Se miró a el espejo y sonrió. Alice la había arreglado y obligado a festejar esa noche junto a ella, Bella y Rosalie en su despedida de soltera. No deseaba salir, de todas formas ahí estaba, en el hogar Cullen esperando a que todas estuvieran listas para salir.
─ Te ves hermosa.
Volteó a Jasper y le sonrió.
─ Quería pasar esta noche contigo, pero ya sabes que Alice no acepta un no por respuesta ─ Se acercó a él, que estaba sentado en el sofá con una sonrisa.
─ Emmett y Magnus se unieron para también obligarme a ir de fiesta ─ Se quejó abrazando la cintura de la banshee.
─ Nada de putas, ¿bien? ─ Lo miró entrecerrando los ojos.
─ ¡Le quitas lo divertido a la vida! ─ Exclamó Emmett recibiendo un fuerte golpe de parte de Rosalie.
─ Lo que me está raro es que Eddy dejara venir a Bella ─ Soltó la pelirroja mirando a Edward quien rodó los ojos.
─ No te metas conmigo, ya puedo leer tus pensamientos y hay mucho que decir.
─ Te reto ─ Se burló.
─ Jasper ─ Miró a su hermano con una sonrisa ─ La fantasía sexual de Lydia es...
─ ¡Cállate! ─ Gritó horrorizada provocando una risa en todos.
─ Eso creí ─ Edward se encogió de hombros con una sonrisa.
Alice y Bella no tardaron en bajar, ya todos arreglados.
─ Chicos y chicas por separados a festejar, será muy divertido ─ Comentó Alice emocionada ─ Nos vamos, chicas.
─ Nosotros esperaremos a Magnus ─ Comentó Jasper mirando a su prometida ─ Nos vemos mañana entonces ─ Le sonrió.
Lydia se sorprendía como aún sentía mariposas en su estómago cada vez que él le sonreía. No recordaba ni tan siquiera como terminó tan enamorada, solo lo hizo. Apesar de tan solo llevar un año conociéndose, ella sí deseaba casarse con él y pasar una eternidad juntos.
─ Nos vemos mañana ─ Le correspondió la sonrisa besando sus lábios fugazmente antes de alejarse en dirección a la puerta junto a las otras chicas.
Las cuatro subieron a el auto de Alice, Lydia al volante. Con emoción de conducir ese hermoso auto, lo encendió y pisó el acelerador a toda velocidad haciendo a las demás reír. Condujo a gran velocidad por las calles oscuras y vacías camino a las afueras de Forks. La música a tope mientras todas cantaban a todo pulmón, ¿qué más podía pedir?
Al día siguiente se casaría y aún no lo podía creer. A sus jóven dieciocho años, aunque en realidad diecisiete eternamente. Tal vez ese era el dolor que tenía en su vientre, los nervios, o las mariposas aún revoloteando, no le dio importancia.
─◇─
─ Y-Yo no puedo...
Negaba múltiples veces mientras cubría su rostro.
─ Lydia, ya es muy tarde para esto, ¿no crees? ─ Magnus habló histérico ─ Vamos ahora o llegarás tarde a tu propia boda.
─ Es que... Es que...
─ Es entendible que estes nerviosa, no te culpo, Honey ─ Tomó sus manos y le sonrió ─ Hoy es tu gran día, así que dime, ¿nos escapamos o quieres enfrentar tu miedo para ser feliz?
Apretó sus lábios pensando ambas opciones.
─ ¿A qué es lo que temes?
─ A que salga mal, a que haya sido la decisión incorrecta, a que sea demasiado pronto...
─ Esos eran los mismos miedos que tenía Alexander cuando nos conocimos ─ Recordó con una sonrisa ─ Su madre era muy estricta, y lo iba a obligar a casarse con una mujer a la que no amaba, ni tan siquiera sabía qué era lo que quería. Tenía tantas dudas y el miedo lo dominaba, pero al final logró vencer todo y agradezco que lo haya hecho, ahora estamos juntos.
─ Sin olvidar nuestra hermosa familia ─ Apareció una nueva voz en la habitación, Lydia exclamó con emoción.
─ ¡Alec! ─ Se apartó de la Muerte para correr hasta el cazador de sombras y abrazarlo. El pelinegro rió levemente correspondiéndole el abrazo.
─ Te ves hermosa ─ Admitió.
El vestido que llevaba era de color blanco. Era de corte corazón sin mangas, la parte de alfrente dejaba sus piernas al descubierto y la parte trasera una larga cola de tela. Su cabello rojo estaba recogido en una larga trenza francesa y tacones relucientes.
─ ¿Vamos? Llegarás tarde ─ Separó el abrazo y le sonrió ─ Todo estará bien, ya verás.
─ Y con la frente bien en alto ─ Asintió Magnus llegando a ellos ofreciéndole su brazo a la mujer, ella asintió de igual forma y enrroscó su brazo con el de Magnus.
─ Hoy en mi maldito día.
─ Con más ganas, Honey.
─ ¡Hoy es mi maldito día!
─ Así es, ¿vamos?
Asintió con una sonrisa y bajaron las escaleras los tres. Subieron a el auto, Alec en la parte de atrás junto a Lydia para ayudarla con el pesado vestido, Magnus comenzó a conducir en dirección a donde sería la boda donde todos esperaban con ansias la llegada, Jasper algo nervioso y Alice molesta por la tardanza.
No tardaron en llegar. La boda se llevaría acabo en el lugar especial de Jasper y Lydia, donde todos sus buenos momentos pasaron. Entre Alec y Magnus la ayudaron a bajar y rápidamente Alice puso la música a sonar,
─ ¿Lista? ─ Le preguntó Magnus, sus brazos entrelazados.
─ Más que nunca ─ Sonrió.
El estribillo típico comenzó a resonar. Comenzaron a caminar por el pequeño pasillo que se formaba entre las sillas y los pocos invitados se pusieron en pie. Lydia conectó su mirada con Jasper y ambos sonrieron.
Tal vez era muy pronto, pero era lo que ambos más querían.
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banshee➨ j. hale
FanfictionEl misterio cubre todo el pueblo de Forks, en especial la familia de los Cullen. Eso Rosabelle lo pudo comprobar tan pronto entró a la cafetería y vió a la familia completa. Sabía que había un misterio tras los ojos dorados de el chico que tanto le...