Espero no esté enojada.
─ No lo estará.
El resto de el camino fue en un silencio cómodo. La música suave era lo único que adornaba el ambiente.
Su mente estaba hecha un desastre. Tantas cosas en las que pensar, tanto que procesar.
Jasper ya no estaba para ella, ya no iba a estarlo. Lo amaba con toda su vida, y por el amor que le tenía solo esperara que fuera feliz aunque no estuviera con ella.
Sonrió al ver el cartel de bienvenida a Fork
─ Dirás que estuvimos en Nueva York arreglando algunos asuntos de tu custodia y que ahora tu nombre volvió a ser Lydia Martin como antes de que te adoptara, y me seguirás llamando Tony o como prefieras. ¿entendido?
─ Claro, papá ─Asintió en respuesta con una sonrisa, Cass también sonrió.
En el viaje que había tomado al lugar al que fue aprendió a amar su verdadero nombre, y no se arrepentía de llevarlo.
Castiel aparcó frente a el hogar en el que vivieron hace meses atrás. Ella bajó de el auto y admiró el entorno como si jamás lo hubiera visto.
Tal vez no apreciamos las cosas que tenemos hasta que creemos que las veremos por última vez.
─ ¿Como creaste a todo este personaje? ─ Le preguntó ─ Ya sabes, a Anthony.
─ Tomó años adaptarme a vivir como humano, luego años en adaptarme a este lugar y ganarme la confianza de estas personas y finalmente ganar tu custodia, un total de quince años para todo.
Asintió impresionada.
─ ¿Y Magnus?
─ Sabes como llamarlo ─ Sonrió caminando adentro de la casa.
─ ¡Iré a ver a Bella!
Suspiró mirando los árboles.
─ Magnus, no me hagas llamarte, imbécil.
─ ¿Seis meses y así es como me hablas?
No pudo evitar sonreír en grande al escuchar su voz a sus espaldas.
─ También es bueno verte ─ Giró encarándolo.
─ Lo mismo digo, señorita Martin ─ Hizo una referencia ─ Será un honor trabajar junto a ti, honey.
Etrañaba ese apodo, pero jamás lo admitiría. Rió acercándose a él y abrazándolo.
─ Diría lo mismo pero estaría mintiendo ─ Murmuró rompiendo el abrazo, el hombre soltó una carcajada ─ ¿Sabes dónde está Bella?
─ Con los hombres lobo, por supuesto.
Frunció su ceño extrañada.
─ ¿Hay hombres lobos aquí?
─ Los lobos que viste en el accidente era una manada de ellos ─ Se encogió de hombros.
─ Bueno, ¿me llevas?
─ Será un placer ─ Extendió su mano.
La banshee la miró con su ceño fruncido, cuando la tomó vio que todo su alrededor había cambiado. Reconoció la casa de los Black a lo lejos y sonrió en grande, abrió su bica para decirle algo a Bane pero éste ya no se encontraba.
Con paso rápido se encaminó hasta el garaje de la misma. Vio a Jacob sostener una motocicleta dañada entre sus manos y Bella frente a él.
El chico se veía diferente. Su cabello ya no era largo y misteriosamente estaba demasiado musculoso. Supuso que era un hombre lobo también, también supuso que esta fue la razón por la cual él fue el primero en notarlo.
Levantó sus cejas con sorpresa al verla. Los lobos estaban enterados de la muerte de la misma, pero no tenían ni pista de que era algo más que una humana.
─ ¿Jake? ─ Preguntó Bella extrañada siguiendo su mirada.
Tan pronto notó a la pelirroja que se acercaba con una gran sonrisa, palideció. Cubrió su boca con una de sus manos y abrió en grande sus ojos.
─ ¡Rose! ─ Corrió a ella y la abrazó con fuerza.
La banshee rió correspondiéndole el abrazo. La sostuvo con fuerza cerrando sus ojos, la había extrañado demasiado.
─ Me alegro que estes bien, Bells ─ Admitió.
─ ¡Tú... estas viva! ─ Exclamó la chica Swan apartando el abrazo. La miró aún con sorpresa sintiendo muchas ganas de llorar.
─ Nunca te dejaría ─ Volvió a abrazarla ─ Te contaré todo, lo prometo.
Cuando rompieron el abrazo se acercaron a Jacob. Lydia lo obligó a abrazarlo mientras él se reía.
─ Has hecho falta en el ambiente, Rose.
─ Lydia ─ Corrigió ─ Me volvieron a colocar mi nombre verdadero, Anthony estuvo de acuerdo así que ahora seré Lydia.
─ Nos tomará tiempo acostumbrarnos ─ Bromeó Bella ─ Iré a buscar mi abrigo en la camioneta, vuelvo enseguida ─ Aseguró comenzando a alejarse.
Fue ahí que Lydia se cruzó de brazos y miró a Jacob enarcando una ceja.
─ ¿Qué? ─ Cuestionó confundido.
─ Número uno, te gusta Bella.
─ Eso no es...
─ Número dos ─ Lo interrumpió ─ Eres un lobo.
Se quedó estático mirándola con sorpresa.
─ No sé de lo que me estas hablando.
─ Jacob, está bien si no quieres admitirlo ahora o si no confías en mi, no hemos sido tan cercanos los días en los que estuve en Forks pero eso cambiará ─ Colocó una mano sobre su hombro y sonrió.
─ Tú... Tú eres algo ─ Comentó el Black ladeando su rostro ─ No eres humana, tienes un olor muy particular pero aún no sé decir qué eres.
─ Una banshee, lobito ─ Le guiñó un ojo, Jacob rió ante el apodo.
Se iban a llevar mejor de lo que creían.
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banshee➨ j. hale
Fiksi PenggemarEl misterio cubre todo el pueblo de Forks, en especial la familia de los Cullen. Eso Rosabelle lo pudo comprobar tan pronto entró a la cafetería y vió a la familia completa. Sabía que había un misterio tras los ojos dorados de el chico que tanto le...