XI─ Questions

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XI─ Preguntas

─ ¿Y Edward?

─ Lee los pensamientos.

─ ¡No jodas! ─ Abrió su boca sorprendida logrando que el rubio riera ante su reacción ─ Mierda, tengo pensamientos horribles, ¡qué verguenza! ¿Qué pensará de mí? A él sí le doy permiso de matarme si desea...

─ Nadie va a matarte ─ La interrumpió Jasper con una sonrisa divertida.

─ Bueno, ¿y Emmett?

─ Fuerza.

─ ¿Y tú?

─ Los sentimientos.

De alguna forma habían terminado ambos pacíficos. Jasper sentado en la camilla y ella sentada sobre su regazo. Rose no paraba de hacerle preguntas y él las respondía gustoso.

─ ¿Los sentimientos?

─ Puedo controlar tus estados de ánimo ─ Informó ─ Los tuyos siempre están caóticos, te he tenido que calmar más de una vez sin que te percataras y por alguna extraña razón debo tocarte para poder hacerlo.

─ Te agradezco, soy algo impaciente ─ Rió ─ ¿Conociste a Leonardo DaVinci?

─ No, Rose ─ Rodó sus ojos sonriente.

─ Eso es una decepción ─ Se cruzó de brazos ─ ¡Oye! Podría ponerte una denuncia, pervertido ─ Se burló ─ Eres cientos de años mayor que yo, y aún soy menor de edad.

─ ¿Le contarás a tu padre? ─ Le siguió el juego acercándose a sus labios. La mortal no se apartó sintiendo intensos deseos de besarlo.

─ Puedo guardar el secreto hasta la mayoría de edad ─ Susurró atontada. Jasper sonrió victorioso y se apartó de su boca, ella lo miró en reproche ─ Bien, ¿has tenido sexo con Mariline Monroe?

Una carcajada salió de los lábios de el vampiro.

─ ¡No era una pregunta en broma!

─ No, Rosabelle, no he tenido sexo con Mariline Monroe ─ Negó repetidas veces con su cabeza divertido.

─ ¿Recuerdas tu vida pasada?

Él saboreó la pregunta en su mente. La repitió como eco sabiendo la respuesta pero con miedo a que produjera otras preguntas.

─ Sí.

─ ¿Quieres hablar sobre ello? ─ Preguntó al ver la duda en su rostro, preocupada. Él negó con su cabeza y ella le sonrió levemente ─ Bueno, ¿has tenido sexo con una humana?

Se mordió el lábio divertido.

─ No, Rose ─ Contestó ─ Eres algo curiosa, ¿no lo crees?

─ Te prohibo culparme, Jasper Hale ─ Lo señaló, con su dedo índice golpeando su pecho ─ Y esta la preguntaré con miedo a la respuesta.

Ya imaginaba pregunta por lo que sonrió a su espera.

─ ¿Tú quieres... morderme?

Pensó en mentirle, pero se juró serle lo más sincero que pudiese. No quería secretos, no quería mentiras entre ambos. No sería justo para ella.

─ Mucho ─ Admitió, su mirada delineando desde su rostro bajando por su cuello y seguidamente sus hombros desnudos gracias a que el vestido era de tirillas. Ella tragó en seco.

─ ¿Y por qué no lo haces?

─ Por que no me perdonaría si te hiciera daño ─ Respondió mirándola a los ojos ─ No me perdonaría si algo te sucediera, en especial por mi culpa. Por alguna razón tengo miedo a perderte, ¿es eso extraño?

─ No, no lo es.

─ ¿Por qué no me temes? ¿Por qué no huyes de mi?

─ Porque soy demasiado estúpida y suicida ─ Contestó sonriente.

Sonrió con diversión y no pudo evitar acercarse a sus lábios y besarlos con tanto deseo y lentitud.

(...)

─ Esto será divertido ─ Sonrió Rose con emoción.

Estaban en medio de el bosque en campo abierto preparados para jugar béisbol. Estaba toda la familia Cullen, Bella y Rosabelle.

─ ¿Segura que no quieres jugar? ─ Le preguntó Jasper, ella negó.

─ Jasper, ustedes son malditos vampiros y yo una debilucha mortal ─ Recordó ─ No puedo subir unas escaleras sin cansarme, esperas demasiado de mi.

Él rodó sus ojos, Alice y Esme rieron, y el resto sonrió divertido.

─ Necesitamos muchos pares de ojos, tienden a ser muy tramposos ─ Habló Esme mientras se preparaban para el juego esperando la tormenta.

Cuando el primero bateó, Rose creyó que sus ojos se saldrían de sus cuencas. Jamás había visto un golpe tan fuerte, incluso creyó que el bate y la pelota se romperían, pero no pasó. Comenzaba a disfrutar el juego, incluso de las miradas asesinas de Rosalie a Bella por haberla sacado de la partida.

─ Si pierdes no hay besos para ti, Jasper ─ Emmett dijo con voz chillona, la pelirroja le sacó el dedo de en medio haciendolo reír.

Todo parecía perfecto hasta que Alice se quedó estática. Todos la miraron preocupados hasta que reaccionó, su cara parecía un poema de terror.

─ Alguien viene ─ Aseguró ─ Vampiros...

Reaccionaron rápido. Protegieron a las humanas con sus cuerpos dejándolas en el medio. Jasper se colocó frente a Rose mirando con atención su entorno, Edward protegió a Bella con su cuerpo. Tres figuras aparecieron, la pelirroja palideció al reconocer a uno de ellos como James, su atacante y el asesino de sus padres.

No escuchó ninguna de las palabras que intercambiaron. Su corazón bombeaba con fuerza en su pecho y sus manos temblaban.

─ Tengan mucho cuidado con la mortal entre ustedes ─ Advirtió el vampiro de piel oscura ─ Puede ser mortal, pero no es humana.

Jasper la miró de reojo por sobre su hombro y tensó su mandíbula.

─ Podrían preguntarle a sus padres ─ Propuso James ─ ¡Oh, no! Están muertos.

La rabia corrió dentro de ella aunque supo que no valía la pena contestar. Ellos eran vampiros, y ella era mortal. Cuando pareció que todo había terminado, una fuerte ráfaga de viento hizo que su cabello cubriera su rostro haciendole cosquillas, e hizo que el aroma a comida llegara hasta las fosas de los vampiros a metros de ellos.

Los ojos de el rubio se enfocaron el ella. La veían como un león hambriento observaba a su presa. Una presa que tuvo en sus manos pero le fue arrebatada, una presa que cazaría aunque su vida se fuera en ello.

─ Vámonos ─ Ordenó el hombre de piel oscura. Sería una cacería imposible mientras estuvieran rodeadas por los Cullen.

James le regaló una sonrisa a Kings que dejó helada su sangre. Sintió miedo, incluso náuseas por la tensión de la situación.

─ Debes sacarla de Forks ─ Edward le dijo a Jasper ─ Viste la forma en la que la miraba, casi la asesina antes, y su mente... tan solo pensaba que su caza sería la cacería de su vida.

Santo cielo, iba a morir, de eso estaba segura.

banshee➨ j. haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora