─ ¿Cariño? ¿Estas bien? ¿Con quién hablas?
Se levanto de su cama y abrió la puerta de su habitación con una sonrisa dejando pasar a su padre adoptivo que miraba el lugar con sospecha.
─ Con nadie, papá, estoy hablando con mi amigo imaginario.
─ ¿Amigo imaginario? ─ Frunció su ceño con confusión ─ ¿No estas algo grandesita para eso?
Magnus estaba sentado en el sillón que había en la habitación d ela pelirroja mientras sonreía en grande, como siempre.
─ Nunca es tarde para ello ─ Se encogió de hombros mientras le daba la espalda a Tony y buscaba entre sus cosas una libreta.
Tiempo que Tony aprovechó para mirar a Magnus con desaprovación, la Parca solo se encogió de hombros mirando a el adulto salir y cerrar la puerta tras de sí.
─ ¿Amigo imaginario?
─ Solo yo te veo, solo yo te escucho, eres como un amigo imaginario, solo que no eres mi amigo.
─ Hieres mis sentimientos, honey ─ Soltó con dramatismo.
─ De todas formas, ¿qué haces aquí? No te invoqué.
─ Me aburrí de las fiestas en Japón por lo que pensé que sería una buena idea venir a molestarte.
─ Buenísima idea ─ Comentó sarcástica lanzándose a su cama ─ No te enamores de mi, mi odio por ti es demasiado grande.
─ Mucha autoestima que tienes, Lydia ─ Rió Bane ─ No eres mi tipo.
─ ¿Y como es tu tipo? ¿Fantasmas? ─ Bromeó mientras trazaba algunos dibujos en su cuaderno.
─ Estoy casado con un hombre, honey.
Rose abrió sus ojos con sorpresa y miró incrédula a la Parca que le regaló una sonrisa.
─ Un hombre mucho más caliente que el tuyo, por cierto.
─ Bien, mi amigo imaginario gay, creo que eso hace alivianar un poci mi ofio hacia ti.
─ Soy un amor, admítelo ─ Sonrió con diversión.
─ ¿Y quién es el desafortunado? ─ Preguntó en broma mientras la Muerte se levantaba y se lanzaba a la cama junto a ella.
─ Un sexy cazador de sombras llamado Alexander ─ Suspiró.
─ Entonces no has estado ni en Costa Rica ni en Japón, estuviste con él ─ Lo codeó con diversión.
─ Tengo hijos a los cuales cuidar, honey.
─ Mierda, ¿también tienen hijos? Esto es una sorpresa, deberías presentarme como su tía ya que estarás pegado a mi como una lapa.
─ No es mala idea, honey ─ Rió la Muerte.
─ ¿Y qué es eso de cazador de sombras?
─ Cazan demonios.
Rió al verla palidecer.
─ ¿De... Demonios?
─ También existen los ángeles, los brujos, los arcángeles, Dios...
─ ¡Mierda! Justo en mi pecho ateo.
Magnus volvió a reír a carcajadas, luego se le unió la pelirroja. Fueron interrumpidos cuando la puerta volvió a ser tocada.
La chica se levantó y abrió la puerta a su padre.
─ ¿Sí?
─ El tal Jasper vino a buscarte ─ La miró entrecerrando sus ojos, Rose rió ─ No me da buena espina.
─ A ti nada te da buena espina, Tony.
Corrió a tonar sus cosas, se despidió con una sonrisa de Magnus y bajó las escaleras hasta encontrarse en la puerta con Jasper.
─ ¿Vamos?
Asintió con una sonrisa mientras se encaminaban a el auto y se iban de su hogar. Tan pronto escuchó que el auto se iba, miró a Magnus cruzándose de brazos.
─ ¿Qué haces aquí? ─ Interrogó.
─ Tranquilo, Castiel, Billie me asignó el caso de Lydia y lo tomé.
Tony, que su verdadero nombre era Castiel, reconoció el nombre de Billie como la Muertr suprema.
─ A Dean ni a Sam les va a agradar esto.
─ Tranquilo, angelito ─ Rió ─ Solo hago mi trabajo, ya hablé con tu novio y con su hermano.
─ Dean no es mi...
─ Nunca mencioné nombre ─ Guiñó su ojo desapareciendo.
El ángel miró el techo de la habitación con irritación y suspiró, ahora las cosas se complicaban más.
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Alive había tenido una visión. Lo que James había echo tragar a Rose no era un localizador, era un veneno que la mataría en cuestión de tiempo y dejaría su sistema y cuerpo intacto. Ese era el plan de los Volturis, de James.
─ ¡No puedo creerles!
Estaba enojada, más que enojada. Caminaba de un lado a otro mientras maldecía a los Cullen de mil formas diferentes.
─ ¡Debieron decirme que un grupo sicótico de vampiros iban tras de mi! ¡Ya no es solo James y otros cinci vampiros, es el clan más grande de vampiros!
─ Rose... cálmate ─ Pidió Jasper levantándose para intentar calmarla pero ella se alejó.
─ ¡No me voy a calmar! ─ Gritó.
Bella exclamó cuando el cristal de un jarrón estalló. Todos se miraron con sorpresa, menos Rose, que seguía entre pánico y furia.
─ Heron invoco ─ Murmuró la pelirroja sintiendo todo el enojo dentro de ella.
─ Yo tú, rubia, me alejo un par de pasos de tu novia.
Todos miraron con sorpresa la aparición de la Parca.
─ Lydia, esta no eres tú ─ Se acercó a la chica.
─ Tienes que sacarme de aquí, Magnus ─ Pidió, sus manos temblando ─ Siento que voy a explotar en cualquier momento, tienes...
─ No puedo.
─ ¿Qué? ¿Por qué mierda no puedes? ─ Protestó, el enojo volviendo a llegar.
Un gran estruendo los sorprendió. La ventana se había roto, un déyà vu atacó a la mortal ante el recuerdo de aquella vez que tuvo una visión sobre el cristal rompiéndose. Había una piedra en el suelo.
─ Tú y Bella, quédense aquí ─ Ordenó Edward mientras los vampiros bajaban.
─ Me quedaré con ellas ─ Informó Alice.
Cuando todos estuvieron abajo lograron ver a James. Tres de él no habían un par de vampiros, habían decenas de ellos.
Miró a Magnus que la observaba sin su típica sonrisa divertida, estaba serio y eso la asustaba.
─ Voy a morir.
Los tres presentes en la sala la miraron con sorpresa.
─ ¿Qué? No morirás, no lo permitiré ─ Alice la tomó de su mano y le sonrió ─ Estarás bien.
─ No, voy a morir ─ Aseguró mirando a Magnus, este solo miraba la ventana ─ Este es mi destino, yo moriré.
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banshee➨ j. hale
Fiksi PenggemarEl misterio cubre todo el pueblo de Forks, en especial la familia de los Cullen. Eso Rosabelle lo pudo comprobar tan pronto entró a la cafetería y vió a la familia completa. Sabía que había un misterio tras los ojos dorados de el chico que tanto le...